La escena del crimen
en el ?criminal profiling?

Autor: Lic. Jorge Jiménez Serrano

Detengase,
mire, escuche y comience el registro.

Jack Mc. Arthur

La técnica
del criminal profiling (perfil criminológico) fue creada por el F.B.I y su
Unidad de Ciencias del comportamiento como una herramienta para ayudar en las
investigaciones. Básicamente consiste en una técnica para describir el
comportamiento y características (físicas, psicológicas, geográfica,
sociales…) probables del autor desconocido de un asesinato o de una serie de
asesinatos. Posteriormente, debido a su falta de metodología estándar, se han
generado distintos conceptos afines que se usan indistintamente como Criminal
investigative Analysis, offender profiling, behavioral evidence analysis,
criminal profile.

Para la
realización del criminal profiling, el profiler (perfilador) debe analizar
varios elementos del crimen, entre ellos el análisis de la escena del crimen.
Este trabajo pretende asomarse a ese análisis, mostrando cuál sería las fases,
las cuestiones que debe plantearse y la información que se puede extraer para
la elaboración del profiling.

Tipología de escenas del crimen

La escena
del crimen es, como su nombre indica, el lugar que el asesino ha elegido para
matar a su víctima. Las escenas pueden ser varias si el asesino ha usado varios
lugares desde que atrapa su víctima hasta que la deja. Puede atraparla en un
sitio, torturarla en un segundo, matarla en un tercero y trasladarla a un
cuarto para abandonarla allí (Jiménez, 2006). Existen varias tipologías de
escenas del crimen en función del criterio que usemos para clasificarlas.

En primer
lugar, siguiendo a Turvey (2008), podemos establecer una tipología de
localización de la escena del crimen, atendiendo al ambiente en el que se
encuentra, así tendríamos:

  • Escena de interior: Las que se producen en el
    interior de una estructura como casas, apartamentos, edificios, naves…
  • Escenas de vehículos: Las que se producen en el
    interior de vehículos de transportes tales como coches, camiones, barcos,
    trenes…
  • Escenas de exterior: Las que se producen a campo
    abierto en parques, bosques, desiertos…
  • Escenas bajo agua: Las que se producen en el
    medio acuático como pantanos, ríos, pozos, mar…

En la
investigación resulta primordial una escena muy concreta del crimen, que es la
escena donde se encuentra el cadáver, ésta es una escena que puede aportar
datos muy valiosos para la investigación tanto a nivel de indicios forenses,
como para el propio criminal profiling. Turvey aconseja visitar esta escena
para establecer relaciones espaciales dentro de la propia escena como con el
resto de escenas del crimen que puedan existir. Más adelante veremos qué tipo
de cuestiones debe plantearse el profiler sobre ésta y otras escenas.

Añadir
respecto a esta escena, que hay que determinar si el cadáver fue abandonado en
esa escena y por lo tanto agredido en otra o si por el contrario la escena
donde se encuentra el cadáver es además la escena primaria.

Atendiendo
al contacto que se produce entre agresor y víctima Turvey (2008) distingue tres
tipos de escenas:

  • Escena primaria: Es donde existe mayor
    contacto entre el agresor y la victima, donde se invierte más tiempo y
    donde se realizan el mayor número de agresiones a la victima. Debido a
    estas características es una escena importante a nivel de pruebas forenses
    y del criminal profiling. Es posible, como hemos comentado más arriba, que
    además sea la escena donde se encuentra el cadáver.
  • Escena secundaria: Es una escena donde se
    establece interacción entre agresor y victima pero en menor cantidad
    respecto a la primaria. Si es la escena donde se abandona el cadáver, es a
    la vez escena secundaria y de abandono del cuerpo. Dentro de un mismo
    crimen puede haber varias escenas secundarias.
  • Escena intermedia: Es una escena intermedia
    entre la escena primaria y la escena de abandono del cuerpo. Es un tipo de
    escena secundaria que generalmente sirve para trasladar el cadáver desde
    la escena primaria hasta la escena donde se va a dejar el cuerpo. Es
    importante analizar la transferencia que se puede producir desde la escena
    primaria hasta esta escena y entre ella y la escena de abandono del
    cuerpo.

Como se ha
mencionado anteriormente resulta muy conveniente visitar físicamente estos
escenarios por parte del profiler. Más adelante apuntamos las cuestiones que
debe plantearse para la realización del criminal profiling en relación a la
escena del crimen.

La inspección técnico policial en la escena del crimen

El estudio
de la escena del delito, con todo lo que ello engloba, es lo que normalmente se
conoce como inspección técnico policial. También inspección ocular o
reconocimiento judicial, cuando es la propia Autoridad Judicial quien la lleva
a cabo. El trabajo que se realiza en la escena de crimen es de suma importancia
y repercutirá en el resto del proceso de investigación del hecho delictivo.

Cuando la
policía llega al lugar del crimen, lo primero que haces es una observación
general de la situación, fijando dicha observación por medio de fotografías o
vídeos de todos los lugares de la escena. A partir de aquí se debe usar todo el
tiempo que el investigador necesite para prestar a atención a todo aquello que
se considere relevante. Un aspecto importante en la inspección técnica policial
es el tiempo, el examen de la escena del crimen debe hacerse de la forma más
precoz que sea posible (Verdú et al. 2006).

Es
importante acordonar la zona y establecer el espacio de la escena del crimen,
dejando pasar a esa zona exclusivamente al personal que tenga que hacer algo en
ella. Evidentemente la prioridad está en salvaguardar la seguridad de las
posibles víctimas con vida y de los propios agentes. Por esto resulta
primordial no solo asegurar la zona, sino establecer la muerte real de la víctima,
en caso contrario deberá personarse en el lugar un equipo sanitario. Ante esta
situación es fundamental que los sanitarios informen de todos los cambios que
hayan podido realizar en la escena del crimen para ser tenidos en cuenta,
cambios de posición de la víctima, retirada de objeto, huellas, contacto con
zonas… Es básico preservar la escena de posibles perturbaciones y contaminación.

En este
momento también se procederá a labores de identificación tanto de la víctima,
de posibles testigos y de cualquier persona involucrada en el hecho,
evidentemente también el posible agresor.

Esta fase de
identificación, la seguridad y protección de la escena continúa hasta la
llegada de los oficiales encargados de la investigación.

Los
oficiales encargados de la escena deben documentar todas las actividades y
observaciones que se realicen en la escena: entradas y salidas, posiciones,
objetos, condiciones climatológicas y de iluminación, declaraciones de
testigos, valoración de posibles peticiones de órdenes de registros,
requisación, límites de la escena…

Los
oficiales encargados de la escena también deben valorar qué recursos de la
policía científica van a necesitar para la recogida de indicios en la escena.

El trabajo
en la escena de un crimen debe ser pausado, amplio y escrupuloso (Verdú et al.
2006).

El equipo
encargado de la inspección técnico policial deben establecer las características
del delito, ajustándolo lo máximo posible al tipo penal del que se trate a
priori, deben dar información inicial sobre las posibles vías de investigación
que se deben establecer para evitar posible destrucción de pruebas o fuga del
culpable/s.

La policía
científica acota su campo de trabajo para la recogida de indicios. En función
de que sean escenas cerradas o abiertas se suelen usar distintas técnicas:

  • Escenas cerradas:
    • Método punto a punto: el
      investigador va de una zona objeto que puede contener un indicio a otro
      sin un orden determinado.
    • Método por zonas: la escena se
      divide en zonas a modo de cuadrículas.
  • Escenas abiertas:
    • Método en espiral: desde un
      punto inicial y céntrico de la escena, se avanza en espiral hacia fuera.
    • Método de rejilla: los investigadores
      dividen la escena en franjas o rejillas y las van abordando al mismo
      tiempo. También es posible cuadricular la escena como si se tratase de un
      yacimiento arqueológico. Hacerlo en forma circular también es apropiado
      para zonas extensas y con esa geometría. Este tipo de método se realiza
      cuando hay que trabajar sobre una extensa superficie.

Por regla
general, los técnicos deben recoger antes los indicios que puedan ser más
perecederos, usando un método de procesamiento y recolección de la evidencia
del menos intruso al más intruso.

La
manipulación de la evidencia física debe hacerse de manera correcta y en las
mejores condiciones posibles para que de dicha evidencia puedan obtenerse
resultados válidos y fiables.

Como se ha
comentado anteriormente, la seguridad de la escena debe centrarse entre otras
cosas en garantizar la no contaminación de los indicios, para ello, un trabajo
profesional, pausado y especialmente meticuloso es necesario por parte de los
oficiales a cargo, de la policía científica y de toda aquellas personas que
puedan estar en algún momento en la escena (personal del juzgado, forense,
etc.).

Una vez que
el indicio ha sido recolectado usando el procedimiento adecuado, éste debe ser
embalado para su envío posterior al laboratorio. Una vez más, la fase de
embalado también debe estar garantizada por una buena praxis ya puede hacer que
un indicio importante bien recolectado se convierta en inservible al llegar al
laboratorio por llegar mal embalado.

En esta fase
de embalado el indicio debe ir correctamente documentado mediante etiquetaje e
informes.

A partir de
aquí, es necesario establecer una cadena de custodia para la seguridad, el
control y el transporte del indicio.

Indicios forenses en la escena del crimen

De la
escena/s del crimen, la policía científica va recoger una serie de indicios que
van a ser fundamentales para el desarrollo de la investigación. A efectos de
una investigación criminalística, se va a considerar indicio o vestigio, todo
aquel objeto, instrumento, resto, huella, marca, señal?que se usa y/o se
produce en la comisión de un hecho, susceptible de ser recogido y de cuyo
análisis se van a obtener datos sobre la existencia del hecho delictivo, sobre
la identidad del autor de los hechos, sobre el modus operandi, etc.

Los indicios
se puede clasificar básicamente en: biológicos, huellas y no biológicos. A
continuación vamos a realizar un somero repaso de los indicios que más
información pueden aportar en la realización de un criminal profiling, así como
qué información se puede sacar de los mismos.

  • Biológicos:
    • Sangre: Además de cuestiones de
      identificación, los rastros de sangre en la escena del crimen pueden
      aportar información valiosa respecto a cómo y con qué instrumento hirió
      el agresor a la víctima, cómo sucedieron los hechos, desplazamientos,
      modus operandi del criminal, conductas sádicas, de venganza…

Es importante realizar un estudio de las manchas de
sangre y de la información que pueden aportan. Las manchas de sangre se pueden
clasificar por su mecanismo de producción:

      • Proyección: Las que se
        producen generalmente por la acción de la gravedad o por salpicaduras de
        una mancha. Dependiendo de la altura a la que caigan y de la posición la
        forma de la mancha será distinta, así las gotas de sangre oblicuas
        indican movimiento, informándonos además de la dirección en la que éste
        se produjo.
      • Escurrimiento: El
        escurrimiento es la morfología que adquiere la mancha como consecuencia
        de la acción de la gravedad, permitiendo constatar si el cadáver u
        objeto que contiene la mancha ha sido modificado de su posición.
      • Contacto: Son las manchas que
        reproducen total o parcialmente la forma del objeto que ha estado en
        contacto con la sangre.
      • Impregnación y limpieza:
        Estas dos últimas formas son el resultado de la imbibición de un tejido
        por la sangre, de manera que solamente adoptas formas escasamente
        interpretables. Se producen cuando se limpia de sangre un objeto o
        cuerpo.

Otras informaciones de la sangre se pueden obtener del
estudio de la velocidad de las gotas, las cuales pueden proporcionar datos
sobre la situación de la persona que sangra, posición en la escena, instrumento
de agresión…También la morfología y cantidad pueden informar del tipo de
herida en cuanto al origen arterial o venosa de la sangre.

La búsqueda de sangre se debe realizar en víctima,
escena, sospechoso, vehículo…Para buscar la sangre se pueden usar la
observación directa o técnicas forenses como luces UV o reactivos de
orientación (luminol). Ya que la obtención de pruebas de sangre se puede
realizar aunque el agresor haya intentado borrar rastros de sangre, será
necesario conocer este hecho para valorar la posibilidad de poseer conciencia
forense por parte del agresor, así como experiencia, grado de perfeccionismo,
tiempo en la escena del crimen…

La información obtenida del estudio de las manchas de
sangre debe usada en el perfil, pues nos puede aportar datos sobre el modus
operandi y victimología.

    • Semen y fluidos vaginales: Además de cuestiones de
      identificación por pruebas de ADN, la existencia de este tipo de rastros
      biológicos nos pueden informar del sexo del agresor, de participación de
      una motivación sexual, conductas sexuales realizadas, tipo de relación
      con la víctima, sadismo, conciencia forense, experiencia delictiva…
    • Otros fluidos biológicos
      (sudor, heces, vómitos, lágrimas…):
      Además de cuestiones de identificación la
      existencia de este tipo de rastros deberá ser valorada por el profiler
      para obtener datos respecto a conductas ritualistas, sádicas, de
      humillación a al victima (defecar sobre su cuerpo). Por ejemplo, la
      existencia de vómito cerca del cadáver mutilado nos puede indicar que el
      agresor no tiene experiencia en esta actividad, que en un momento dado ha
      sentido asco y repugnancia que le ha obligado a vomitar.
    • Pelos, cabellos, uñas, piel
      descamada:

      Además de información identificativa, la existencia de estos rastros nos
      puede dar información sobre modus operandi, conducta sádica, método de
      control de la víctima, conductas defensivas de la víctima, fuerza del
      agresor, conducta ritualista (ejemplo: lavar o cortar el cabello de la
      victima).
  • Huellas:

Las huellas pueden aportar valiosa información al
profiler al margen de cuestiones identificativas. Puede arrojar datos sobre el
modus operandi, grado de planificación de la agresión, conciencia forense,
victimología, experiencia delictiva o antecedentes penales…En el caso de
mordeduras también nos podría indicar conducta de ira, sádicas…

  • Indicios no biológicos:
    • Tóxicos, drogas, medicamentos: La existencia de estos
      rastros en la escena deben contrastarse con los encontradas en la
      autopsia para conocer si fueron usados, si se encontraban en el organismo
      de la víctima y si es posible que también fuera usado por el agresor.
      Esto nos podría dar información sobre el modus operandi, método de aproximación
      o control de la víctima (ejemplo: la controla con un medicamento
      paralizador), grado de planificación de la agresión, conocimientos
      farmacológicos del agresor, grado de uso de la violencia física por parte
      del agresor, victimología (ejemplo: enfermedades de la víctima),
      conductas sádicas o de ira.
    • Explosivos y combustibles: En el caso de perfiles sobre
      terroristas o incendiarios, este tipo de indicios van a aportar al
      perfilador información sobre el modus operandi, conocimientos técnicos
      del agresor, planificación, motivación.
    • Vestidos y complementos: La existencia de vestidos o
      complementos nos pueden dar datos de la victimología, modus operandi
      (ejemplo: la víctima es desnudada a la fuerza), información sobre el
      agresor (ejemplo: se usa para estrangular a la víctima una corbata que no
      pertenece a la misma).
    • Documentos, voces grabadas,
      vídeos:

      Parece evidente que el análisis de este tipo de rastros son muy valiosos
      para la realización del perfil criminal. Documentos y voces nos pueden
      indicar sexo, procedencia, nivel educativo, estado emocional y
      psicológico, planificación. Los vídeos pueden aportar además datos
      físicos del agresor, modus operandi, relación con la víctima.

Esta lista
no pretende ser exhaustiva ni excluyente, el profiler debe valorar todos los
indicios encontrados en la escena del crimen, evaluando no solo los datos o
resultados forenses de cada uno de ellos, sino además conociendo como se
relacionan con la escena del crimen, dónde aparecen, posición, pruebas realizadas y no realizadas, etc. Para
ello es evidente que necesita tener amplios conocimientos sobre las técnicas
forenses que se realizan en la propia escena del crimen así como en los
laboratorios criminalísticos, sobre los resultados que pueden aportar y sobre
la interpretación que de esos datos se pueden hacer.

Hasta aquí
sería la investigación técnico científica, pero resulta muy interesante para el
profiler la información resultante de la investigación procesal, en concreto
los datos que se puedan analizar de la fase de reconstrucción de los hechos.

Como indica
Burón (2003) la reconstrucción de los hechos se lleva a cabo mediante el
traslado del juez instructor al lugar de la comisión del hecho punible,
adoptando las medidas oportunas para reproducir el suceso sobre el escenario
mismo donde se produjo, con la asistencia de imputados, testigos, etc.

El objetivo
como hemos dicho es adquirir conocimiento de la forma en que sucedieron los
hechos. La policía en esta situación se dedica a filmar en vídeo la
reconstrucción y a asesorar al juez sobre aspectos de la reconstrucción.

Parece por
tanto muy indicado que el profiler pueda acceder al informe y/o documento gráfico
de la reconstrucción de los hechos ya que sería la forma más cercana posible de
conocer lo que sucedió. No obstante, como veremos más adelante, el profiler
debe analizar críticamente no solo la investigación técnico científica sino
también la reconstrucción de los hechos, aportando, dudando y en su caso
rechazando información en base a su conocimiento experto sobre el
comportamiento y la psicología criminal.

Jorge Jiménez Serrano.
Licenciado en Psicología por Universidad Sevilla (España). Experto en Psicopatología
Criminal y Forense.

Artículo publicado en la R. digital
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