UN NUEVO CONCEPTO DE CIUDADANÍA VIVA
El poder ciudadano

Por: Dr. Marco Navas Alvear
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Un nuevo concepto de ciudadanía viva

Desde hace algunos años las luchas sociales por más democracia se vienen reflejando en un cambio en lo que se entiende por ciudadanía. Como hemos analizado ya anteriormente (consultar M. Navas, Derechos de la Comunicación, una visión ciudadana, UASB, Quito 2002 y Derechos de la comunicación, 2da Ed. Quito, 2005) ser ciudadano, ciudadana o mejor dicho, la ciudadana, implica ahora más derechos y no solamente algunos derechos políticos solamente para algunos. Esta nueva concepción de ciudadanía fue incluso introducida en la actual Constitución a partir de allí se ha convertido en una herramienta de participación.

Así gracias a la acción colectiva, el concepto parece haber rebasado la formalidad y el ámbito de los derechos políticos para diseminarse en varias luchas de grupos sociales que reclaman las libertades y derechos inherentes a la persona humana: ecología, educación, diversidad, etc.

En otras palabras y a contra línea de quienes critican o miran con escepticismo neo-conservador las movilizaciones que en el Ecuador se han producido -y con fuerza desde la última década- podemos decir que estas van de la mano con el cambio del concepto anotado. Ambos procesos se influyen mutuamente, quizá en el momento en que la gente -la ciudadanía- movilizada abre nuevos espacios deliberativos y de crítica.

Desde allí, no solo que resiste a los intentos autoritarios y neo conservadores -o ultraliberales- por llevarse lo que queda de la «Res pública», sino que resignifica y hasta produce sentidos novedosos sobre lo que debería ser el cambio.

Una crítica a los análisis reduccionistas

Este fenómeno de movilización ciudadana se asocia con varios factores que hay que tomar en cuenta si se quiere un análisis integral del Ecuador de hoy, entre otros: nuevos derechos que son consagrados y que comienzan a ser demandados, la apertura de espacios públicos que es consecuencia de la movilización, la creación de nuevas prácticas y discursos en estos nuevos espacios. Cierto es que se trata aún de fenómenos localizados espacial y temporalmente, pero también se trataría de una tendencia en crecimiento.