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La Inteligencia

Dr. Fabián Mensías Pavón
PROFESOR DE PSICOLOGIA JURIDICA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR – UNIVERSIDAD SEK INTERNACIONAL – MIEMBRO DE LA SOCIEDAD IBEROAMAERICA DE PSICOLOGIA JURIDICA

D AVID WECKSLER (1944) , define a la inteligencia como la capacidad para comprender el mundo, pensar racionalmente y emplear adecuadamente los recursos a su alcance cuando se enfrenta un desafío.

Tests Mentales.- Los tests de inteligencia que conocemos actualmente fueron creados por Alfred Binet (1905) en París. Estas pruebas nos permite evaluar cuantitativamente la inteligencia de una persona. Los tests mentales o pruebas psicológicas nos permiten determinar el Coeficiente Intelectual (CI).

CLASIFICACION del RETRASO MENTAL, (R.M) según los sistemas CIE y DSM en función de gravedad

DENOMINACION RANGO DE CI

LIGERO 50/ 55 – 70
MEDIO 35 – 49
GRAVE 20 – 34
PROFUNDO menos de 20

En el CIE- 10 se añaden:

– Otro retraso mental
– Retraso mental sin especificación

En el DSM-IV:

– Retraso mental sin especificación

Normales.- Se ha determinado como inteligencia normal la que posee el 75% de una población. La que está por encima, se denomina inteligencia sobre el promedio; y, los otros, inteligencia bajo el promedio o débiles mentales.

RETRASO MENTAL Y SU APORTE AL CAMPO JURÍDICO

El cociente intelectual en el R.M., se encuentra por debajo del promedio de 70 . Dado que ninguna medida es infalible, el CI, posee un error de medida de cinco puntos aproximadamente; por ello, el CI de 70 se considera situado dentro de los intervalos de 65 a 75.
Los síntomas conductuales más frecuentes en el retraso mental incluyen la pasividad, la dependencia, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, agresividad, pobreza en el control de los impulsos, las conductas estereotipadas automutilantes y autoestimulantes.
Las personas que sufren retraso mental son vulnerables a la explotación por terceras personas, al maltrato físico y sexual, o a la negación de derechos y oportunidades.

Retraso ligero (leve).- A pesar de que su desarrollo es generalmente menor que el de sus compañeros, son capaces de manejarse con mucha independencia en la edad adulta, realizar su trabajo y conformar una familia.
Son sujetos con limitaciones manifiestas; tienen problemas en la comprensión. En este grupo se sitúa el mayor número de delincuentes comunes, razón por la cual se produce, reincidencia específica en el mismo delito, dejando muchas evidencias. Estos sujetos rinden más en actividades manuales. Puede aprobar hasta 6to. grado y ganarse la vida mínimamente siempre que reciba ayuda especial en los momentos de tensión.

Retraso medio (moderado).- En estos sujetos las deficiencias aparecen precozmente, pues las habilidades lingüísticas y motoras son inferiores a las de sus compañeros de edad. A pesar de que son capaces de desempeñar trabajos sencillos, requieren de cierto grado de supervisión a lo largo de su vida.
Son lentos y torpes en sus movimientos. Existe un crecido número de delincuentes que es difícil que sean rehabilitados. Tienen la edad mental de un niño de 3 a 7 años, aunque su edad cronológica sea de una persona mayor. Son entrenables, pueden aprender hasta un nivel de 2do. grado.
A más del bajo nivel intelectual, se observa una notable inestabilidad emocional, son fácilmente sugestionables, egoístas e impulsivos, incurren con frecuencia en el delito como autores materiales; los ilícitos más comunes son la piromanía, los delitos sexuales (violencia carnal, abusos deshonestos, incesto, homosexualismo), el hurto y las lesiones personales.

Retraso grave.- Estos sujetos tienen dificultad para conducirse en forma independiente. Son inimputables. Las posibilidades de delinquir son mínimas. No tienen capacidad para movilizarse, tanto que pueden permanecer en el sol o la lluvia y no se percatan de sus efectos. No aprenden a hablar, ni los hábitos básicos de higiene; pueden efectuar tareas muy sencillas, pero bajo supervisión estricta.

Retraso profundo.- Se evidencia una incapacidad para conducirse en forma independiente. Requiere cuidados y supervisión constantes. No pueden ser sujetos activos de delitos; estas personas suelen ser más bien víctimas de hechos delictuosos, especialmente con la integridad personal.

RELACIONES ENTRE INTELIGENCIA Y COMPORTAMIENTO

Desde el punto de vista de la Psicología Jurídica, Corberi recomienda tener presentes los siguientes principios:
1. Un sujeto normal alcanza el desarrollo de su inteligencia entre los 12 y 15 años. Esto le permite una completa adaptación social.

2. Un sujeto que a los 12 años no sobrepasa el desarrollo intelectual correspondiente a los 9 años (CI. 75), puede considerarse afectado de un déficit intelectual que le tornará imposible, sin adecuada asistencia, alcanzar un nivel suficiente. Un sujeto que a los 15 años o más no sobrepasa la edad mental correspondiente a los 9 años, tiene necesidad de medidas de protección más rigurosas y más prolongadas.

3. Un desnivel seguro entre nivel mental y edad cronológica al cumplir los 14 años debe desplazar correlativamente el límite de imputabilidad del individuo.

RELACIONES ENTRE INTELIGENCIA Y DELINCUENCIA

1. Existe un alto porcentaje de delincuentes, que son débiles mentales. Al respecto, «el alto grado de sugestibilidad de los débiles mentales, empuja a menudo a estos individuos a entrar, como simples secuaces, sin responsabilidad de mando o de decisión, en las pequeñas pandillas de delincuentes que pueblan el submundo de criminalidad de las grandes metrópolis».

2. Mientras más bajo es el CI., existe mayor tendencia a los actos violentos: asesinatos, violaciones, ataques a las personas, etc. Luis Rodríguez M, manifiesta que es muy probable que el delincuente débil mental sea sorprendido más fácilmente que aquel que tiene una inteligencia normal o superior.

3. Mientras más alto es el CI., el delito es planificado. El engaño, la sorpresa son los medios utilizados. Aquí están los casos conocidos como delito de cuello blanco, delito que no deja rastro ni huella; ya que su CI., le permite prevenir los resultados de su acción, prever la fuga, fabricarse una coartada, etc.

4. Por lo general ciertos términos son poco comprendidos por los delincuentes. Conceptos como honradez, respeto a las leyes, carecen de sentido para muchos de ellos y es la causa para que infrinjan la ley. Así, existen personas que seguirán de cuentistas, chantajistas, por considerar este tipo de trabajo es fácil.

Investigaciones realizadas por la doctora Cooper, en débiles mentales llega a las siguientes conclusiones:

1. En términos generales, la criminalidad es mucho más frecuente entre los débiles de mente que en la población normal;

2. La debilidad mental es más frecuente entre los criminales que entre los no delincuentes; y

3. El nivel intelectual de los criminales -en términos de inteligencia verbal abstracta y concreta- es inferior al de la población normal.
Tomando en cuenta el CI., existen individuos que se encuentran sobre el parámetro establecido y se los ha clasificado en:

Genios o Superdotados.- Son escasos, realizan actos extraordinarios, aprenden por propia iniciativa, se adaptan con facilidad, requieren educación especial.

Los muy Superiores.- Son pocos, no delinquen. Los objetivos propuestos lo consiguen con mucha facilidad y habilidad. No hay tendencia morbosa al delito.

Los Superiores.- Conocidos como líderes. Cuando delinquen es muy difícil detectar dichas acciones, pues no dejan huellas del delito. Son elementos creativos. Cuando han sido condenados y encarcelados jamás han cumplido toda la condena pues buscan la forma de escaparse con «estilo».