Autor: Ramiro Ávila Santamaría

La publicación que hoy ponemos a consideración de la comunidad da inicio a la serie “Justicia y Derechos Humanos”. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Ecuador busca contribuir al conocimiento y desarrollo de la doctrina y de las mejores prácticas institucionales que hagan realidad el “Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional
y laico”.

Esta publicación aparece en un momento crucial de la reflexión ciudadana sobre su futuro institucional, que implica optar por un porvenir de oportunidades y responsabilidades. Es justamente en función de esas oportunidades y responsabilidades que compartimos estos aportes con juristas, estudiantes, servidores públicos y con las ciudadanas y ciudadanos en general, aportes que abordan una serie de temas de particular importancia en el momento histórico que vivimos.

El artículo 16 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 26 de agosto de 1789, establece que “[t]oda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de constitución”. Es esencial entonces, para hablar de la existencia de Constitución, que estos principios estén consagrados en su texto; pero adicionalmente, es necesario que esos textos estén consagrados en el desarrollo estratégico de las instituciones. Desde esa perspectiva se han inspirado los ocho ensayos que componen esta publicación, desde ejes temáticos claves para comprender el alcance de las innovaciones constitucionales que se proponen al pueblo ecuatoriano.

La Constitución debe vivir en las actuaciones de gobernantes y gobernados, entonces tendremos Constitución y democracia, dos realidades que deben ser inseparables. Tenemos todas las personas la gran responsabilidad de hacer que nuestra Constitución se desarrolle adecuadamente en las instituciones, enfrentando el gran desafío de conocer y de actuar en función de la voluntad soberana de un pueblo que se da a sí mismo sus normas de convivencia en justicia y libertad.

El camino a la democracia verdadera está finalmente abierto, nos corresponde a todos y todas construir las prácticas indispensables para que cada palabra de los nuevos desarrollos constitucionales, sean más que categoría jurídica abstracta, patrón de conducta palpable en gobernantes y gobernados.

Gustavo Jalkh R.
EX – MINISTRO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS

Para descargar el texto completo en formato PDF hága clic en el s iguiente enlace: