Libertad de prensa, un mito que lucha por ser real

DEFENSORIA DEL PUEBLO

A L ADQUIRIR UN RADO, ESCUCHAR LA RADIO , ver la televisión, navegar por Internet, personas de todo el mundo acceden a uno de los más preciados regalos que posee la humanidad: la información. Pero la información no es solo una masa de datos. La publicación de información y su lectura misma, lleva tras de sí dos principios fundamentales : la libertad de expresión y la de prensa.

Garantía y respaldo a la libertad de expresión.

El art.19, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, señala que «todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones , y el de difundirlas, sin limitación de fronteras , por cualquier medio de expresión».

Por eso la libertad de prensa es considerada, en línea generales, como garantía y respaldo a la libertad de expresión. Un periódico, una radio, una televisora, un portal wed son la muestra física de que la información deambula por el mundo, pero de igual forma la muerte, la encarcelación, la tortura y el hostigamiento a los periodistas son hechos que restringen la práctica de la libertad de opinión. El 3 de mayo, la agencia de noticias Reuters difundía que casi 28mil usuarios de Internet respaldaron una»cibermanifestación» para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Este novedoso acontecimiento suscitado en la wed iba acompañado de datos reveladores. Por ejemplo, 36 periodistas murieron en el desempeño de su trabajo en todo el mundo el año pasado, caso el doble de 1998. Hasta el 1 de enero del 2000, 85 periodistas se encontraban en prisión y otros 69 estaban desaparecidos.

¿Por qué debe existir un día para la libertad de prensa?

En 1991, la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas UNESCO recomendó a la Asamblea General de las Naciones Unidas que proclamara el 3 de mayo»Día Mundial de la Libertad de Prensa»(DMLP), a fin de consagrar sus principios fundamentales. El DMLP fue instaurado en conmemoración de la Declaración de Windhoek, documento que contiene principios sobre la defensa de la libertad de prensa, redactado en una reunión de periodistas africanos impulsada por la Unesco en 1991.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 19 garantiza este derecho inalienable. Esta definición también consta en el artículo 10 de la Convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades y en el artículo 13 de la Convención Americana de los DD.HH.

Es un derecho inalienable del pueblo

Además de Declaración de Chapultepec, en su primer principio señala:» No hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa. El ejercicio de ésta no es una concesión de las autoridades; es un derecho inalienable del pueblo».
El 3 de mayo brinda, en todo el mundo, la oportunidad de informar al público acerca de las violaciones de la libertad de expresión y de recordar que a diario hay periodistas que, por cumplir su misión informativa, desafían la prisión e inclusive la muerte.
Este problema es particularmente serio, ya que en muchos países del mundo, el asesinato, la violencia y la intimidación son utilizados como armas para silenciar a los periodistas.
La mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad.
En 1998 las cifras eran impresionantes: por lo menos 20 periodistas muertos en ejercicio de su profesión.

Estadísticas

En total, más de 500 periodistas fueron asesinados en los últimos diez años. A estos crímenes se suman innumerables actos de violencia contra los profesionales de la información: detenciones arbitrarias, amenazas, agresiones, acosos y hasta torturas.
América Latina y las zonas de conflicto armado son las regiones más peligrosas para la profesión.
Pese a todos los inconvenientes el periodismo deja de ser, como señala Tomás Eloy Martínez,» un instrumento para pensar, para crear, para ayudar al hombre en su eterno combate por una vida más digna y menos injusta», y qué mejor si ese combate es por preservar la libertad de expresión y de prensa.

Visión latinoamericana

Uno de los problemas que causa mayor preocupación en América Latina es la intolerancia de los poderes públicos ante la crítica del periodismo. No es raro encontrar situaciones en donde ciertos funcionarios públicos acusen penalmente a periodistas por las críticas, amenazas o injurias difundidas en su contra. Del estudio realizado en 24 países, por la Sociedad Interamericana de Prensa, el jurisconsulto colombiano Jairo Lanao expone una serie de resultados que muestran la realidad legal del continente, en materia de libertad de expresión.
Los congresos de Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, México, República Dominicana, Uruguay y Venezuela han expedido leyes que pretenden imponer reglas de conducta a la prensa. En todos los casos se consideran penas, multas y hasta el cierre de periódicos si se transgreden dichas pautas.

Garantías legales y procesales

Las leyes de insultos o desacato existen en todos los países excepto en Argentina, Colombia, Estados Unidos y Paraguay, y conlleva penas de cárcel. En Canadá y Jamaica se prohibe publicar información específica sobre el juicio. Los periodistas no pueden criticar, calificar o, en algunos casos, opinar sobre el juez o el proceso, sin correr el riesgo de ser encarcelados.
Solo tres países de América Latina tienen suficiente garantías legales y procesales para permitir el acceso a la información oficial o pública. Las formas más cumunes de obtener información oficial son el derecho de petición, las leyes de acceso y el Hábeas Data. Este último recurso no puede ser utilizado por la prensa porque es un derecho de carácter individual.

Imposición de información

La imposición arbitraria de información a un medio, a través del derecho de respuesta, réplica o rectificación, es u n mecanismo común en los países latinoamericanos. En unos casos opera de una forma más rápida como el recurso excepcional de Amparo o de tutela. El derecho de respuesta o réplica para la prensa escrita existe en casi todos los países, salvo en Canadá, Estados Unidos, Jamaica, Nicaragua y Puerto Rico.
La exigencia de un título profesional, licenciatura o certificado de idoneidad para ejercer la profesión de periodista existe en siete países: Brasil, Ecuador, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela. En el Ecuador se exige la licenciatura para la labor periodística en el sector público. En Cuba existe un calificador de cargos periodísticos.

Fuentes de información y el secreto profesional

Otro problema para los periodistas es la falta de protección de sus fuentes de información o secreto profesional. No existe esta garantía en siete países: Bolivia, Cuba, Honduras, Jamaica, México y Puerto Rico. En casi todas las naciones, existe la reserva o la confidencialidad de los procesos penales que hace inaccesible esa información a la prensa. Este principio procesal de reserva obstaculiza a los medios a fiscalizar a la justicia.
El mismo estudio señala que los poderes ejecutivos del continente también plantean otras prácticas nefastas contra la libertad de prensa, tales como la ocultación de la información bajo el pretexto de seguridad nacional u orden público, la amenaza de utilizar las leyes de insulto, las iniciativas legales para restringir a la prensa, la imposición de tributos exagerados, y la manipulación y distribución de la propaganda oficial.
Finalmente la investigación concluye que las facultades previstas en la mayoría de las constituciones y otorgadas a los gobiernos durante los estados de sitio o de conmoción interior contribuyen a que la prensa sea objeto de censura y control.
Como sostiene la Sociedad Interamericana de Prensa, para el valor de la democracia y de la libertad de prensa:» la mejor ley de prensa es aquella que no existe».