Jugadores nacionalizados

Por: Dr. Osvaldo Paz y Miño J.
EXPERTO EN DERECHO DEPORTIVO
EXPERTO EN DERECHO LABORAL
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Convendrán nuestros lectores que la nacionalidad no puede ser parte de manejos mercenarios y que corresponde al Presidente de la Republica como lo dijimos la semana pasada impedir que los extranjeros se naturalicen ecuatorianos por gestiones y palanqueos de ciertos personajes y politiqueros que juegan a oscuras hasta en el deporte, tanto, que no siquiera están inscritos como dirigentes y se ufanan de ser tales y al amparo de un dinerillo, son tramitadores de alto vuelo para que ciertos deportistas en un abrir y cerrar de ojos, sean nuestros compatriotas. Esto es corrupción.

Una vez que se ha obtenido la naturalización de buena Ley. Se es ecuatoriano por disposiciones expresas de la Ley de Naturalización, que ninguno de los que se rasga las vestiduras haciendo afirmaciones fantasiosas ha revisado: Art. 1. Desde el momento mismo de la inscripción de la Carta de Naturalización en el Registro Civil. De forma que resulta un absurdo jurídico una solemne barbaridad sostener que un jugador de fútbol que se ha naturalizado, debe o puede seguir jugando como extranjero, pues simplemente ya no es tal. Es ecuatoriano con todos los derechos y obligaciones que corresponden a los nacionales de origen. Art. 3 misma Ley. El otorgamiento de la Carta de naturalización ecuatoriana causara ipso jure la perdida de la nacionalidad anterior del que fue extranjero. Art. 5.-

El Ecuador esta pendiente para ver que viejo jugador, quizá, aparece como nuevo ecuatoriano y si ha llegado a ser tal, por el camino que demanda el total cumplimiento de la Ley, o si ha entrado por la ventana, por el atajo, por el vericueto. Esto pondrá en evidencia al padrino que lo avale.

A la Constitución de la Republica se la defiende también desde estos asuntos. UD Presidente Gutiérrez, juró defenderla. Que sean ecuatorianos por servicios relevantes al país, aquellos que realmente cumplan este requisito moral. Que no se otorgue nuestra nacionalidad, a personas que utilizan patrocinadores oportunistas, oscuros y aprovechadores cambistas de camiseta y de bandera.