En un espíritu corrupto no cabe el honor”:

Tácito.

Autor: Dr. Augusto Durán Ponce.

Etimología

La palabra Soborno emana del verbo “subornare”, que es el resultado del sufijo “sub”, debajo, y del verbo “ornare”, que es equivalente a “equipar”, por lo que puede concluirse que “subornare” era sinónimo de “proveer a escondidas”.

Concepto

Soborno es la corrupción que se comete sobre un individuo al ofrecerle o entregarle dinero, un regalo o haciéndole un favor para alcanzar de esa persona algo que necesita o aprecia.

Soborno es la dádiva con la cual se soborna y la acción y efecto de sobornar.

Soborno, según el origen etimológico del verbo “subornare”, se refiere a corromper a una persona con dinero, regalos o favores, para obtener algo de dicha persona.

El Soborno es un delito mediante el cual un funcionario público acepta o exige una dádiva para concretar u omitir una acción.

El Soborno también es conocido como cohecho o coima.

El Soborno, como tipo de corrupción especial, es una falta de ética, que consiste en que una persona entrega a un servidor público una suma de dinero para obtener una respuesta positiva a una solicitud o un trámite, de manera independiente a que si cumple o no con los requisitos legales correspondientes.

El Soborno existe como delito cuando se dan bonificaciones, comisiones, pagos o secretos indebidos, inexplicables o inusuales a una persona o al Estado; cuando existen cuentas que no se hallan registradas en los libros.

Condiciones

Las condiciones en las que florece el Soborno son:

Tolerancia o indiferencia social hacia la corrupción.

– La familia, la educación y la sociedad en general, han descuidado la formación ética, moral y cívica de las personas, produciendo la crisis que vivimos.

– Moral de lucro privado sobre la moral cívica.

– Desconocimiento, falta de Ética y educación en Valores y principios humanos.

– Cultura de la ilegalidad.

– Mal ejemplo de los mandatarios, legisladores y servidores públicos.

– Uso ilegal de información privilegiada.

– Ordenamiento jurídico e institucional inadecuados a la realidad nacional.

– Formas de organización y sistemas tradicionales normativos, que ignoran los adelantos y la realidad, provocando contradicciones y formas inaceptables de salida a la corrupción.

– Falta de amor y defensa de la cultura nacional.

– Ausencia de solidaridad entre los miembros de una sociedad

Clasificación

El soborno se clasifica así:

Simple, cuando el funcionario acepta dinero para autorizar o cumplir un acto.

Calificado, con la entrega de la dádiva para obstaculizar o impedir el cumplimiento de una acción.

Pasivo, tiene lugar cuando la persona ofrece o acepta la dádiva.

– En el ámbito público, el soborno se cumple si el protagonismo tiene una persona de la administración pública. Ejemplo: un policía ordena a un conductor de un vehículo que se detenga, por exceso de velocidad y el conductor ofrece dinero para que no se le sancione.

– En el ámbito privado o particular. Se cultiva y florece el soborno entre personas al momento en que uno ofrece al otro dinero para que cometa o no una acción para favorecer a la que entrega dinero.

Ejemplos:

Un ser humano que trabaja en una empresa recibe dinero que le ofrece otro para que no contrate a un tercero. Un vendedor soborna al encargado de las compras a una empresa a la que quiere vender un servicio o un producto, para que elija la propuesta por sobre la de los competidores.

Si bien es cierto que el Soborno es un delito, al corromper a una persona para obtener un beneficio personal, constituye una falta de ética. Por lo tanto, el Soborno tiene que ser evitado sin necesidad de castigo legal.

Caso ecuatoriano. El Departamento de Justicia de Estados Unidos de Norte América informó que entre los años 2007 y 2016, supuestamente, ODEBRECHT pagó la suma de $35.5 millones a “funcionarios del Gobierno”, asunto que la Justicia se halla investigando.

Convención de las naciones unidas contra la corrupción

Antecedentes.

Consenso de Monterrey. Los días 18,19, 20, 21 y 22 del año 2002 se cumplió en Monterrey la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo en la misma que se destacó que “la lucha contra la corrupción a todos los niveles era una cuestión prioritaria”.

Declaración de Johannesburgo, realizada del 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002, destacó que “la corrupción representaba una amenaza para el desarrollo sostenible de la población”.

Proyecto del Comité Especial. Este Comité era responsable de negociar una Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción, En cumplimiento de su tarea preparó un proyecto que sometió a consideración de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Aprobación. Mediante Resolución 58/4, de 31 de octubre de 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.

Vigencia. La Convención cobró vigencia el mes de noviembre de 2005.

Convención Interamericana Contra La Corrupción.

El 29 de marzo de1996, los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos -OEA-, reunidos en Caracas, aprueban este documento, que entró en vigencia el 6 de marzo de 1997.

Norma ISO 37OO1. Esta norma es la expresión más acabada de los sistemas de gestión del soborno a nivel global para el sistema público y privado.

Criterios

Antonio Argandoña manifiesta que los ciudadanos “somos esquizofrénicos y tenemos una doble moral. Aceptamos que en el mundo haya una cierta forma de corrupción que en el fondo no consideramos como tal mala. Tendemos a pensar que si a mí, como individuo, no me viene mal, es casi bueno si mueve algo de dinero. El razonamiento es: no me preocupa la corrupción siempre que no me perjudique a nivel personal”.

Samuel Huntington estima que “la corrupción puede ser considerada un factor de modernización y de progreso económico, permitiendo, por ejemplo, un recambio social a favor de clases emergentes dispuestas a desbancar el obstruccionismo de las viejas élites, agilizando procesos burocráticos y seleccionando a los principales actores del mercado a fin de que surjan aquellos que invierten de forma decidida, incluso sobornando, en sus proyectos empresariales”. Tomás Moro consideraba que: “Si el honor fuese rentable, todos serían honorables”.

Para Voltaire “Quienes creen que el dinero hace todo, terminan haciendo todo por el dinero”.