Tipos de testigos según el Derecho y la Psicología

Por: Dr. Fabián Mensías Pavón
Catedrático Universitario

S E CONSIDERA DOS TIPOS DE TESTIGOS : Desde el punto de vista jurídico y desde el análisis Psicológico.

Desde el punto de vista jurídico

Testigo presencial del hecho.

Pues su versión ante el funcionario está basada en la directa percepción. Si un testigo, que a una relativa distancia escucha voces lastimeras de origen humano, es un testigo presencial de los hechos, a pesar de no estar presentes en el lugar donde ocurren; ha percibido directamente la sensación auditiva.
En nuestra práctica judicial es común confundir al testigo presencial de los hechos con la presencia misma del deponente en el lugar donde se sucedieron, teniéndose en cuenta únicamente la percepción visual. La presencia de un hecho no depende de lo que observe o no observe, sino de lo que haya percibido directamente por cualquier órgano de los sentidos.

Testigo indirecto o de oídas

Es aquel testigo que ha recibido la información no por percepción sino por datos que terceras personas le han suministrado. Conocen los hechos de manera indirecta quienes generalmente los perciben por medio de comentarios, de lecturas, películas, narraciones radiales o televisivas, etc.

Testigos de abono o de conducta.

Acuden ante el funcionario judicial a rendir su deposición sobre honestidad, responsabilidad, comportamiento y reputación de un incriminado penalmente.
Testigos instrumentales.
Son aquellos que dan fe del contenido de un contrato, lo que se presume con la firma que estampan sobre un documento.

Desde el análisis psicológico

Debemos tomar en cuenta las diferencias individuales, que repercuten en el tipo de testimonio. Se afirma que mientras más extrovertido sea el sujeto, más fácil será dentro de ciertos límites, la obtención del testimonio. El sujeto introvertido proporcionará declaraciones más parcas e incluso más subjetivas, más constantes, menos influenciables por las circunstancias exteriores y por el tiempo.

Así, tenemos el tipo objetivo-conservador y el subjetivo-elaborador; el sujeto sensitivo y el apático; los sujetos inestables; el falso insensible y el falso sensible; los sujetos susceptibles; los sujetos de temperamento eufóricos, hipomaníacos y depresivos; el observador y el descriptivo; el obstinado y el voluble; el tímido; el narrador; el vanidoso; el mentiroso; los mitómanos; los fabuladores.

El valor de la declaración sólo puede juzgarse determinando el tipo de persona que la ha realizado.

Del análisis de los testigos que acuden con mayor frecuencia a rendir su testimonio, podemos determinar las siguientes características:

Testigo descriptivo

Este testigo señala los aspectos destacados de la imagen y del acontecimiento sin atribuirles significado. Existe ausencia de emotividad y de atención sistemática. Es evidente en este testigo un equilibrio emocional, con relación a la objetividad de lo presenciado. Puede ser influenciado por algunos problemas del testimonio como la memoria, sin embargo sus recuerdos persistirán mientras el tenga presente las principales circunstancias y que luego se enlazan con otras, nos da el desarrollo del hecho y como es influenciado por el entorno.
Este testigo no realiza suposiciones sobre lo que ve o escucha, con lo que sabe sobre un hecho o con lo vivido o experimentado. El relato testimonial es carente de cualquier elemento adicional y puede incluso ser preciso respecto a datos propios del hecho delictivo.

El testigo descriptivo, puede aclarar uno de los puntos que determinan el alcance y gravedad, determinando con claridad la secuencia de actos, de lo que se trata la acción sin pormenorizarla.

Testigo observador

Este testigo conduce su atención y concentración hacia la escena. Se centra más en los detalles, por lo que puede informar al juez sobre circunstancias específicas como: hora, lugar, colores, vestimenta, voces, signos, acciones y demás detalles. Actúa con calma, serenidad y sobriedad ante este tipo de eventualidades, su comportamiento y testimonio concuerdan en forma lógica.
El testigo ­ observa ­ las causas y consecuencias de la acción en si misma y no trata de compararlas, emotivizarlas o incluso distorsionarlas. Puede determinar en su testimonio los agentes que intervienen con precisión, sus armas, sus gestos pero hay dificultad en los datos ajenos al hecho ya que su visión se concentra en una sola situación y su reacción inmediata es el procurar establecer como fue lo ocurrido y no bajo que circunstancias externas se desarrollo la escena delictuosa.
Una subdivisión de estos tipos tenemos al indagador, que no se limita a registrar todo lo que llega a sus órganos sensoriales, sino que quiere darse cuenta de todo.
Ejemplo: Pasan en un vehículo un observador y un indagador; en una plaza un hombre, rodeado de gentes, relata un hurto de que ha sido víctima. El observador mira y escucha atentamente, percibiendo los más pequeños detalles; el indagador interrumpe su viaje, se baja para informarse y conversar con la víctima del hurto y se ofrece acompañarle a la comisaría.

Tipo Descriptivo, le gusta narrar detalles, sin preocuparse del conjunto y de las causas de un hecho, se presenta en los niños; es superficial y a menudo impreciso, ya que la falta de visión del conjunto pueda hacer que dé menguada importancia a elementos esenciales, a la coordinación lógica de una escena a la que ha asistido. Cuando exageran sus defectos tenemos al superficial, que carece hasta de la capacidad descriptiva de aquél.

A él se contrapone el interpretador, que quiere darse cuenta del origen del acontecimiento, no por indagación, sino reconstruyéndolo mentalmente sobre los elementos adquiridos, por esto es sumamente peligroso, especialmente como instructor, pues se inmoviliza dentro de su interpretación que hace prevalecer sobre las adquisiciones posteriores, deformándolas para que cuadren con su reconstrucción.

Testigo erudito

Es un testigo, con un vasto conocimiento en todos los campos del conocimiento, sin embargo al divagar sobre lo que conoce, descuida y desvía mentalmente los acontecimientos de los sucesos, que en algún momento estaba seguro de conocerlos.

Al dar su testimonio, este testigo narra aquello que sabe del objeto, y del hecho en general. Da una prueba de memoria, pero no de aptitud para reproducir detalles, este tipo de testigos es el más común dentro de los juicios en los cuales existen pruebas testimoniales. El testigo responde a la reacción normal del ser humano de actuar según la base de lo que se conoce. Si escucha balas se esconde y testifica que escucho disparos, no aporta nada pero tampoco se ve influenciado por estímulos externos. Normalmente testifica aspectos generales que son conocidos por el juez y que son fácilmente presumibles dentro de un acto delictivo. Si nos centramos en el hecho de un asalto bancario, podrá señalar que eran sujetos enmascarados, fuertemente armados y groseros. Su testimonio solo corrobora lo que es presumiblemente lógico para todos.

El tipo de testigo hace un juicio anticipado – prejuicio ­ debido a que presume de antemano que lo que presenció, escuchó, tocó, olfateó o en general testifica, debe encasillarse dentro de un específico grupo de actos, es decir si existe la muerte de una persona a manos de otra el prejuzga sentenciando que se trata de un homicidio. Debido a la forma de pensamiento que manifiesta, puede auto influenciar para tratar de desviar el curso de los acontecimientos o de la misma forma sugestionarse inconscientemente para declarar ante el juez una realidad que siendo parecida a la realidad obviamente no es el reflejo de la misma porque ha sido alterada de forma involuntaria por el testigo, debido al grado de ignorancia, prejuicios, formación personal o ignorancia jurídica. No se determina con exactitud la realidad de lo sucedido sino que debido a su condición de testigo erudito hace estimaciones, conclusiones y resultados que no le competen y que a la larga entorpecen la investigación.

Testigo imaginativo

Este testigo descuida la observación y la sustituye por recuerdos personales, con tendencia hacia la afectividad; es propenso a establecer frecuentemente comparaciones de sus vivencias con los hechos que presencio y cargar de emotividad y subjetividad el testimonio que rinde ante de la justicia, sin caer en falso testimonio pero si distorsionando los hechos. Al rendir su testimonio lo hace de manera parcializada hacia una de las partes, porque relaciona, asocia y juzga de manera personal los hechos que presencio dando un juicio valorativo que por estar ligado a lazos emocionales no se adecuan a la realidad. Este testigo imaginativo es peligroso por la facilidad con que cambia su criterio de lo que vivió respecto a un acontecimiento específico.

Crea falsas hipótesis sobre el hecho y decide inventar situaciones que debido a la fuerza con la que los evoca los termina convirtiendo en realidades. Este testigo se presenta en todas las edades pero principalmente en la adolescencia, que es donde el ser humano empieza a madurar y puede ser objeto de una influencia emocional, de tal manera que las vivencias son difuminadas a partir de traumas, experiencias; positivas, negativas, recuerdos; verdaderos, falsos y situaciones que nunca existieron. Por ejemplo si una situación le resulta familiar y tuvo en el pasado buenas experiencias seguramente tratará de amparar al que fue protagonista de una vivencia similar, pero si por el contrario vivió una experiencia negativa evocará esos recuerdos afectivos para tratar de que se castigue lo que él no pudo y le provocó un trauma que siendo testigo revive y se refleja de esta manera. Este testigo puede ser el más nocivo y más próximo a la mentira es decir al falso testimonio. Se aleja de la realidad de manera involuntaria pero consciente.

Testigo emocional
El tipo emocional, reproduce sobre todo la emoción que emana de la escena misma. Además de éstos tenemos: Al obstinado y el voluble; el tímido; el narrador; el vanidoso; el mentiroso; los mitómanos; los fabuladores, etc.