ÚNICA DUEÑA DE SUS PROPIOS TRIUNFOS
La selección de fútbol
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Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
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E L PUEBLO ES GRATO CON QUIENES LE CUMPLEN. Aunque a veces desmemoriado, porque ha concedido y concede oportunidades adicionales a unos cuantos pelafustanes que le han engañado y robado. Algunos de los cuales, para asombro de todos, con cinismo atrevido, ya anuncian que se aprestan al «sacrificio de volver a cargos tan apetecidos como; diputados, concejales y consejeros. Están dispuestos a «jugarse» el pellejo, los pobrecitos, en los «peligrosos» corredores del poder. Querrán seguro completar los «trabajitos» pendientes, que en su beneficio, en el de su partido o grupo patrocinador no pudieron culminar. La Selección Ecuatoriana de Fútbol ha cumplido con creces.

Los resultados en el deporte popular son pura objetividad

Llegamos hasta donde pudimos, especulaciones más o menos, resultan irrelevantes. Salimos del torneo porque perdimos el partido clave, porque los ingleses fueron mejores, porque anotaron el Gol necesario para apuntarse a la etapa superior. Eso y punto. Los futbolistas ecuatorianos fueron arropados por miles de aficionados que les regalaron una bienvenida inolvidable pletorica de amor, admiración y gratitud. Una alfombra roja imaginaria de pasión popular se tendió por kilómetros. La gente desbordada en acto espontáneo, «Sí se pudo y siempre se podrá» la población cantando, homenajeando a su modo. Al festejo se unieron, cuando no, los sectores oficiales, los políticos, los que saben bien, que estas ocasiones de popularidad pintan calvas, que estar en contacto con el pueblo, en sintonías similares, es una coyuntura que no se puede dejar pasar para aparecer simpáticos, emocionados, generosos en calificativos, bien trajeados, rodeados de bellas modelos, exhibiendo la mejor sonrisa, aunque se note forzada, impartiendo ordenes, quedando bien, tomándose fotos, dientes para afuera, demostrando eficiencia y eficacia, subiéndose a la camioneta ajena, al triunfo ajeno, haciendo de intermediarios innecesarios entre el pueblo y los futbolistas.

Gracias a los futbolistas

Sí, porque si no fuese por ellos, por sus artes, sus técnicas, sus sapiencias con el balón; sino fuera por su inteligencia, su fortaleza física, su sacrificio, su varonía, su entrega, su decisión, su personalidad, todos aquellos que reciben del fútbol, viajes, viáticos, premios, homenajes; que se hacen famosos, ostentan cargos en el deporte a nivel nacional e internacional, todos, no serían nada en el fútbol. Nada, no se habrían hecho populares, famosos, ni celebres, para por vía del fútbol para luego, llegar a ser alcaldes, diputados, prefectos, concejales, consejeros y hombres «dedicados» al servicio público. Esta es una verdad incontrastable. Sin la materia prima, sin los actores del espectáculo, no habría tal espectáculo. No habrían campeonatos: locales, regionales, o mundiales; sin los artistas no hay arte. Por más que sobre el dinero, es por los futbolistas que existe el fútbol; por más que se hayan creado transnacionales para administrar, el multimillonario negocio del fútbol, sin futbolistas, estas transnacionales, como la FIFA no tendría razón de existir.

Reconocer y precautelar sus derechos

Dicho esto entonces, casa adentro miremos, si todo lo que brilla es oro; si a los futbolistas ahora en la palestra se les respeta sus derechos laborales. Es el momento, de que las autoridades del gobierno central, que estuvieron a recibirles en el aeropuerto, por ejemplo el Ministro de Deportes se preocupe de averiguar si en el fútbol profesional ecuatoriano, todos los futbolistas como dispone la ley, están afiliados al Seguro Social – IESS.

Es momento para que toda la prensa, no solo la deportiva, haga las mismas investigaciones y se rebele cuantos clubes han afiliado a sus empleados, a sus trabajadores, a los futbolistas y de seguro encontrarán sorpresas. Verán como la gran mayoría de jugadores no están afiliados, ni nunca estuvieron, que no gozan, ni gozaron los jugadores, que ahora están retirados de esos derechos y beneficios constitucionales y laborales, que sus empleadores, muchos, permanecen y han permanecido al margen de la ley,

En estos temas laborales, y que desde las instancias superiores de la organización privada del fútbol profesional, esto es Asociaciones y la propia Federación no se ha hecho causa a favor de que los empleadores cumplan con la ley; que son pocos los clubes que si cumplen, contados con el dedo de una mano.

¿Y aquí es cuando cuestionamos, preguntamos, si todos los homenajes, muchos cargados de superficialidad y oportunismo tienen sentido?

Si cuando, hay que pagarles a tiempo, pagarles completo, respetarles los contratos, no multarles ilegalmente, esto es, fuera de los montos permitidos por la ley y previa la aprobación de un reglamento disciplinario por parte de autoridad competente, muchos de los empleadores de los futbolistas cumplen o hacen todo lo contrario. Cuando se comenten arbitrariedades en contra de los futbolistas, un grupo de trabajadores especiales, vulnerable todavía, quien dice algo?

¿Cuantos en los medios defienden?

Los mismos que ahora han comentado de fútbol, los que sin ser periodistas deportivos mantienen importantes espacios de opinión y tratan temas sociales, se han empapado de la realidad laboral de los jugadores profesionales de fútbol?, o solo se han interesado en los aspectos de cara al espectáculo, al show. Pues hay otras realidades por dentro. El fútbol tema cada día más importante en el mundo.
Una industria multimillonaria, fuente generadora de empleo directa o indirectamente, de impuestos, si el Estado pierde el miedo y dicta las leyes correspondientes, para tratar al fútbol como el negocio que es, y no como aparece en el Ecuador, en los Estatutos de los clubes, como actividad sin fines de lucro. El fútbol requiere normativas propias y preparación especifica en temas legales. El fútbol no es un estado dentro de otro, lo estamos viendo en los países desarrollados. La autoridad pública no puede ser sobrepasada por la dirigencia del fútbol en ninguna parte. Baste enterarse por ejemplo, como en España el poder judicial ha intervenido en el proceso eleccionario del Real Madrid en estos días.
Gratitud con las personas que le sirven Y el fútbol ha de ser grato con las personas que le sirven, que la han dedicado la vida, uno de ellos, Guillermo Espinel Avilés, Secretario de AFNA. Dirigente, este sí entregado al deporte popular con cuerpo y alma, maestro de muchos, entre los que me incluyo. Legislador del fútbol, conocedor como poco de la reglamentación nacional e internacional, referente permanente para dirigentes con o sin recorrido.
Su criterio siempre prudente y sabio ha servido a muchos, a tantos, que el habrá olvidado.

Nosotros le presumíamos en Alemania, junto a la Selección, con todos los derechos, creíamos que la FEF lo habría puesto a la cabeza de sus invitados, como un acto de gratitud justísimo, que todo el país y la opinión pública habría visto como acertado e inteligente. Pues no, no ha ido, es más no ha estado en ningún mundial, un hombre que con inmenso amor y capacidad ha servido al fútbol del país. Que lamentable, que ingrato gesto, que olvido imperdonable.
Justificaciones no caben, aunque se esgrima que ha estado en cursos y otros viajes. Debió estar él por su Magisterio, por su recorrido en la vida, por su silencio noble de no palanquease el viaje, por que es el Decano, debió estar Guillermo Espinel en este mundial de Alemania, entre los invitados VIP.
Un hombre histórico del fútbol ecuatoriano vio jornadas en el 2006, las históricas del deporte al que ha amado y aportado como pocos, en la televisión. Que ironía, que tristeza, que absurdos tiene la ingratitud, que fatuas y pacatas resultan ciertas sonrisas y esos discursos fraguados y esos abrazos repartidos de ciertos personajes que se llenan la boca de país, que miran los partidos desde nubes rozadas, que quedan bien con todo el mundo, y que piensan al final en su pútrido ego, que se olvidan de quienes han dado al deporte, no votos, sí esfuerzo, lealtad, constancia, producción intelectual, bases, legislación y sobre todo años de vida. Ahora es cuando los profesionales del fútbol, deben unidos fortalecer su causa, el pueblo los apoyara. Es el instante de comprobar si las palabras y las medallas de hojalata se transforman en respeto a los derechos de los trabajadores del deporte rey.


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