Por: Dr. José García Falconí

A PROVECHANDO LOS MOMENTOS que me da la actual función, toda vez que tengo que reconocer que no existe abundante trabajo en la Sala, pues estamos casi al día en el despacho de los juicios que nos tocó avocar conocimiento.

He leído el libro escrito por el Abogado F. Lee Bailey titulado «Como se ganan los Juicios» y me he permitido rescatar lo principal sobre dicha obra y compartir con los colegas lectores de la Sección Judicial de dicho Diario «LA HORA de esta ciudad.

Derecho Especial

El autor citado señala, que el título de Abogado nos otorga un derecho especial de influir en decisiones cruciales de los demás, somos peritos legales para guiar a los clientes por el camino correcto.

A ningún Abogado se le exige que conozca todas las leyes aplicadas a en un área dada, pero si se espera que sepa donde buscarlas cuando encuentra un problema; el cliente por lo general pone en el Abogado, su última esperanza de obtener protección a que legalmente él tiene derecho, por eso estimamos colegas la integridad es absolutamente esencial en el Abogado, así seamos francos y honestos.

Responsabilidad y Capacidad

La Carrera del Abogado ofrece responsabilidad y la capacidad de cumplirla, reconocimiento, respeto y la conciencia de servir lealmente a la sociedad, por eso no solo pensemos en dinero.

Experiencia

La experiencia que es importante en nuestra actividad se va labrando, asentando y puliendo, para ello se requiere práctica, disciplina y determinación, pero para conseguirlo hay que trabajar y estudiar duro.

Aprender a Leer

Hay que aprender a leer, a hablar en lenguaje correcto, el Abogado tiene que tener una amplia cultura, con sólidas bases de humanidades y con énfasis en filosofía, historia y psicología.

Uso de la Palabra

Es menester hacer uso efectivo de la palabra escrita o hablada y de su capacidad de entender los escritos de la contraparte; debe tener una filosofía personal que lo ponga en práctica en su profesión y un buen dominio de los principios de la lógica para presentar argumentos que convenzan a los jueces y tribunales de justicia.

Igualmente es fundamental la psicología, que es el estudio de la conducta humana; y, así el Abogado debe entender la conducta humana, tendrá que hacerlo con respecto a los jueces, a los testigos, a los tribunales, a los clientes y a las partes en litigio y aún deberá comprender en materia penal la conducta humana anormal.

Habilidad de análisis y lógica

El Abogado debe desarrollar una gran habilidad para el análisis y la lógica, debe tener la capacidad de comprender la naturaleza de un problema o cuestión y llegar a las conclusiones correctas respecto a las diversas soluciones y alternativas posibles.

Lucha por el derecho de su cliente

Los buenos abogados son simple y llanamente personas decentes, lucharán con ahínco por los derechos de sus clientes, pero de una manera limpia y nunca mezquina y sin recurrir a estafas ni dar golpes falsos, a veces por eso la sociedad mira con suspicacia y poco afecto al Abogado.

F.Lee Bailey, famoso Abogado norteamericano, que ha participado en grandes casos penales, señala con mucha razón que en todo litigio una parte gana y otra pierde, pero por lo general la parte que pierde en muchas ocasiones lo merece; y, así debe ser si toda la verdad sale a la luz y si se aplican los preceptos de Ley correctos.

Los Abogados que logran la victoria manipulando y torciendo las reglas no sirven a nadie, ni siquiera a si mismos por muy dulce que pueda parecer el sabor de la victoria.

Necesidad de un Código de Etica Profesional

En otros artículos tratare sobre otros temas importantes que se refiere el libro antes mencionado, sin olvidar antes que nuestro país el Ecuador gana cada vez que se hace Justicia a uno de sus ciudadanos, por eso mi homenaje al Ministerio Público representado por el señor Dr. Fernando Casares Carrera, a la Función Judicial a la cual hoy me honro nuevamente a pertenecer, pero fundamentalmente mi homenaje al colega en libre ejercicio profesional que esta debidamente preparado, porque él es la última esperanza de que se haga Justicia; y, más aún para aquel que actúa apegado ala ética profesional, pues como repito es poco o ninguno el orgullo profesional que puede derivarse del hecho de ganar un juicio «a toda costa», por esto la formación del Abogado es demasiado importante, por eso la necesidad de mejorar nuestro pensum de estudios en las Universidades, por esto la necesidad de un Código de Etica Profesional de la Abogacía.