El ejercicio democrático de la participación política

Por: Dra. Berenice Pólit M.
ASESORA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

P ARA EL POLITÓLOGO ENRIQUE KRAUZE , «La democracia busca la libertad y la igualdad política, igualdad de participación, influencia y vigilancia sobre decisiones políticas, en este sentido, la democracia es un objetivo distinto de otros, no menos importantes: igualdad material, bienestar, paz, seguridad, orden fraternidad».

El derecho de elección

Una de las expresiones de la vida en democracia es el derecho que todos los ciudadanos y ciudadanas en calidad de mandantes podamos elegir con sentido común, y razonabilidad a nuestros gobernantes, pero además y en esencia, democracia es participación, es exigir rendición de cuentas, es revocar un mandato.
El actual texto constitucional incorpora estos nuevos elementos, que tornan a la democracia más vívida, participativa y da cuenta con los tiempos modernos en que nuestros países han ido cayendo y levantándose de oleadas de desgobiernos en que la corrupción ha incrustado sus garras, los ha inducido a perder el horizonte de las mayorías y gobernar para unos pocos.
Pero esta democracia que en buena parte no ha dejando de ser formal, ha ido puliendo sus pliegues a lo largo de estos años; la persistente lucha de las mujeres demandando equidad en las relaciones y acción positiva en aquellos aspectos en que ha imperado una ideología patriacal y excluyente hizo posible la Ley de Amparo Laboral, publicada en el Registro oficial No. 124, de 5 de febrero de 1997, que estableció la obligación de integrar las cortes superiores, los juzgados, las notarias, las registradurias y demás curiales con un 20% mínimo de mujeres.

La igualdad de género

En materia electoral también se han logrado importantes avances democráticos en los espacios de participación, en condiciones de igualdad entre mujeres y hombres como candidatos en los procesos de elección popular. La reforma al Reglamento General a la Ley de Elecciones (Resolución No. 0001. Tribunal Supremo Electoral, R.O. No. 39, de 29 de marzo del 2002), en el Art. 7 agrego: «IGUALDAD DE GENERO, que de manera puntual dice: «.negarán de oficio o a petición de parte, la inscripción de aquellas listas de candidaturas pluripersonales y 30% como suplentes, en forma alternada y secuencial» «la inclusión obligatoria, de manera alternada, de mujeres en las listas de elección pluripersonal».
No obstante estos logros alcanzados dentro de la política de género, el intrincado y complejo manejo del poder, que a lo largo de la historia de nuestro país, ha convertido a la democracia, en una frágil figura de papel, manejada y manipulada por los intereses de grupos económicos hegemónicos y que impide que el conjunto de partidos y movimientos independientes accedan a las esferas de dirección política en igualdad de condiciones, generando opciones y posibilidades a aquellos sectores privilegiados que han apostado su triunfo gracias a fuertes inversiones económicas y empresas electorales que venden a través del marketing una imagen por los medios de comunicación televisiva, y radial.
Este proceso ha excluído a partidos y movimientos sociales y de manera particular a las mujeres ecuatorianas que no disponen de recursos propios, no representan a los grupos económicos y que por tanto, ven reducidas sus posibilidades de hacerse conocer y publicitar sus propuestas.
Estas inequidades o desigualdades desdicen del valor de la democracia como valor general, ligado al concepto de soberanía popular, cuya búsqueda y consolidación es parte de la cultura latinoamericana, de sus tradiciones, valores y luchas.
Dentro de este marco categórico, se hace indispensable impulsar una propuesta que apunte a equilibrar en parte el orden democrático de la participación ciudadana en la vida política del país; esto es, sobre la base de parámetros de igualdad de condiciones para la propaganda política de los partidos y movimientos sociales, en la lid electoral.

La implementación de franja electoral

La propuesta de la franja electoral, tiene como antecedente inmediato la experiencia electoral de Chile, que ha introducido una reforma a la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.
En el Ecuador, la propuesta tendría como fundamento los derechos y garantías consignados en la Carta Política, en favor de todas y todos los ciudadanos ecuatorianos. La igualdad ante la ley, es uno de ellos, propugna: «Todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social; idioma; religión, filiación política, posición económica, orientación sexual; estado de salud, discapacidad, o diferencia de cualquier otra índole».
Esta propuesta plantea en esencia que, todos los candidatos de los distintos partidos políticos y movimientos independientes, recibirán espacios en los distintos medios de comunicación, por medio de la prensa, radioemisoras y canales de televisión, en partes o tiempos iguales, en forma rotativa y en orden alfabético. De darse un pacto entre los partidos y movimientos independientes, se sumaría el tiempo de toso los pactantes.
Para efecto de la aplicación de esta ley, y su financiamiento hay una serie de experiencias tanto en México como en Colombia que podrán hacer viable esta propuesta equidad e igualdad de oportunidades, llamada «Franja Electoral».