La máquina privatizadora

Por: Dr. Armando Yépez Tapia
INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA U.C.

L A VORAZ MAQUINARIA PRIVATIZADORA que en todos los países han auspiciado la división de las empresas eléctricas, en generadoras y distribuidoras, como es el caso de Colombia, donde es fácil constatar el enorme daño causado, del cual algunos colombianos auspiciantes de las privatizaciones, se lamenta, pues es un absurdo concebir que quien hace ingentes gastos para generación, no sea quien la distribuya.
En Ecuador la millonaria inversión en años de trabajo, sacrificio económico del pueblo ecuatoriano, cuya deuda, seguramente aun no se paga, para mantenerla en pleno funcionamiento, no se debe ofertar a manos lavadas a los distribuidores, empresarios que automáticamente empezarían a recibir utilidades netas, ya que todo está hecho, incluso la adicional alza periódica del precio de kilovatio, precio que seguramente lo incrementarán, sin que nadie regule ni reclame como el de los teléfonos.

Quién es la víctima

El usuario, también pierde el Municipio, el Consejo provincial quienes al vender la distribución perdería las ganancias. La rentabilidad, no está en la generación, que implica inversión; la rentabilidad está en la comercialización, en la distribución.
Muchos hablan de competitividad, sin entender plenamente que un empresario no puede ser competitivo, si no incluyen en sus procesos todas las fases incluso de distribución, allí está el éxito.

La eficiencia y rentabilidad

Se habla que harán una reingeniería en las Empresas Eléctricas, para hacerlas más eficientes; eso lógicamente abaratará los costos e incrementará las ganancias, el éxito estaría en el manejo de todas sus fases que son complementarias.
Michael Hammer, pidió perdón al mundo por haber creado la reingeniería, dado el horror causado con su aplicación cruel y devastadora, pues, la empresa privada la utiliza sin piedad no contemplaciones aplicando su filosofía «más lucro a toda costa, sin que importe la vida misma del hombre».
La eficiencia y ganancia que reciban las empresas eléctricas debe ir a las áreas de sus entidades seccionales administradoras de las acciones, que requieren de ingresos económicos para atender numerosas demandas ciudadanas.
Por suerte los dirigentes seccionales, provinciales y municipales tiene más sentido de patria y defenderán tanto el patrimonio, la vida, como los derechos de sus coterráneos.
Si el interés es que las empresas públicas incrementen significativamente sus ingresos, se puede, bajo nuevas concepciones, con la participación mayoritaria de los involucrados, diseñar y reglamentar un nuevo modelo para su funcionamiento, con la idea que los ingresos que generen, vayan en beneficio de la ciudadanía, cuya inversión es necesaria señalar anticipadamente, con transparencia.
Por ello no se puede renunciar a la rentabilidad de la empresa productora de energía eléctrica, rentabilidad que será recuperada con la distribución, renta que también serviría para cubrir los gastos de funcionamiento, desgaste, deterioro por el tiempo y contingencias en la empresa productora.
Si la empresa privada está ansiosa en invertir, que lo haga en los proyectos de generación eléctrica y que los mismos la distribuyan; así nos demostrarían su eficacia y tendrían la oportunidad de ofertar a precios mas bajos que los actuales, de esa manera las empresas públicas municipales y provinciales tendrían con quien competir sanamente.

Quiénes están tras las privatizaciones

La Empresa Privada, ellos tiene a su servicio toda la maquinaria de técnicos, expertos, testaferros y una fauna que cuenta con antipatrias y ciertos comunicadores; para trastocar cruelmente la realidad, al extremo de tratar de convencer que los propietarios de las eléctricas son: consejo municipal, provincial, el fondo de solidaridad, etc., cuando el único propietario es el pueblo, y estos son únicamente administradores.
Existe un sector minoritario de empresarios privados, profesionales, técnicos, etc., de «Ecuador alternativo» quienes no han hecho de la voracidad su estilo de vida; con ellos hay que trabajar formando un gran frente donde participen todos los sectores sociales para tomar grandes decisiones.