La Reunión de Brasilia

Dr. Bayardo Moreno Piedrahita

A L REVISAR EN FORMA IMPARCIAL LA HISTORIA de los pueblos que hoy constituyen las Repúblicas del Ecuador y Perú, desde la colonización española, hasta nuestros días, muchos tratados se han firmado para concretar los límites entre las dos naciones; pero el país del Sur, siempre los ha incumplido, con la ambición de cercenar el territorio de lo que fue la Real Audiencia de Quito, en su beneficio.

En ese vaivén de lucha , el país de los Incas, ha mantenido como única tesis la conquista del territorio del Ecuador, con la atención de reconstruir el viejo Tahuantinsuyo; en cambio, en el Ecuador han existido muchas tesis.- Según el Gobierno de turno – que no ha funcionado, porque no ha seguido una política de Estado, ni ha constituido un objetivo nacional permanente, como habría sido reconquistar el territorio que le perteneció a la Real Audiencia de Quito, o lo que le perteneció al Quiteño Atahualpa. He ahí, cómo dos países, con metas y tésis diferentes, han logrado distintos frutos; el Perú se ha anexado inmensos territorios por la fuerza; y, el Ecuador ha perdido las cuatro quintas partes de su integridad amazónica.

Falta de unidad y conciencia

En el Ecuador ha faltado unidad y conciencia nacional, producto del quemimportismo de algunos gobernantes extranjeros con careta de ecuatorianos, o de extranjeros aparentemente ecuatorianizados, que han gobernado el Estado, sin sentir las angustias de un pueblo minado por la tragedia territorial y sin amar las esperanzas figuradas en las fibras del alma Nacional Ecuatoriana. Al extremo de todo esto, hasta se manchó la Historia, con el triunfo de un peruano, como Presidente del Ecuador, que ventajosamente no llegó al poder.

Buscar una nueva solución

Si las viejas tesis con las que hemos hecho frente al problema territorial, no han sido positivas, al amanecer el año nuevo, los ecuatorianos debemos pensar en una nueva solución, para terminar el problema limítrofe, con la propuesta de una sola tesis, fraguada con una fuerte dosis de seriedad y patriotismo y el juramento sagrado de mantener la Unidad Nacional de la Patria; y, la vigencia de esa proclama histórica del ilustre Federico González Suárez, esto es: «si ha llegado la hora en que el Ecuador desaparezca, que desaparezca, pero en el campo de Batalla y del Honor, con el arma al brazo y no envuelto en los hilos de la diplomacia»; porque este
vía crusis territorial no puede continuar hasta la consumación de los siglos.

Representación integrada por hombres capaces

El acuerdo de Itamaraty, la Declaración de Chile, la presencia de la MOMEP y la reunión de Brasilia, si la representación del Ecuador no es integrada con hombres capaces – que sí los tenemos – por parte del Gobierno Nacional y si esa representación, no recibe el respaldo incondicional de la familia ecuatoriana, las negociaciones de Brasilia, sólo servirán para que el Gobierno del Perú nos mantenga adormecidos por un tiempo, como lo ha hecho siempre para volvernos a engañar con el puñal de traición, después de burlarse de las normas de papel del Derecho Internacional.

La representación del Ecuador que negociará en Brasilia, no debe olvidar que el Gobierno de Perú a más de su enfermedad imperialista y de conquista territorial, padece de una pobreza sempiterna, producto de su desmesurado armamentismo, pese a lo que se diga artificialmente en el Ambito Internacional, de un supuesto crecimiento económico neoliberal propuesto por el Samurai Peruano; y, tampoco deben olvidar , que para palear ese descalabro social, Fujimori, no tendrá otro recurso más que invadir nuevamente al Ecuador, porque a sus demás vecinos, el Perú les guarda mucho respeto.

Conocimiento y experiencia

El equipo definitivo que integre la representación del Ecuador, obligadamente debe reunir tres elementos esenciales para desenvolverse con solvencia, en las negociaciones: conocimiento físico, geográfico, histórico y político de la zona de litigio, sin vacilaciones; conocimiento profundo de la Historia del Derecho Territorial y del Derecho Internacional, con sobrada experiencia; y, la formación diplomática con los más altos kilates que requiere el tratamiento de un tema tan delicado; pues si nos lo tienen, es aconsejable que busquen con humildad y patriotismo, a los más preclaros ecuatorianos que comprendan la grandeza y la importancia de nuestra soberanía, en esta hora crucial; y, que aún invoquen la protección de Dios, para proceder como Moisés con su pueblo, para atravesar el mar Rojo.

Promover la Unidad y Seguridad Nacional

Aún más, la tesis ecuatoriana , debe consolidarse con la acción decidida del presidente Abdalá Bucaram, que debe promover y sensibilizar al pueblo para mantener la Unidad Nacional, sea que se llegue al fin aparente del problema, o no, en la reunión de Brasilia; en el primer caso, porque la unidad y la seguridad nacional constituyen el primer presupuesto para el progreso y desarrollo del Pueblo; y, en el segundo supuesto, porque de esa Unidad y esa Seguridad Nacional, debe nacer la tesis de reivindicación territorial del Ecuador. El Presidente Bucaram, no debe olvidar que el Gobierno del Perú no es confiable y que su enemistad con nuestro País, será eterna.

Así mismo, los ecuatorianos individualmente o como familia, ante ese problema ancestral, debemos cambiar la mente y buscar la reivindicación del problema territorial en nuestras almas, para pensar en el futuro, que nuestra obligación es estar alerta para defender lo que queda de la desangrada soberanía territorial ecuatoriana y al mismo tiempo estar atentos para colaborar con nuestras Fuerzas Armadas, a fin de encontrar una solución honrosa y digna a este problema que ha crucificado a nuestra Historia, porque no se trata del dolor de nuestra generación, sino una espina que ha dolido y podra doler a todo el entorno histórico del alma Nacional Ecuatoriana, si es que no obramos con responsabilidad.

Al hacer estas breves reflexiones, el M.A.A.P., expresa un filial saludo al Pueblo del Ecuador y al mismo tiempo hace votos porque 1997, sea el año de la solución territorial.