Por: Dr. Jorge A. Acosta Cisneros
E N ENERO 28 DE 1986 se suscitó la terrible explosión del Challenger, la misma que si ocurrÃa en sitios poblados en lugar de costar la vida de siete tripulantes, habrÃa sito mucho mayor, en este caso, el perjudicado fue el Océano Atlántico que receptó los restos materiales y orgánicos del insuceso. Desechos y partÃculas de artilugios manufacturados por los humanos, giran alrededor del planeta en un cÃrculo luminoso, un gran número caen en la tierra fomentando la contaminación.
De quien es la culpa de los daños y perjuicios de los satélites salidos de órbita que chocan con naves espaciales….o caen en nuestra superficie? . Cualquier persona u organización puede tomar datos de los satélites exploratorios y ofrecerlos en el mercado aunque se trate de información secreta?. Quién es el responsable de la contaminación espacial?….Qué leyes deben gobernar el tráfico espacial y la visita a otros mundos o el posible contacto con seres de otros mundos?
Estas interrogantes, en fechas pasadas eran solamente temas de ficción, de pelÃculas fantásticas o literarias pero, en la actualidad cobran práctica y realidad por lo que han preocupado a los gobiernos que tienen programas espaciales y ultraterrenos, como también deberÃan preocupar a los que no los tienen por la sencilla razón de que también son o podrÃan ser afectados.
Proliferación de desperdicios espaciales
«Los satélites caen a la tierra y causan daño……tenemos una proliferación de desperdicios espaciales que actualmente se encuentran en constante aumento, y que puede provocar lamentables accidentes con los vehÃculos espaciales….¡Pero no existe ningún tratado, acuerdo o ley que regule estas cuestiones¡», expresa el abogado Glenn Reynolds (de Washington D.C., Estados Unidos). El Dr. Reynolds labora en una sociedad que se especializa en cuestiones legales espaciales y además es coautor de un libro sobre leyes espaciales.
Se asegura que los desperdicios espaciales (de tamaño significativo), en estos momentos superan los cien mil procedentes de asteroirdes destruidos y de cohetes explosionados, esta suma crece geométricamente a la intervención de empresas privadas en la exploración cósmica. Por ello, es evidente que ha llegado el momento de presionar para la elaboración de una legislación espacial que considere estos eventos y señale con exactitud la responsabilidad que corresponde a cada uno.
Necesidad de un ordenamiento legal espacial
Hace más de veinte y cinco años, se dictaron regulaciones generales como la Ley f.r. 1211.104 que pone en cuarentena a individuos que hayan contactado con cuerpos extraterrestres y/o espaciales, para que se impida la penetración de virus desconocidos o sustancias que traigan trastornos de carácter genético, especialmente, y problemas entre nuestra población. Ello, ha legalizado de alguna manera la conquista del espacio por paÃses que trabajan activamente en esto y se agrupan en tratados o convenios internacionales como por ejemplo el Tratado del Espacio Exterior (1767), el Tratado de la Luna (1968), y el Tratado de ABM (1972). Ejemplos buenos que regulan la actividad de los paÃses en el espacio extraterrestre y ayudan, de alguna manera a poner el orden en el caos reinante, pero, todos nos avendremos a reconocer que son meros bosquejos legales que no bastan, por sà y ante sà para establecer un ordenamiento legal propiamente dicho en esta materia.
Algunos problemas generados por la tecnologÃa
Hay una feroz dependencia en una tecnologÃa avanzada; los problemas presentados para mantener el ambiente limpio y de calidad; la necesaria existencia del trabajo en equipo bajo condiciones estresantes en lugares reducidos y de poca cabida, la falta de gravedad y dependencia de la tierra para alimentarse, calmar la sed, el aire, la comunicación, etc., no son otra cosa que la reproducción mÃnima de los problemas que existen en la tierra, por ello, Reynolds, continúa diciendo: «Al estudiar el problema en la tierra, podemos aplicar sus soluciones también al espacio, y viceversa. Y los resultados que se vayan obteniendo a través de la experiencia y el trabajo de la exploración espacial, servirán de punto de partida para la promulgación de nuevas leyes».
Legislación espacial uniforme a nivel mundial
La demanda de abogados especializados en temas espaciales, naturalmente aumenta, y constantemente, por eso, muchas universidades y facultades de leyes ya imparten cursos y seminarios sobre Legislación Espacial e Interplanetaria, algo que hace quince años, no habÃa.
«En estos momentos hay compañÃas privadas que estudian seriamente la posibilidad de enviar al espacio personas comunes y corrientes en viajes de placer» (como lo hizo un Norteamericano -hace poco- enuna nave espacial rusa) continúa Reynolds.
Se aumenta, por lo mismo, la prioridad emergente de establecer legislación al respecto de un modo uniforme a nivel mundial porque el espacio está abierto a todo el orbe terráqueo, por supuesto, y por lo mismo, sus leyes, deben ser universales con una estructura parecida a aquella que regula a la navegación marÃtima y aérea, las frecuencias internacionales de radio y otras de interés planetario.
Es necesario constituir un Tribunal para (o del) Espacio con jurisdicción sobre todos los litigios provenientes de la actividad del hombre en el ámbito espacial, que los gobiernos, la industria pública y privada, los militares, deberán aceptar obligatoriamente.
Nuevas fronteras dentro del campo legal
Reynolds continúa: «Es muy probable que en un futuro no muy lejano, las naves espaciales también cuenten con un abogado espacial, que viaje hasta algún asteroide lejano para verificar la reclamación de algún cliente….» Y agrega: «Los cráteres que se han creado en la superficie de la Tierra como resultado de la caÃda de los desperdicios espaciales o materiales de construcción defectuosos, tienen que ser pagados por alguien…y si esos cráteres se produjerán en zonas densamente pobladas, la responsabilidad de las indemnizaciones debe estar muy bien delimitada, para evitar luego los largos procesos legales, en los cuales, solamente las vÃctimas serÃan las perjudicadas».
El universo, se encamina a nuevas fronteras dentro del campo legal, de eso no hay duda, lo que hasta hace pocos años no era otra cosa que literatura de ficción o fantasiosa, es hoy una realidad, una muestra de los pasos gigantescos que hemos dado para entrar con holgura al nuevo milenio en el que la tecnologÃa está provocando revolucionarios cambios en el estilo, la forma de vivir y laborar. Con la proyección de este milenio XXI ya deben darse pasos definitivos para la creación y fundamentación de la legislación que regule lo relacionado con el espacio incluyendo los viajes de turismo que ansiosamente aguardan aquellos que pueden costeárselos (hasta que la magnÃfica creatividad de las agencias turÃsticas no creen paquetes para el resto de consumidores que ahora no podemos emprenderlos).