UN REVELADOR DESCUBRIMIENTO
El poder de la iglesia y las censuras
al Evangelio de Judas
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Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
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C UANTO TIEMPO DEBEMOS TRABAJAR? Desde medio día hasta media noche. ¿En que habremos de rendir nuestras energías? Entre otras cosas en la búsqueda del conocimiento. Pues siendo así, andad con cautela hermanos. Vuestros propósitos os llevan a serios riesgos, a latentes peligros, ya que el dogma, y sobre todo ciertas sectas de este, no se anda por las ramas, los fanáticos, son de esencia intolerantes y su ambición de poder, de dominar al mundo a través de la fe, es inconmensurable.

Por ello, cuando algún velo se levanta y nos permite atisbar luces, en el fondo de algunos secretos que han mantenido ocultos por casi dos mil años, para su único beneficio, toda campaña de desacreditación respecto de la nueva información es poca. Y la emprende igualmente contra las personas que no navegan en sus mismas aguas. Más hemos de ser perseverantes, corajudos y llenarnos de Temple, para no desmayar en nuestros justos derechos de acercarnos a descubrir la luz, en esa oscuridad que nos rodea.

El evangelio de Judas

Ha sido el 6 de abril de 2006, cuando la Nacional Geographic dio a conocer al mundo que el papiro encuadernado en cuero de veinte y seis páginas, que fuera encontrado en Egipto en 1978 es autentico y que sus contenidos guardan lo que sería la versión de Judas de Jesús y sobre todo de los episodios anteriores a la captura de Jesús y a su crucifixión.

Los científicos involucrados todos catalogados como los mejores del mundo, han coincidido que el maravilloso documento fue escrito entre los siglos tercero y cuarto de la era cristiana, aunque se desconoce quien es el autor. Las escrituras de Judas, encontradas son de los tres textos más importantes que la humanidad ha recuperado para si en el pasado siglo XX.

Se denomina evangelios, a los escritos biográficos con intención catequética de la vida de Jesús, incluidas su doctrina y milagros. El Evangelio de Judas, que sin duda, ha convulsionado a la ortodoxia recalcitrante, es uno de los «Prohibidos» por la Iglesia Católica. Uno de los apócrifos, o sea, uno de aquellos que, como ha quedado demostrado, se escribió en los primeros tiempos del cristianismo y que no fueron, ni son aceptados por la mencionada Iglesia, cuya sede esta en el Vaticano.

A Pablo de Tarso quien inicialmente se llamó Saulo, uno de los más influyentes seguidores de Jesús, tanto que se dice, es el hombre más valioso y columna central del cristianismo, le corresponde, el uso por primera ocasión de la palabra Evangelio en las letras cristianas en la primera epístola o carta a los Corintios escrita por allá en el año 57 d.C diciendo:» Os recuerdo, hermanos, el evangelio que os anuncié, que recibisteis, y en el que habéis perseverado».

Sobre el trabajo de este, trascendente hombre, fundador de la Iglesia Católica, el escritor español Fernando Sánchez Drago, en su polémico, atrevido y estupendo libro, «Carta de Jesús al Papa» dice: «Nunca fundé una iglesia,, nunca investí a nadie de autoridad alguna, nunca tuve en mi poder las llaves del Reino, nunca dije a Simón Pedro, pescador de daga pronta y de talante bronco, que se erigiese en Sumo Pontífice y en Gran Rabino de la sinagoga de mi doctrina.

Todo eso fue invención de un compatriota mío al que llamaban Saulo. Luego mudó de nombre. Yo no alcance a conocerlo. Él, en cambio presumía de lo contrario, se jactaba de haberme visto o sentido en el transcurso del accidente que sufrió al encabritarse su caballo ante la puerta de una ciudad levantina e iba a parecer, diciendo por aquí y por allá, de punta a punta del Mediterráneo, que me representaba, que hablaba en mi nombre, que predicaba lo mismo que yo había predicado y que sus ideas eran mis ideas. Nada más falso. Yo en ningún momento pensé ni dije, ni-menos aún- hice, lo que Pablo (tal fue su segundo nombre) me atribuía o iba poniendo en mi boca». Pág. 52.

A más del Evangelio de Judas, que ahora, le cuenta al mundo que Jesús, distinguió, escogió, a Judas para cumplir sus propósitos iniciaticos, -quizá, porque Judas no era un profano, – de separar su espíritu de la envoltura material existen otros Evangelios, o escritos proscritos por la Iglesia Católica, entre ellos están los rollos del mar muerto y los Naj Hammadi y los escritos de la sociedades gnósticas que encriptaron de los discursos de Jesús mensajes reservados solamente para iniciados.

El poder de la iglesia

Con el paso del tiempo y el crecimiento de poder de la Iglesia y sus alianzas, Evangelios apócrifos, se llamaron a todos aquellos que no se incluyeron en el Nuevo Testamento. Entre tales están los gnósticos de Naj Hammadi, llamados así porque fueron descubiertos en el Alto Egipto por un árabe en 1945, en la ciudad de Naj Hammadi en Yebal al Tarif, de Felipe y de Tomas; los de María Magdalena, la primera apóstol, la más querida de Jesús, también, relegada por la Iglesia a planos oscuros y pecaminosos.

El Evangelio apócrifo de Juan, el de Valentín, llamado el de la Verdad, los Evangelios Egipcios y muchos otros más, no catalogados como gnósticos, entre los que cabe mencionar: El Evangelio secreto de Marcos, El Evangelio de Pedro, El Evangelio cátaro del pseudo-Juan, El Evangelio de los nazarenos, de Taciano. Entre los de la pasión y la resurrección: El de Judas Iscariote, materia del comentario, el de Nicodemo, conocido como el de «Hechos Pilatos o Acta Pilati» y el de Bartolomé.

Censuras inaceptables

Como podéis ver información inmensa, que ha sufrido y sufre censuras inaceptables en todos los niveles de expresión en los que se haga el juego al dogma y se aupe oscurantismos. El dogma siempre procuro la desaparición de textos similares. El mismo personaje Irineo Obispo de Lyon puso todos sus esfuerzos para que no podamos conocer lo que ahora es una realidad. Las razones de Judas.
En el año 180 este jerarca de la Iglesia había dicho sobre los herejes: » se jactan de tener más evangelios que los que realmente existen» y se queja de que en sus tiempos estos escritos ya circulaban ampliamente-de Galia a Roma, Grecia y Asia Menor.» Pág. 129.Los Secretos del Código.»

El Evangelio de Judas, fue utilizado, según reconocen, los investigadores de la Iglesia, por el grupo gnóstico de los cainitas. Se daba por perdido a este códice copto, traducido se cree de un documento original griego.

El copto es heredero de primera sangre de la lengua que se hablaba en el Egipto antiguo, aparece dicen las investigaciones en los alfabetos de hierático y demótico. El alfabeto copto es, según, los expertos, una versión frugalmente modificada del alfabeto griego.

El ya autentificado documento, El Evangelio de Judas, fue sometido a rigurosas pruebas sobre su tinta, estilo y contenido y supero la prueba del carbono 14. Un complejo procedimiento para rescatar una figura histórica. Que se dice, en algunas caricaturas, no interesa a nadie. Si así fuera, no se entiende tanto esfuerzo intelectual y material para disminuir un hallazgo que derriba un mito y que sin duda, abre interrogantes, y provoca en la humanidad interés por llegar a conocer la verdadera vida de Jesús, el Maestro, el hombre, el iniciado, el líder, el subversivo, el amante, el ser humano en definitiva y sus cercanos; los hombres y mujeres que le rodearon, que le sintieron, que escucharon su voz, su mensaje, de forma directa, sin intermediarios que se abrogan hablar por Dios y en su nombre han permanecido lejos de los pobres, distantes de los humildes, sordos para los enfermos, ciegos antes las torturas en las cárceles, sin sentidos, escasos de palabra y obra ante el hambre, la guerra, los torturadores, los dictadores, los terroristas de estado, aupando en ocasiones, registradas por la historia antigua, reciente y contemporánea, a gobiernos insolidarios, censuradores, racistas y santificando a personajes de la misma índole: sectarios, excluyentes, vividores de la fe, fraternos del status, del oropel, de la explotación organizada a los que menos tienen.
Promotores de la inquisición, de la negación al prudente, justo y necesario control de la natalidad, sobre todo en países como el nuestro donde la ignorancia y el analfabetismo campean, por ser estos estados de postración social, convenientes para los intereses de los ricos y poderosos que se benefician del mal ajeno, de que los niños y jóvenes no tengan acceso a la educación, de que no puedan protestar, de que se dejen llevar por llamados de fe que ofrecen felicidad en la vida eterna, a cambio de aguantar, miseria, humillaciones, falta de oportunidades, enfermedades, y todos los hijos que vengan, por una placida vida eterna, una vez que hayan muerto conformes y santificando su inhumana e inaceptable situación. Terrible cuanto daño se ha provocado en nombre de Dios.

Todo esto hace más importante que se debata, sobre El Evangelio de Judas, y sobre María Magdalena, dos personas, que va quedando claro, fueron, especialmente cercanas a Jesús, a las dos por coincidencia, dicha ya, se les ha pretendido borrar de la historia o al menos, ante tal imposible, llenarlas de lodo.
Judas y Jesús al parecer transitaban por caminos de iluminación. Los saberes de Judas, lo ubicaron, en el trance más importante del proyecto de Jesús, su muerte y como esta habría de cumplirse. Esa tarea no era, para cualquier otro. Como tampoco la de María Magdalena, una vez muerto Jesús, ser la mujer amada del Maestro, su compañera hasta la muerte.

Las obras del Evangelio de Judas

El Evangelio de Judas contiene tres obras: El primer Apocalipsis de Santiago y la Epístola de Felipe, que se concede la autoría a Pedro, trabajos gnósticos ya conocidos desde los hallazgos de Naj Hammadi.

La tercera parte, se ha denominado temporalmente como el Libro de Alogenes. La parte que ha sido traducida considerando que el códice esta deteriorado y que de las 66 páginas 26 son propias del Evangelio de Judas, inicia según los investigadores tratando» las revelaciones que Jesús hizo a Judas Iscariote, en conversación privada, tres días antes de la Pascua.

Se da cuenta de que el texto ha sido escrito en tercera persona y que es un dialogo entre Jesús y sus apóstoles, fundamentalmente con Judas, al que Jesús trata especialmente, de alguna manera lo prefiere, para atarlo a su destino, para atarse juntos al momento final. Judas sería quien ponga a Jesús en manos de los romanos y de sus momentos más amargos, enfrentando a la tortura, a la humillación y a su propio proyecto de trascendencia. Jesús profetizo de la siguiente manera:

» Tú serás el decimotercero, y serás maldito por generaciones, y vendrás para reinar sobre ellos» (de la pagina 47)

Aquí quedamos en la certeza de que las estrellas no permiten la noche total.

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