DEFINICIĆN
Es la pĆ©rdida del poder adquisitivo de la moneda, no por decisiĆ³n formal de la autoridad monetaria como en el caso de la >devaluaciĆ³n, sino por la dinĆ”mica de los acontecimientos econĆ³micos de un paĆs.
La desvalorizaciĆ³n, por tanto, no obedece a una resoluciĆ³n explĆcita de la autoridad monetaria sino a elementos fĆ”cticos de la vida econĆ³mica. Es, por asĆ decirlo, un proceso automĆ”tico de pĆ©rdida de poder liberatorio de la moneda.
El valor de la moneda tiene como referencia su relaciĆ³n con otras monedas y con los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado. La desvalorizaciĆ³n implica una merma de su fuerza de compra con respecto a ellos, de modo que se requerirĆ”n mĆ”s unidades monetarias para adquirlos.
Se puede utilizar tambiĆ©n la palabra depreciaciĆ³n para denotar este fenĆ³meno, si bien la extensiĆ³n de este tĆ©rmino es mĆ”s amplia puesto que se refiere ademĆ”s, en la contabilidad de empresas, a la disminuciĆ³n del valor de sus activos por obsolescencia o simplemente por variaciones de precio en el mercado.
La operaciĆ³n contraria a la desvalorizaciĆ³n o depreciaciĆ³n es la revalorizaciĆ³n monetaria,que consiste en el incremento fĆ”ctico del valor de la moneda nacional en relaciĆ³n con las monedas de otros paĆses y la modificaciĆ³n, por tanto, de su paridad real con respecto a ellas.
El sistema econĆ³mico y monetario mundiales de la postguerra, que se estableciĆ³ en la Conferencia Monetaria y Financiera de Bretton Woods, New Hampshire, en julio de 1944, montĆ³ un rĆgido sistema de control de capitales y de cambios tanto a escala internacional como interna. Pero en la era de la >globalizaciĆ³n āque en la Ć³rbita financiera y monetaria se iniciĆ³ en los tempranos aƱos 70 del siglo anterior, a partir de la supresiĆ³n de la convertibilidad del dĆ³lar en oro decretada por el presidente Richard Nixon de Estados Unidosā se estableciĆ³ la āflotaciĆ³nā de las monedas. Los capitales financieros, ya sin control alguno, empezaron a desplazarse rĆ”pidamente por el mundo con entera libertad, y esa movilidad produjo fluctuaciones drĆ”sticas e imprevisibles en el valor de las divisas. La acentuada volatilidad de los tipos de cambio indujo a las instituciones financieras y bancarias y a las empresas productivas a movilizar sus capitales, diversificar sus inversiones y comprar activos financieros de diversa clase en distintos paĆses para defenderse de los riesgos del cambio. En otras palabras, les indujo a especular. CanadĆ”, Alemania y Suiza en 1973, Estados Unidos en 1974, Inglaterra en 1979, el JapĆ³n en 1980, Francia e Italia en 1990 suprimieron todas las restricciones a la movilizaciĆ³n internacional de capitales. Lo mismo hicieron los paĆses latinoamericanos bajo la presiĆ³n del >Fondo Monetario Internacional. Y, aunque los paĆses de Asia resistieron por mĆ”s tiempo, al final el sistema desembocĆ³ en una economĆa internacional de especulaciĆ³n que, entre otras consecuencias indeseables, produjo una terrible volatilidad en los tipos de cambio. Los especuladores se dedicaron a comprar divisas cuando estaban baratas para venderlas cuando estaban caras, en cortĆsimos plazos. En instantes, horas o dĆas se hacen movimientos cambiarios de ida y vuelta. Y las autoridades estatales resultan impotentes para controlar ese flujo de capitales ādesreguladosā, con sus bruscos cambios de direcciĆ³n y oscilaciones caĆ³ticas en las cotizaciones. Se trasladan de la Bolsa de Tokio a la de Frankfurt, o de la Bolsa de Londres a la de Sao Paulo miles de millones de dĆ³lares en un instante. En el <ciberespacio se mueven capitales varias veces superiores al monto de las transacciones de la economĆa real y forman las llamadas āburbujas financierasā.
Aunque no nos adhiramos al >monetarismo āque exagera la influencia de la moneda y, por ende, de la polĆtica monetaria en el comportamiento de la economĆa de un paĆsā no hay duda de que las fluctuaciones pronunciadas de su divisa causan alteraciones macroeconĆ³micas inconvenientes, especialmente en el Ć”mbito de sus exportaciones e importaciones, y afectan el poder de compra de la gente. Recuerdo que en la crisis de Indonesia (1997-1998), en que la moneda nacional āla rupiahā perdiĆ³ el 50% de su valor, millones de personas cayeron en la penuria puesto que el arroz importado que consumĆan masivamente subiĆ³ de precio. Algo parecido ocurriĆ³ en Ecuador cuando el gobierno demĆ³crata-cristiano decidiĆ³ a comienzos del 2000 devaluar la moneda nacional āel sucreā en cinco veces, como paso previo para ir hacia la >dolarizaciĆ³n:hubo un empobrecimiento repentino y general de la poblaciĆ³n, que vio drĆ”sticamente mermado su poder de compra. En cambio, el alza de la cotizaciĆ³n de la moneda nacional produce el fenĆ³meno contrario: se abaratan las importaciones y se encarecen las exportaciones. Todo lo cual demuestra el efecto que las fluctuaciones de la moneda āvĆa <devaluaciĆ³n o desvalorizaciĆ³n o vĆa revaluaciĆ³n o revalorizaciĆ³nā tienen en el proceso econĆ³mico de un paĆs.
Dr. Rodrigo Borja Cevallos