LegalizaciĆ³n
de las drogas

Autor:
Dr. JosƩ Garcƭa Falconƭ

IntroducciĆ³n

La legitimaciĆ³n o la no prohibiciĆ³n de las drogas,
constituye uno de los grandes interrogantes de estos tiempos, por cuya razĆ³n es
fundamental que el mundo entero y, por supuesto la sociedad ecuatoriana entre a
analizar en un franco debate sobre la legalizaciĆ³n de drogas ilĆ­citas;
reconociendo que esto ya lo solicitĆ³ el Parlamento Andino, al clausurar su
DƩcimo Octavo perƭodo de Sesiones en la dƩcada pasada, pues seƱalaba: ?Tenemos que
dejar de hablar a media voy a afrontar el tema con franqueza. Hay opiniones
autorizadas inclusive en los Estados Unidos de AmƩrica que estƔn planteando la
legalizaciĆ³n y no es posible que en la regiĆ³n Andina seamos mĆ”s papistas que el
Papa?, seƱalĆ³ el congresista peruano Carlos Infante, y esto recalco, se lo hizo
hace casi trece aƱos atrƔs.

Debemos reconocer, que sin duda alguna, el narcotrƔfico
se ha convertido en el problema nĆŗmero uno del mundo, hoy luego del terrorismo
y, sus alcances son tan extraordinarios, que ningĆŗn paĆ­s ha quedado al margen
de su nefasta influencia y amenaza, pues este delito destruye la familia,
corrompe a la sociedad y socava el sistema de vida en libertad; pero tambiƩn
hay que reconocer, que le mal que causa la droga es porque estĆ” prohibida, y al
soluciĆ³n se die, estĆ” en legalizar todas las drogas, en todas las partes y
totalmente, esto es: la producciĆ³n, la distribuciĆ³n y el consumo. Los
estudiosos en esta materia seƱalan que solo asƭ desaparecerƭa este negocio
fatĆ­dico que hoy lo es.

El punto de mayor importancia, al proponer la polĆ­tica
criminal en materia de drogas, es distinguir
claramente entre consumo y trƔfico ilƭcito,
reconozco que ambos estƔn
estrechamente relacionados, sin embargo las acciones eficaces para reducir uno
y otro son distintos, pues mientras el trƔfico ilƭcito de drogas es problema
legal, la droga es un problema de salud, conforme lo seƱalo en lƭneas
posteriores.

Se dice en doctrina, que mientras los trasgresores
penales son perseguidos y tratados coactivamente en la justicia, el tratamiento
eficaz para recuperar a los adictos debe consistir en legislar por parte de los
paĆ­ses el reconocimiento de su enfermedad y su consiguiente voluntariedad para
someterse a la terapia, pues lo cierto es que hay un aumento mundial de consumo
actualmente.

De este modo, la pregunta que se plantea en el presente
artĆ­culo, es: Āæse deben o no legalizar
las drogas?;
recalco es uno de los temas polƩmicos y controvertidos de los
Ćŗltimos tiempos, que constan en los tapetes de reuniones internacionales y que
hoy toma actualidad ene l mundo entero, pues sin duda alguna millones de
personas han probado la marihuana en algĆŗn momento de sus vidas e incluso la
encontraron placentera y no particularmente adictiva, y se pregunta ĀæPor quĆ© no
se legaliza el uso de marihuana si todos conocemos que causa menos daƱo y
peligro que el alcohol que sĆ­ estĆ” legalizado?.

Insisto, es una pregunta dura, compleja y crucial, si hay
que legalizar o no la marihuana con todos sus riesgos o hay que mantenerla proscrita
y perseguida a pesar de todos sus inconvenientes como voy a tratar analizar en
el presente artĆ­culo, aclarando que en el presente artĆ­culo me voy a referir
exclusivamente al consumo de drogas.

Antecedentes
de la prohibiciĆ³n de drogas

La prohibiciĆ³n de las drogas es reciente en el mundo, mĆ”s
aĆŗn la hoja de coca o el opio era y son consumidos desde tiempos inmemoriales.
En el siglo XIX, ninguna droga estaba prohibida y, la nociĆ³n de drogas como
estupefacientes, la nociĆ³n de drogas como estupefacientes, solo empezĆ³ a surgir
ene laƱo de 1860, y reciƩn en los primeros 42 aƱos del siglo XX, fueron
declaradas ilegales.

Francia fue el primer paĆ­s que promulgĆ³ una ley contra el
uso de drogas en 1916, mientras que las anfetaminas son prohibidas solo desde
el aƱo 1969. Debo reconocer, que el presidente

Richard Nixon de los Estados Unidos de AmƩrica, en su
primer mandato, lanza una guerra contra las drogas, que sus sucesores
continuaros ĀæPo quĆ© razĆ³n? Se dice por su costo econĆ³mico, pues un kilo de
cocaƭna, 40% pura se vende en unidades de menos de 100 miligramos por mƔs de
290.000 dĆ³lares en los Estados Unidos de AmĆ©rica, y esto implica una salida de
divisas de dicho paĆ­s.

Efectos
negativos del consumo de drogas

Puedo seƱalar en resumen, los siguientes:

1. La destrucciĆ³n
de la moral, de la parte social y fĆ­sica del consumidor y su familia; y,

2. Es
un mal que se ocasiona a la sociedad, pues produce corrupciĆ³n y asesinatos,
entre otros delitos.

Efectos de la marihuana y de las anfetaminas

Los entendidos en la materia seƱalan, que estas drogas no
son psicolĆ³gicamente adictivas, mientras que la heroĆ­na sĆ­ lo es, pues uno de
cada tres consumidores son dependientes, mientras que el 80% de los fumadores
son adictos al cigarrillo, por esta razĆ³n los peligros de la droga no deben ser
subestimados, pero tampoco exagerados, a excepciĆ³n de la heroĆ­na; las drogas
causan muerte entre sus usuarios igual que la nicotina y el alcohol, mĆ”s aĆŗn el
tabaco mata mƔs que la heroƭna, y el alcohol mata mƔs a bebedores que la
cocaĆ­na a sus devotos, manifiestan los entendidos en esta materia. Se dice que
el 52.6% de personas que probaron la droga marihuana, seƱalan que es menos
daƱina que el tabaco, y asƭ lo ratifica la ciencia mƩdica. Las anfetaminas son
drogas sintƩticas mƔs poderosas y adictivas que la cocaƭna.

ĀæCuĆ”les
son las drogas causantes de dependencia?

Son aquellas que pueden producir en un organismo vivo, un
estado de necesidad fĆ­sica o psĆ­quica o de ambos tipos, por su consumo, pero
tambiƩn hay que tener en cuenta que estas drogas pueden utilizarse con fines
mƩdicos, sin que necesariamente produzcan estado de dependencia.

La doctrina seƱala a manera de ejemplo las siguientes
drogas que causan dependencia:

1. Tipo
alcohol- barbitĆŗrico;

2. Tipo
anfetamina;

3. Tipo
cannabis: ejemplo marihuana;

4. Tipo
cocaĆ­na;

5. Tipo
opiƔceo: morfina, heroƭna, etc.; y,

6. Tipo
solvente volƔtil: acetona, etc.

ĀæQuĆ©
es fƔrmaco dependencia?

Es el estado psĆ­quico, y a veces fĆ­sico, causado por la
interacciĆ³n entre un organismo vivo y un fĆ”rmaco.

La fƔrmaco dependencia se caracteriza por modificaciones
del comportamiento y otras acciones, que comprende siempre un impulso
irresistible a tomar el fĆ”rmaco en forma continua o periĆ³dica, a fin de
experimentar sus efectos psĆ­quicos y, a veces para evitar el mal producido por
la privaciĆ³n. El Manual de ToxicologĆ­a ClĆ­nica de Camilo Urbine GonzĆ”lez, del
cual he recogido estos conceptos mƩdicos, manifiestan que la dependencia puede
ir o no acompaƱada de tolerancia. Una misma persona puede ser dependiente de
uno o mƔs fƔrmacos.

ĀæQuĆ©
es dependencia psĆ­quica?

Es el estado en que el fĆ”rmaco produce una sensaciĆ³n de
satisfacciĆ³n y un impulso psĆ­quico, que lleva a tomarlo periĆ³dica o
continuamente para experimentar placer o evitar uno o mƔs fƔrmacos.

ĀæQuĆ©
es dependencia fĆ­sica?

Los sĆ­ndromes de interrupciĆ³n o abstinencia, se manifiestan en forma de conjunto de
sĆ­ntomas y signos de naturaleza psĆ­quica y fĆ­sica, que son caracterĆ­sticas de
cada tipo de fƔrmaco.

El
tratamiento a consumidores de drogas

El tratamiento estĆ” encaminado a corregir sus efectos
tĆ³xicos a nivel sistĆ©mico, esto es, los trastornos de personalidad, de orden
psicoterapĆ©utico o psicolĆ³gico ocasionados por el consumo de estos fĆ”rmacos por
medio del proceso terapƩutico que mejor
convenga a cada paciente.

En este tratamiento como dice la ciencia mƩdica,
interviene un equipo humano interdisciplinario conformado por: mƩdicos,
toxicĆ³logos, psiquiatras, psicĆ³logos, psicopedagogos, terapeutas ocasionales,
trabajadores sociales, enfermeras, etc., que desarrollan un plan dividido en tres
etapas que son:

1. Etapa
de desintoxicaciĆ³n;

2. Etapa
de deshabituaciĆ³n; y,

3. Etapa
de rehabilitaciĆ³n.

DespenalizaciĆ³n
del consumo de drogas en el Ecuador

La despenalizaciĆ³n del consumo de drogas ene l Ecuador,
es uno de los grandes cambios legislativos de aƱo 1997, y es asƭ que en dicho
aƱo se seƱala que los consumidores de drogas deberƔn ser considerados personas
enfermas y sometidas a tratamiento de rehabilitaciĆ³n, porque l consumidor es
una persona enferma y vĆ­ctima del narcotrĆ”fico; por esta razĆ³n se dictĆ³ la Ley
Reformatoria NĀŗ 25 a la Ley de Sustancias Estupefacientes y PsicotrĆ³picas,
promulgada en el Segundo Suplemento del Registro Oficial NĀŗ 173 del 17 de
Octubre de 1997, que reformĆ³ el Art. 65 de esta Ćŗltima ley y, de esta forma se
despenalizĆ³ el consumo de drogas.

En nuestro paĆ­s, si bien el consumo estĆ” despenalizado,
la ley 108 no precisa la cantidad de droga mƔxima que debe tener un consumidor
y como seƱalarƩ luego el CONSEP acaba de establecer en el mes de junio de 2013,
tablas en las que regula las dosis mƔximas para considerar como consumidor a
una persona.

En la prƔctica, el criterio que se utilizaba y sigue
utilizando el juez para determinar si una persona es o no consumidora, es a
base del examen psicosomƔtico del
detenido, realizado por los mƩdicos legistas de la Procuradurƭa General del
Estado, al sana crĆ­tica en la valoraciĆ³n de la prueba, y el informe policial
que sirve de inicio a la investigaciĆ³n penal.

De lo anotado se desprende, que en el Ecuador antes se
sancionaba a los consumidores de drogas y se los apresaba, y con esto resultaba
que muchas personas enfermas por estar
presas salĆ­an de la prisiĆ³n mĆ”s daƱadas y daƱinas de lo que entraban.

Enfoque
internacional: cantidad de droga permitida

En el Ecuador, actualmente se establece como tenencia
legal para consumo: 10 gramos de marihuana; 2 gramos de pasta de base de
cocaĆ­na; un gramo de clorhidrato de cocaĆ­na; 0,1 de heroĆ­na; 0,015 Ć©xtasis; y,
0,040 de anfetaminas.

De lo que pude investigar, debo manifestar que en el
Ecuador hace mĆ”s de 15 aƱos, ya se planteĆ³ un proyecto de ley en el que se
permitĆ­a la tenencia a los consumidores de 2 gramos de cocaĆ­na, heroĆ­na o
morfina, y 10 gramos de marihuana, pues se decĆ­a que estas cantidades mĆ­nimas
harĆ­an la diferencia entre un consumidor
y un traficante.

En Venezuela, en la Gaceta Oficial NĀŗ 4636 de 30 de
septiembre de 1993, se seƱalaba como dosis personal: 2 gramos de cocaƭna y
derivados y 20 gramos de marihuana. En Colombia se seƱalĆ³ 20 gramos de
marihuana y 5 gramos de HachĆ­s, 2 de metacolomĆ­a y un gramo de cocaĆ­na. En la
RepĆŗblica Dominicana, la ley 50 de 1998, establecĆ­a un gramo de cocaĆ­na, 20
gramos de marihuana y 5 de hachĆ­s, para considerar a una persona como
consumidora.

En Italia, desde el aƱo 1993, se despenalizĆ³ el consumo,
pero existen sanciones administrativas para consumidores y medidas de
rehabilitaciĆ³n, pero no de represiĆ³n. En EspaƱa se castigaba el consumo si se
lo hace en lugares pĆŗblicos, con multas econĆ³micas y el retiro del permiso de
conducir.

Es fundamental seƱalar, que sobre la despenalizaciĆ³n de
la droga, el maestro Milton Friedman, premio Nobel de EconomĆ­a de 1976, seƱalĆ³:
?Al despenalizar el consumo de estupefacientes, se acabarĆ­a con la delincuencia
y la violencia que conlleva el trƔfico ilƭcito?.

En la dƩcada pasada, el asesor jurƭdico del CONSEP, Dr.
Cosme Ponce, decĆ­a: ?El Estado debe ayudar al consumidor a superar su
enfermedad, debe tratarlo y para ello establecer un sistema de distribuciĆ³n de
droga para los enfermos, porque el mal se cura con la disminuciĆ³n gradual de
dosis de drogas?.

Los Estados Unidos de AmƩrica, el paƭs mƔs altamente
industrializado del mundo, es donde mƔs se consume droga y, por tal dicho paƭs, es el que debe tomar mƔs acciones
contundentes contra las drogas, pues como se dice, la lucha contra el
narcotrĆ”fico pone a prueba la civilizaciĆ³n, y el paĆ­s del norte debe entender,
el magnetismo dela demanda sobre la
oferta, o sea que los Estados Unidos de AmƩrica, debe luchar en su propio
territorio, que es donde estĆ” la demanda para el consumo de drogas,
especialmente a travĆ©s de la educaciĆ³n y prevenciĆ³n para reducir el consumo.?

ĀæQuĆ©
es la legalizaciĆ³n de las drogas?

Debo aclarar, que es diferente la legalizaciĆ³n a la
despenalizaciĆ³n, pues la legalizaciĆ³n es permitir que al droga se venda en los
mercados, en forma libre y legal.

Hay que reconocer, que
muchas personas consideran que la legalizaciĆ³n de la droga, es la forma de
hacer frente al flagelo de la drogadicciĆ³n que sigue creciendo a pesar de los
millonarios gastos que hacen los gobiernos para intentar su decrecimiento, y
asĆ­ tenemos que Vicente Fox, en su calidad de
ex presidente de MĆ©xico, dice: ?La legalizaciĆ³n de las drogas servirĆ”
para acabar con la delincuencia que genera el negocio y para eliminar las
ganancias y la violencia causada por el trƔfico ilegal?.

El ex presidente de Uruguay,
Jorge Batle, decĆ­a: ?La soluciĆ³n para la prolongada guerra civil en Colombia es
legalizar la droga y convertirlo en miembro del tratado norteamericano de libre
comercio (TNLC), el cual incluye a Estados Unidos de AmƩrica, MƩxico y CanadƔ?;
agrega si este negocio mueve alrededor de 600.000,000 de dĆ³lares cada aƱo, creo
que estamos de acuerdo en que el interƩs de la humanidad tiene mƔs fuerza que
el interƩs del dinero y, hay que acabar esa actividad ilƭcita con la
legalizaciĆ³n; asĆ­, casi todos estĆ”n de acuerdo que la cantidad de dinero que se
invierte para combatir el trƔfico puede destinarse a otros menesteres
positivos, como la educaciĆ³n, salud, vivienda, etc.

Se recalca, que el comercio
de las drogas, es la manera mƔs fƔcil para que un muchacho joven tenga tanto
dinero en su bolsillo sin hacer mucho, sin saber nada, sin respetar o mirar
ningĆŗn valor. Todo eso podrĆ­a acabar si se termina con este negocio, decĆ­a el
ex presidente de Uruguay antes mencionado.

AdemƔs de Milton Friedman,
el ex presidente Vicente Fox y otros presidentes de AmƩrica Latina, 630
intelectuales de todo el mundo presentaron hace aƱos atrƔs ante el ComitƩ
Antidrogas de la Asamblea General de la ONU, una peticiĆ³n en este sentido, y
esta carta fue firmada por ocho premios noble y decenas de personajes a nivel
mundial, considerando que el alto costo de vĆ­as humanas que se pierden en la
guerra antidrogas; y, que en los Estados Unidos de AmƩrica, la lucha contra las
drogas ha tenido mƔs efectos devastadores que de las drogas por sƭ mismas.

TambiƩn seƱalan varias
estudios en esta materia, que se gasta entre 35 mil y 40 mil millones de
dĆ³lares al aƱo en este infructuoso combate, en el cual e han fortalecido los
criminales, quienes han corrompido a los gobiernos en los tres poderes, se ha
erosionado la seguridad nacional y, se ha estimulado la violencia.

En cuanto a la
despenalizaciĆ³n de la droga, tambiĆ©n se dice que el Estado no tiene derecho
para intervenir en la prevenciĆ³n individual de algo que afecta a una persona
?sobre sĆ­ mismo?, esto es sobre su propio cuerpo y mente, asĆ­, el individuo se
dice, es el Ćŗnico soberano igual que se hace respecto al alcohol y al tabaco
para decidir si consume o no, y el fundamento de estos e encuentra en el Art.
66 NĀŗ5, de la ConstituciĆ³n de la RepĆŗblica, que dice:

?Art. 66.- Se reconoce y
garantizarĆ” a las personas:

(?) 5. El derecho al libre
desarrollo de la personalidad sin mƔs limitaciones que los derechos de los
demƔs?.

Sin embargo, existen otras
disposiciones constitucionales y legales que en cambio, garantizan el derecho a
la salud, como lo indica la Ley OrgĆ”nica de Defensa del Consumidor, CĆ³digo de Salud entre otras.

Argumentos
a favor de la legalizaciĆ³n

Se seƱalan los siguientes:

1. Permite
conocer que drogas se consume, y su calidad, de tal manera que se evitan las
adulteraciones;

2. Acaba
con el narcotrƔfico, pues suprime el flujo del dinero y el poder de los grupos
de mafias que hoy lo tienen;

3. Se
limita o evita la corrupciĆ³n que hoy existe en
caso todo el aparato estatal;

4. Se
limitarĆ­a inclusive la conculcaciĆ³n de los derechos individuales, como la
intercepciĆ³n de la correspondencia, de los telĆ©fonos y del domicilio,
establecido en el Art. 66 Nos. 20, 21, y 22 de la ConstituciĆ³n de la RepĆŗblica;
y,

5. Se
dice que en determinados casos, la droga ya no tendrĆ­a valor o disminuirĆ­a su
precio.

Pero la clave del problema,
como es de conocimiento general y, asƭ lo seƱala la prensa nacional e
internacional, no es causado por los paĆ­ses que producen, sino por quienes consumen,
debiendo seƱalar que en los Estados Unidos de AmƩrica, actualmente son mƔs
5?000.000 de personas, los dependientes de diversas clases de drogas.

Holanda, ha sido e primer
paĆ­s que legalizĆ³ el consumo de drogas, de tal modo que estĆ” permitido ene se
paĆ­s el consumo para uso personal y, hasta 5 gramos para drogas duras: heroĆ­na,
cocaƭna, etc., y 30 gramos para los demƔs, como el hachƭs y la marihuana.

Como caso especial, tenemos
a Suiza, que reparte droga entre personas adultas de manera gratuita e inclusive
se proporciona jeringuillas, y como producto de este programa, el nĆŗmero de
drogadictos y de muertos por consumo de drogas ha bajado, seƱalan las
estadĆ­sticas de dicho paĆ­s.

Argumentos
en contra de la despenalizaciĆ³n

Se seƱalan las siguientes:

a) Georgio
Giacomelli, que fue Director del Programa de la ONU para la fiscalizaciĆ³n
internacional de las drogas, seƱalĆ³: ?Se trata de un falso dilema porque la
cuestiĆ³n de quĆ© tipo de control se establecerĆ” sobre las drogas, pero
cualquiera debe contribuir a disminuir o eliminar su consumo. Quienes hablan de
legalizar el narcotrƔfico caen en un simplismo absurdo, al no aclarar si se
permitirĆ” por ejemplo que cirujanos o pilotos, aviadores (entre otros),
tuvieren permiso de drogarse.

b) AdemƔs
se dice, que mucha gente se vuelve dependiente, porque las drogas ofrecen una
experiencia de placer, por lo que las personas buscan repetir;

c) Se
seƱala que los gobiernos no pueden sucumbir ante poderes que se reproducen al
margen de la ley; y,

d) Que
las drogas ilegales matan a los consumidores, especialmente a los jĆ³venes
usuarios.

Al respecto, el Dr. Joffre
Garcƭa Jaime, jurista guayaquileƱo, conocedor de esta materia, dice que
legalizar el trƔfico y consumo de drogas psicoactivas, esto es estupefacientes
y psicotrĆ³picas, como la morfina, la heroĆ­na, la cocaĆ­na, el cannabis,
anfetaminas, etc., las personas que propician esto, sufren de un
desconocimiento de los trastornos mentales que ocasionan dichas drogas, y que
llevan a los humanos al hospital o a la muerte, por estas razones se oponen a
su legalizaciĆ³n.

Dr. JosƩ Garcƭa Falconƭ

DOCENTE, FACULTAD DE JURISPRUDENCIA

CIENCIAS POLƍTICAS Y SOCIALES, UNIVERSIDAD

CENTRAL DEL ECUADOR

Correo: [email protected]