Los líderes que triunfan

Por: Dr. Manuel Posso Zumárraga
CONSULTOR EN CALIDAD Y PRODUCTIVIDAD

S E AFIRMA Y CON MUCHA RAZÓN , que las condiciones de éxito de una persona, de una empresa, de un proyecto o para conducir una nación, son pocas y pueden expresarse fácilmente.

En realidad, llegar a la cima o al poder no debe ser tan difícil, lo difícil es el permanecer y trascender, porque los trabajos y los triunfos, no se conservan consistentemente por chiripa, por el destino o por la fortuna. Quienes dependen de esta última, generalmente experimentan mala suerte. La habilidad para conservar un trabajo, un Gobierno estable o exitoso, depende principalmente de la capacidad y de la actitud proactiva del recurso humano con que cuente.

El líder

Un líder debe ser capaz de controlar su tarea, su función, sus objetivos, y ser capaz de ser controlado al desempeñarlo.

La inteligencia de un líder, está relacionada directamente con la capacidad. No se puede ser demasiado listo, ni demasiado estúpido al no disfrutar del éxito, pero con la ética dentro de si mismo.

Una parte vital del éxito es la habilidad para manejar y controlar no solamente la herramienta (Constitución ) sino también a la gente que lo rodea (Trabajo en equipo) .Para lograrlo, un líder debe ser capaz de tener un alto nivel de afinidad, debe ser capaz de tolerar realidades masivas, y también debe ser capaz de dar y recibir comunicación.

Los ingredientes del éxito de un Gobierno

1. Habilidad para confrontar el trabajo (Liderazgo) con alegría, autoestima equilibrada (no con actitudes reactivas);

2. Deseo de hacer el trabajo por el trabajo o de gobernar por gobernar en sí, no por obsesión o porque «se tenga que recibir una paga, o reconocimientos que acrecienten su ego»;

3. Uno debe ser capaz de trabajar o liderar sin provocarse ni experimentar agotamiento profundo. Si experimenta alguno de estos síntomas, es porque algo anda mal. Es decir, existe algún elemento en su entorno político, familiar o laboral que debería estar controlando y no se controla, y esto hace que poco a poco el líder, huya de las masas con las que se comprometió a guiarlas o servirlas;

4. Buena inteligencia y habilidad para lograr afinidad, y tolerancia de la realidad del país ( sin lloriqueos);

5. Habilidad para recibir ideas de la sociedad civil. Si hay esto, la posibilidad del fracaso es muy escasa, Habiendo esto, el líder puede hacer caso omiso de las casualidades de la fortuna, porque una persona puede tener todo el poder o dinero del mundo y a pesar de ello, ser incapaz de desempeñar una jornada o período de trabajo que trascienda. Por otro lado, las personas que intencionalmente rehuyen los retos, por lo general trabajan por más tiempo y mas arduamente que las personas que con gusto lo confrontan y lo realizan bien desde la primera vez.

6. El trabajo tenaz y con calidad es el dato estable de toda sociedad.

7. Con mucha frecuencia, se considera que en esta sociedad, se está trabajando para conseguir poder o estatus o por la paga inmediata, y esto es una aberración. Ciertas filosofías mentales creadas para engañar al hombre, han conducido a la creencia de que cuando uno muere, todo termina, y que uno no tiene responsabilidad adicional por nada. Es muy dudoso que esto sea cierto, porque «uno hereda mañana aquello por lo que murió ayer»;

8. Otro paradigma muy arraigado es que el hombre no es indispensable. Es un mecanismo de filosofías antiguas, es decir, los hombres que creen que no son indispensables vayan a un cementerio y observen las lápidas, y encontrarán al obrero o maquinista, que con su habilidad y creatividad, hizo funcionar las máquinas de ayer, sin las cuales no existiría la industria de hoy. Un trabajador no es tan solo un trabajador, un obrero no es tan solo un obrero, un oficinista no es tan solo un oficinista, un líder no solo es tan solo un líder, son pilares fundamentales que viven y respiran y sobre los cuales se erige la estructura total de nuestra civilización. No son los simples engranajes de una máquina, sino la máquina misma.

La baja competitividad

En el país por ejemplo, hemos llegado a un nivel muy bajo en competitividad y poco o nada se hace por corregirlo. Con frecuencia, las oficinas públicas y privadas dependen de una o de dos personas a lo sumo, parece que los Gobiernos sobreviven por la fortuna del valor de sus ingresos petroleros o por las dádivas de los organismos de crédito internacional, y el resto de funciones del Estado, no parecen sino añadir complejidad a las actividades, con pugnas innecesarias.

La oposición es saludable, cuando guarda el necesario equilibrio entre las necesidades de los administrados y las realidades del país, no nos volvamos solo pliego de peticiones, aportemos calidad, compromiso, productividad, competitividad y valor agregado.

Que necesita nuestro líder

El nuevo Gobernante, tiene capacidad, honestidad y agallas para guiarnos, pero esto, no es suficiente, necesitamos, renunciamientos a intereses mezquinos, trabajo en función de país, y mojarse el poncho, en apoyo a las iniciativas del nuevo líder, porque el fracaso de su líder, es el fracaso del país, que nadie lo desea.