¿DEMOCRACIA ENFERMA?
Amenazas contra la libertad de prensa
derechopane10_1_.jpg

Por: Dr. Marco Navas Alvear
[email protected]

H ACE TIEMPO que debería estar claro que cuando se habla de temas relacionados a la libertad para emitir opiniones acerca de quienes ejercen el poder -o lo intentan- se está hablando de derechos -de los más- esenciales -entre los esenciales- de las personas y de las sociedades.

Podría decirse así que cuando ciertos sectores del poder ponen en duda que la prensa y en general cualquier persona tiene derecho a criticarlos, este es un indicador de que persiste «latente» una «grave enfermedad» de nuestra democracia: la falta de derechos y la persistencia de una cultura autoritaria, patriarcal y decrépita.

Claro, a la vez, las amenazas de censura que emitan políticos que pretendan ejercer funciones vía elección, resulta un indicador de cuánto respeto estos le tienen a aquello que dicen defender: la democracia. Quizá quienes proclaman que hay que censurar a ciertas organizaciones, medios y periodistas, quienes piensan en revertir frecuencias de radio o televisión o crear comisiones para examinar la prensa, lo hacen desde su voluntad autoritaria o esta mezclada probablemente con una extrema ignorancia de la realidad jurídica y del mismo fundamento de la democracia. En todo caso, cualquier afirmación autoritaria de este tipo es inaceptable.

Estos sujetos, acaso no pueden comprender que la sola alusión, la mera amenaza ya supone una afrenta al derecho de todos nosotros -los ciudadanos y ciudadanas- a saber y pensar. A mismo tiempo, su torpeza, deja evidente que la idea de democracia no se ha asentado en sus -mínimas- «mentes», abriendo razonable duda sobre su idoneidad para representarnos.

Ante el debate de los últimos días sobre este tema, consideramos importante exponer algunos fundamentos sobre porqué es importante la libertad de prensa para la democracia.