LA ASAMBLEA DE LA OEA
Las preocupaciones de la sociedad civil frente al Sistema Interamericano de Derechos Humanos

Por: Dr. Marco Navas Alvear
Profesor de la PUCE

E STÁ PRÓXIMA A REALIZAR EN QUITO la Trigésima Cuarta Asamblea General de la OEA. Frente a ello y tomando en cuenta que desde 1998 este organismo ha implementado mayores espacios de diálogo con la sociedad civil en el marco de sus Asambleas Generales, se han organizado dos eventos para permitir una mejor participación social: el primero denominado Foro Nacional de la Sociedad Civil para organizaciones de nuestro país, realizado entre el 19 y 20 de abril del presente año; y el Foro Hemisférico de la Sociedad Civil, que tuvo lugar entre el 26 y 27 del pasado mes.

La sociedad civil organizada, de su parte, ha ganado estos espacios gracias al activismo y organización frente a temas clave para la democracia como la defensa de los derechos humanos, en sus distintas dimensiones.

Según, la página web que da cuenta de este proceso participativo (www.cld.org/asambleaoea), en el caso de la próxima Asamblea «el tema central será Desarrollo Social y la Democracia frente a la Incidencia de la Corrupción». A partir de este tema marco, se tratarán algunos temas relacionados como la Convención Interamericana Contra la Corrupción; acceso a Información pública; financiamiento político; corrupción en el sector privado; y, justicia – combate a la impunidad. Además, según la citada fuente «las organizaciones sociales podrán expresar sus criterios sobre los temas políticos, económicos y sociales del sistema Interamericano», alrededor de cinco ejes centrales: promoción y defensa de la democracia en el Sistema Interamericano; Sistema Interamericano de Derechos Humanos; desarrollo sostenible y medio ambiente; integración y libre comercio; y, seguridad hemisférica.

El Sistema Interamericano
de Protección de Derechos Humanos

De estos temas eje, sin duda el del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos es uno de los que merece la mayor preocupación de parte de las organizaciones sociales, pues constituye uno de los mecanismos de justicia internacional que mayor desarrollo ha alcanzado en estos años, particularmente desde que la Corte Interamericana con sede en Costa Rica, entró a conocer casos sobre violaciones a los derechos humanos producidas en los países signatarios de la Convención Americana sobre la materia (CADH). Y es que, si bien el Sistema ha alcanzado logros importantes, sobre todo dentro de la lucha contra la impunidad consagrada dentro de nuestros países, caracterizados por una justicia lenta, colapsada en crisis y en muchas de sus instancias, enferma por la corrupción; si requiere del apoyo social y el suficiente respaldo de los Estados miembros en el campo económico y político para que sea perfeccionado.

Ya en nuestro contexto, casos como «Suárez Rosero», han constituido referentes importantes para la lucha contra la impunidad relacionada con la actuación delictuosa de los agentes del Estado. Pero hay que tornar más efectivo al Sistema en aspectos clave para lograr una efectiva justicia, tales como los temas del apoyo a las víctimas o sus representantes para poder sostener el litigio en las sedes de los órganos del Sistema, el acatamiento de las resoluciones de la Corte y la Comisión Interamericanas, su efectivo efecto vinculante, o la reparación de las víctimas.

Algunos aportes y recomendaciones

A continuación, basados en la memoria del grupo de trabajo sobre Sistema Interamericano, que se organizó dentro del Foro Nacional ya mencionado, presentamos algunos aportes y recomendaciones a la Asamblea de la OEA:

Las y los participantes representantes de organizaciones sociales, de defensa de los Derechos Humanos, identificaron como prioridad la necesidad de crear un Fondo para Víctimas , que pueda cubrir el proceso ante los organismos interamericanos. Se propuso que este Fondo podría crearse a partir de un porcentaje del pago de servicio de la deuda externa pública.

Priorizar la educación en derechos humanos , dentro de los programas de educación en valores a través de los sistemas educativos del Hemisferio.

Ampliar la competencia de la Corte , en cuanto al protocolo San Salvador con el objeto de que los casos relativos a Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) no sean resueltos en forma tan restringida.

Se establezca un mecanismo que tome en cuenta la participación que la sociedad civil en la elección de los Comisionados y los jueces de la Corte Interamericana.

Tratar en el contexto de la OEA el pago de la deuda externa como un problema de derechos humanos, en vista que existen violaciones a los derechos fundamentales en consecuencia de las políticas fiscales y presupuestarias de los estados que priorizan la deuda.

Apoyar la implementación efectiva de la Convención de Belem Do Pará (sobre violencia contra la mujer).

Reformar el Estatuto y Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos , para crear un mecanismo de remisión de causas hacia la Corte Penal Internacional en los casos en los que se haya encontrado responsabilidad del Estado, de manera de poder juzgar a los agentes estatales que hayan violado los derechos humanos.

Finalmente, entre lo más destacado, se pide a la Asamblea adoptar una resolución donde se reitere el apoyo a la labor de los defensores de derechos humanos , en el cual expresamente, se inste a los estados a ejecutar planes nacionales para la aplicación de los principios contenidos en la Declaración de Naciones Unidas sobre Defensores de Derechos.

Todas estas recomendaciones ponen luz sobre temas importantes relativos al cumplimiento de los derechos humanos, y deben merecer la preocupación y atención ciudadana.

Resulta importante que organismos internacionales como la OEA, cuyos foros tradicionalmente estaban dirigidos solamente a la diplomacia de los países, se abran, aún cuando sea lentamente y con recelo.

Es igualmente necesario que la sociedad en general, y las organizaciones que muchas veces no pueden participar de estos eventos, se informen debidamente.