Por: Fabricio Vega C.
āLa prisión, moralmente considerada, es una reunión forzosa de hombres ignorantes, culpables, dĆ©biles y desdichados. Si no fuerais ignorantes, no estarĆais aquĆ, porque hubierais aprendido la justicia de las leyes, su fuerza, la imposibilidad de sustraerse mucho tiempo a su acción, y, en fin, que el camino que habĆ©is elegido por mĆ”s fĆ”cil es el mĆ”s dificultoso, porque el oficio de criminal es, de todos, el que da mĆ”s riesgo y menos provechoā
Concepción Arenal
Carta a los Delincuentes