Las Sociedades Anónimas Deportivas

Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
EXPERTO EN DERECHO DEPORTIVO

H A LLEGADO A NUESTRO PODER UNA COPIA del Proyecto de Ley del Deporte elaborado por el Comité Olímpico Ecuatoriano, el mismo que ha sido ya presentado ante el Ministro de Educación, trabajo sobre el cual queremos anotar lo siguiente:
Se trata de un articulado proyecto que contiene una normativa actualizada y acorde a la realidad deportiva del Ecuador. El instrumento presentado por el COE es sin duda es muy valioso y permitirá al Legislador Ecuatoriano contar con una ponencia de primera mano elaborada jurídica y técnicamente por la Entidad más idónea y autorizada para hacer este tipo mociones. Habrá que añadir algunas definiciones quizás y un par de puntualizaciones como por ejemplo aquella que consta en la actual Ley de que el Fútbol Profesional se manejará con sus propias normas, lo que puede parecer redundante, pero tal afirmación ha evitado que la mano política o los intereses personales o revanchistas de tal o cual dirigente haya afectado al deporte más popular, que tiene además una matriz reguladora supra nacional, al igual que el COE: a saber respectivamente el Comité Olímpico Internacional y la FIFA.

Sociedades anónimas

El Proyecto de Ley presentado por el COE será debatido y no solo dentro de seno del Congreso, es de interés nacional y así se lo tratara, por ello creemos sustancial la reforma que se plantea sobre el manejo de los equipos profesionales de fútbol permitiendo la creación de las Sociedades Anónimas Deportivas.
Los clubes de fútbol del Ecuador, muchos muy añejos, le deben su existencia al amor y esfuerzo de un grupo de románticos socios fundadores amantes del deporte, que si bien era popular, contra todo pronóstico y previsión creció en el mundo y en el Ecuador desbordando cualquier análisis profético que se hubiese hecho en épocas pasadas, superándose actualmente el esquema legal que los sustenta, por lo que es hora de los cambios para crecer en lo estructural como lo hemos hecho en lo deportivo.
Las sociedades anónimas deportivas parece ser que no le suenan bien en alguna que otra persona, pero tarde o temprano serán la balsa que permita el que no se hundan instituciones deportivas futbolísticas tradicionales que ven acrecentados sus problemas económicos día y día, y que sobreviven por la gestión dirigencial, que en ocasiones arriesga su propio patrimonio, por poner el dinero o la firma para la obtención de fondos que permitan al club, cumplir con sus obligaciones, fundamentalmente aquellas de carácter laboral, que implican el pago a jugadores, cuerpo técnico y funcionarios.

Modificaciones y reformas necesarias

En nuestro criterio ha llegado el momento de hacer modificaciones sustanciales dentro de las instituciones jurídicas que son los clubes de fútbol profesional. Hay que aplicar reformas en la normativa que los rige si no pueden caer en una situación caótica en el corto plazo, por ello desde aquí ponemos en la palestra pública el tema de forma general, pero llamando la atención de los interesados y del estado especialmente.
Es comentario permanente en la prensa y en ambiente futbolístico nacional de la precaria situación económica de los Clubes y de la angustia que viven sus dirigentes que agotan sus gestiones y nervios para salir avantes cada mes, ya que lo que se recauda en las programaciones no alcanza ni para los limones. En el Ecuador gracias a la gestión y riesgo asumido por dirigentes o mecenas, varios clubes superando duros trances económicos han obtenido importantes logros deportivos. Dos Entidades que cuentan con el apoyo firme y estable de otras del Estado Ecuatoriano tienen una base que les permite un respiro al comienzo o al final de los campeonatos, que son las etapas mas duras en lo financiero y mas aún si se llega a obtener títulos o clasificaciones, ya que estas conllevan premios especiales para los trabajadores o futbolistas, igual al cuerpo técnico. Todos los clubes cada año soportan tensiones económicas, ahora mismo han anunciado que recurrirán a la Matriz del fútbol, la FEF, para que le eche una mano en su delicada situación.

El fútbol: un negocio mundial

El fútbol profesional lo hemos dicho en ocasiones anteriores, de la etapa lúdica, paso a la comercial, hoy es un negocio, es un espectáculo de masas, en sus filas se enrolan artistas, que en su mayoría ganan bastante bien, que eso son los futbolistas, trabajadores caros; y el juego que presentan en la cancha lejos esta de ser tal, ya que en realidad tras la actividad profesional que realiza cada uno de ellos hay una gestión empresarial que maneja miles o millones de dólares por año, dependiendo de cada club.
Es urgente establecer clara y definitivamente que los clubes no son entidades de beneficencia, ni nunca lo fueron. Están allí hoy más que nunca para hacer dinero, y deben hacer dinero, que además es legal y legitimo, pero para ello deben contar con el respaldo total de la Ley y deben dejar de dejar de llamarse «entidades sin fines de lucro, por que ese es un concepto atávico y además lejano de la realidad, por lo tanto habrán de reformar sus Estatutos y encaminarlos hacia lo que son las Sociedades Anónimas Deportivas, de plena vigencia en otros países.

Que ubica a las personas e instituciones en sus verdaderos andariveles y le permite al Estado actuar con mas certeza en todos los campos uno de ellos el tributario.
El cambio a Sociedades Anónimas Deportivas implicará como todo aquello que trasciende probablemente reticencias, pero a la larga ubicara a cada cual según lo que le corresponda, tendrán más éxito, los más organizados, los que mejor espectáculo ofrezcan, los que más hinchada tengan o generen, los que más ideas comerciales promuevan para que la inversión que hacen les sea rentable.
El fútbol profesional es un negocio mundial y no es como cualquier otro, tiene especiales elementos que explotar y que sin duda dejan rentas. Estará en la capacidad de gestión de cada empresa el ubicarse en mejor nivel que otras, ya que por ser una actividad comercial la competencia no solo se limita a la cancha, sino que obligara a proyectar al club a otros campos para consolidar su gestión deportiva.
Las Sociedades Anónimas Deportivas impulsaran a mejorar, el permanecer en el estatismo será hacerlo a medias o correr el riesgo de desaparecer. Para mantenerse habrá que contar con elementos adicionales a la producción futbolística y a los resultados de un campeonato que puede ser coyunturales, habrá que propender a la institucionalización en todo aspecto. habrá que diversificar la practica deportiva.

Una actividad empresarial

La actual situación de muchos clubes con matices de diferencia, puede volverse tarde o temprano caótica, ya que muchos tienen egresos mayores a sus ingresos, lo que requiere de importantes modificaciones estructurales en los esquemas organizativos. La normativa de carácter civil que actualmente rige no es ya la mas adecuada legalmente para lograr un el flujo de dinero suficiente para reflotar las escuálidas economías y el crecimiento del espectáculo. Existen peligrosas contradicciones prácticas que envuelven el manejo civil de una entidad cuando esta en realidad es comercial.
Es necesaria la transformación de los clubes de fútbol en sociedades anónimas que se manejen con fundamento comercial, de negocio, de lucro, de inversión de capitales para la supervivencia actual y el desarrollo futuro de la actividad como espectáculo y como aporte al social esparcimiento. Si bien el proyecto de Ley del Deporte abre una posibilidad, habrá de contarse con una Ley específica que permita la transformación jurídica mencionada, lo que es urgente. Un instrumento que viabilice la afluencia de capitales para que el fútbol se abra a la actividad empresarial definitivamente, para que se lo llame por su propio nombre y como corresponde, no con eufemismos.
Como toda sociedad comercial, la anónima tiene como objetivo primordial obtener ganancias de las actividades para las que se constituye, es decir su fin es el lucro. Existe incompatibilidad con las asociaciones civiles o las personas jurídicas sin fines de lucro, como aparece obvio. Por lo que sostener una posición contraria es absurdo y riesgoso. Las personas jurídicas sin fines de lucro como reza en los Estatutos de los Clubes hoy por hoy, no deben tener como finalidad la obtención de ganancias, tal objetivo es antiestatutario dentro de su conformación legal, a tal punto que los cuadros directivos actúan ad honores, no reciben ninguna remuneración pese al tiempo y esfuerzo que le dedican. Solo reciben esos beneficios los empleados del rango que fueren, mas no los dirigentes quienes actúan ocasionalmente.
Existen otras diferencias entre las sociedades comerciales y las civiles, como son los distintos regimenes contables y tributarios y las obligaciones que unas deben cumplir con los Organismos de Control de Estado como la Superintendencia de Compañías, por ejemplo.
En la actualidad se hacen negocios en el fútbol. Eso son sin duda y claramente, las transferencias de jugadores y los préstamos. El ponerle precio a la cesión de los derechos federativos y deportivos de un trabajador del fútbol, es un acto comercial deportivo, del que normalmente se benefician el club, o las personas que a nombre de el actúen y el jugador por un precio y un porcentaje y el club adquirente de los servicios del profesional quien aportará sus cualidades técnicas que de ser optimas permitirán mejores resultados deportivos, mas espectáculo, mayor convocatoria y mas ingresos. Ningún club compra o renta los derechos de un jugador sino cree que le será útil en los aspectos deportivo y económico.

Personería comercial del club

La presencia de las sociedades anónimas deportivas, de alguna forma también evitara la posibilidad de que a la larga del manejo de un club se beneficien determinadas personas y el club como tal, la entidad deportiva, se vea perjudicada, que su economía quede empobrecida. El club, es el dueño de la razón social, aquella que es el bien intangible por el cual los aficionados asisten a un estadio, representada en una camiseta, en un color, en sus símbolos, que deben reportarle al club beneficios directamente y no estos quedarse de existir, en manos de un grupo de personas que actúen de agentes y solo ellos se beneficien y la institución matriz no conozca ni la contabilidad. Otorgarle personería comercial a un club de Fútbol permite la repartición según la inversión de las ganancias o pérdidas. En pocas manos mesiánicas se corre el riesgo de que la entidad solo sea utilizada para que unos cuantos lucren de ella y la Institución que es la matriz, la vida misma da la actividad futbolística, a la que aman los hinchas no sea participe de los beneficios materiales y pueda serlo solo de las perdidas.

Normas de contabilidad

Existen como ya se ha dicho, normas de contabilidad obligatorias para las Sociedades Comerciales, las que no son mandatorias para la asociaciones civiles.
Esta contabilidad que rige para las sociedades civiles no es tan detallista en aspectos comerciales tales como aquellos valores patrimoniales intangibles como es el de los derechos federativos y económicos de los futbolistas profesionales; temas sobre los cuales también debe tener interés el fisco. La contabilidad que la Ley impone a las sociedades anónimas, es más práctica y realista y detallista que la que se aplica a los temas civiles. Los clubes de fútbol hacen una actividad empresarial y su marco regulador no es el que les corresponde, ya que si su actividad es comercial, deben regidos dentro de las que regulan el régimen de las sociedades comerciales.
No tiene sentido y esta fuera de la verdad jurídica y practica el que las entidades deportivas del fútbol profesional se denominen personas jurídicas sin fines de lucro y sostengan ese encuadre legal que les es castrante, que no les permite crecer, y creemos que tampoco al fútbol ni como deporte y menos como espectáculo. La falta de dinero por ejemplo es una razón para que no se desarrollen plenamente las divisiones formativas, las mismas que cuando son manejadas empresarialmente, como es el caso, de varios equipos en Colombia y de otros del mundo dejan a los clubes importantes réditos.
Actuar como personas jurídicas sin fines de lucro cuando se ha negociado pases de jugadores por valores millonarios es un contrasentido, como lo es, el que personas jurídicas de carácter civil, no comercial, realicen actos eminentemente comerciales como son los de sponsorizaciòn o mercadeo de una la camiseta de tal o cual equipo.
Los opositores a la propuesta de que se dicte una Ley que disponga o al menos faculte a que los Clubes Deportivos se transformen en Sociedades Anónimas y que se mantengan como eminentemente civiles tienen como «caballo de batalla» el que en el campo de las sociedades comerciales, los clubes son más vulnerables. Lo que es una verdad por el riguroso control que le entidad controladora ejerce sobre las mismas y el fisco en lo que a tributos se refiere. En cuanto a lo comercial y económico creemos que mas cerca del riesgo al fracaso no se puede estar como actualmente están legalmente conformados los clubes que manejan directamente sus equipos, al igual que aquellos que lo hacen por gestiones terceristas, en las que los Clubes matrices no tiene participación alguna. Los argumentos opositores tienden a desvanecerse cuando ponemos las cosas en su sitio y aceptamos que de lo que hablamos es de fútbol profesional de lo que se trata, no de una tarea de beneficencia. El fútbol es ya una actividad empresarial en la que habrán de intervenir inversionistas y hacer buenas inversiones que permitan ganar dinero y a la par brindar un buen espectáculo que atraiga al aficionado, por una parte y por otra realizar otras actividades lucrativas paralelas, que de alguna forma, hoy si las hacen los clubes, como venta de publicidad, derechos televisivos y la comercialización de productos e imagen del club tema que por sí solo tiene una infinita gama de posibilidades.

Las acciones

Los Socios actuales de los clubes deberán tener derecho preferente para las suscripción y adquisición de acciones y los hinchas y simpatizantes pueden formar parte de la empresa comercial, ubicando a cada cual en el andarivel legal que corresponda y de todos ellos obtener el fortalecimiento económico e institucional de cada club. Habrá mas democracia y compromiso del hincha cuando no sea solo convidado al estadio, sino cuando además sienta que en efecto una parte aunque pequeña de su club materialmente le pertenece.