Superintendencia de Compañías
elimina «basura jurídica»

Por: Fundación Hacia la Seguridad
Imperio de la Ley

S E ACABA DE PUBLICAR , en el Registro Oficial No. 132 del 24 de julio de 2003, una resolución administrativa (03218) en la cual la Superitendencia de Compañías elimina 173 resoluciones, consideradas «basura jurídica». De estas, 92 resoluciones tienen que ver con la Superintendencia de Compañías, propiamente dicha, y otras 81 con el Mercado de Valores.

De esta manera, ese órgano de control, se convierte en uno de los pioneros en aplicar la limpieza jurídica, para transparentar y hacer más ágiles los procesos que, desde hace varios años, se han venido opacando por la inseguridad jurídica.

La Superintendencia acogió en su totalidad, el informe técnico enviado por la Fundación Hacia la Seguridad ­ Imperio de la Ley y la Fundación Lexis (que trabaja en el tema técnico), entidades encargadas de monitorear y sugerir la eliminación de normas que estén en contraposición con la ley, que hayan perdido vigencia o que, de alguna forma, sean ilegales o inconstitucionales.

Ambas instituciones trabajaron durante tres meses en la identificación de las normas obsoletas.

Por su parte, el superintendente de Compañías, Fabián Albuja, aseguró que la depuración de la normativa de 173 resoluciones internas «tiene el objetivo hacer limpieza jurídica de aquellas normas que no están acordes con las leyes vigentes o que de otra manera están causando conflictos o son innecesarias y han sido concebidas sin mucha reflexión».

El funcionario aseguró que esas leyes obsoletas conformaban una maraña jurídica que debía ser derogada.

Tres falencias

Según Marco Albuja, de Lexis y jefe técnico del proyecto en el cual participaron dos consultores más, durante el análisis que duró tres meses, se descubrió que dentro de la normativa de la Superintendencia existían tres tipos de resoluciones que representaban basura jurídica.

1. En primera instancia, había resoluciones que habían perdido vigencia.
Marco Albuja comentó que «uno de los más graves problemas que existe en el país en materia jurídica, es que la entidad que emite normas, no está acostumbrada a publicar expresamente la eliminación de aquellas que ya han perdido su vigencia o que son derogadas por otras.

Para el experto, con cada una de las nuevas normas también debería incluirse un artículo escrito en el que se indique la resolución que se deroga con el número y la fecha de emisión de la resolución.

No basta con colocar «derógase todas las normas que se opongan a la nueva norma publicada», opinó Marco Albuja.

2. En segundo plano, el equipo buscó las normas que tenían superposición, o sea cuando una norma, que no pierde vigencia, ha sido reemplazada por otra.
En este caso, si la primera no se ha eliminado puede dar paso a confusiones. Por ejemplo, en el cuerpo legal estudiado existían normas de constitución de empresas de los años 50, en la que decía que el capital mínimo de constitución de una compañía era de 5 millones de sucres. Sin embargo, esta ya no tenía sentido, pues desde la dolarización ya se había establecido que el capital mínimo de constitución es de 800 dólares.

3. Como tercer paso, se identificaron las normas que entraban en contradicción.
Es decir, en una norma se indicaba, por ejemplo que los balances se entregarán treinta días después de la declaración del Impuesto a la Renta y en otra se establecía una fecha fija.

Éxito para la limpieza jurídica

En este sentido, Marco Albuja indicó que lo más importante de este logro, en el cual la Superintendencia acogió el 100% de las sugerencias de Hacia la Seguridad y Lexis, es que la limpieza jurídica permitirá a la propia Superintendencia tener un marco más claro para realizar sus trámites.

Para el superintendente lo más importante es que la norma sea segura, ágil y clara. La seguridad permitirá, según Fabián Albuja, que se puedan tomar decisiones que comprometan procesos económicos de inversión o de estructuración empresarial a mediano y largo plazo.

La claridad es necesaria para que la norma sea precisa y para evitar que existan escollos jurídicos o de la tramitología.

La ley debe ser ágil, aseguró el funcionario estatal, porque la norma debe ayudar, antes que entorpecer los procesos.

De esta manera, también los usuarios podrán acercarse más confiados al órgano regulador que está inmerso en la eliminación de basura jurídica.

Resultados

Para el Superintendente de Compañías, Fabián Albuja, los resultados, tras la eliminación de la basura jurídica, son muy claros: «los procesos que se hacen en la Superintendencia son más ágiles y han brindado la seguridad jurídica, la confianza que necesitan los diferentes usuarios de los procesos societarios y del mercado de valores, en la institución».

El superintendente quien comentó que la Superintendencia trabajó directamente con la Fundación Hacia la Seguridad y con Lexis, en una serie de reuniones de buena voluntad aseguró que: «esperamos que otras instituciones hagan lo mismo para tener resultados como los que estamos obteniendo», dijo.

Fabián Albuja también indicó que estas derogaciones representan el 70% de la limpieza que hay que realizar. La idea de esta institución es continuar con el estudio y depuración de su legislación.