QUEDA MUCHO POR HACER
Fortalecimiento de la reforma de la Administración de Justicia en Ecuador

PROJUSTICIA

L A REALIDAD ECUATORIANA en cuanto a la administración de justicia, al sistema de garantías judiciales y a la indefensión en la que se encuentran muchos de los ciudadanos ante dicha administración, convierte la reforma de la justicia, en un sentido amplio, n una de las prioridades del país y un tema de amplio espectro social.

El rol de Projusticia como oficina adscrita a la Presidencia de la Corte Suprema, y trabajando por tanto «dentro del sistema» pero en contacto permanente y directo con la sociedad civil y con la realidad del país, es más necesario que nunca, teniendo en cuenta no sólo los indiscutibles logros conseguidos por Projusticia en los últimos años, sino por la necesidad de que se ahonde en el proceso del cambio.

La necesaria continuidad de Projusticia es innegable para relanzar el proceso de modernización de la función judicial en Ecuador, para consolidar el éxito de las actividades ya iniciadas y para abrir nuevas áreas de atención en el proceso de reforma que tenga en cuenta, ante todo, la necesidad de garantizar a los ciudadanos una justicia universal, más ágil, transparente y justa. Las áreas de trabajo de Projusticia, no van únicamente encaminadas a la reforma de la Función Judicial en cuanto entramado administrativo, sino hacia una perspectiva integral basada en estrategias de reforma del sector, que engloben también a la Sociedad Civil. Una estrategia, en suma, que entienda e integre el concepto «justicia» desde una necesaria visión técnica.

Un poco de historia

Es importante reseñar, aunque sea brevemente, el éxito alcanzado en muchas de las líneas de trabajo por Projusticia en etapas anteriores, y de las que podemos destacar las siguientes:

Mejoramiento de la Gestión del despacho judicial

Llevado a cabo en más de 74 juzgados de Quito, Guayaquil y Cuenca. El nuevo sistema de gestión ­aplicado con indudable éxito- se basa en el principio de la corporatividad como mecanismo de optimización de los Recursos Humanos y Físicos; mejoramiento profesional de los funcionarios judiciales y mejora del equipamiento e infraestructura.

Oficinas de Mediación

La necesidad de crear espacios de solución de conflictos, como servicio alternativo para los ciudadanos, se plasmó en la creación de Oficinas de Mediación dentro de la misma función judicial. Los bajos costos de funcionamiento y los resultados altamente positivos de estos centros de mediación dan una idea de la importancia de la labor realizada por Projusticia en esta área de trabajo, que debe seguir siendo impulsada.

Asesoría legal gratuita

La situación de ampios sectores de la población ecuatoriana en situación de desvalimiento, y en gran medida ignorantes de sus derechos constitucionales y legales, puso de manifiesto la importancia de la labor llevada a cabo por projusticia en la asesoría legal gratuita a mujeres de escasos recursos ante la violencia de géneros, a colectivos indígenas o a reclusos en algunas de las prisiones del país.
Estas líneas de acción, emprendidas con el absoluto apoyo del Banco Mundial y de la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia de Ecuador, se vieron complementadas por otras actuaciones, apoyadas en su caso por el Banco Interamericano de Desarrollo, como la implementación de un sistema permanente de Capacitación de funcionarios judiciales, el Fortalecimiento del sistema Administrativo del Consejo Nacional de la Judicatura, los primeros pasos en el tan necesario Desarrollo Legislativo o la creación de un Fondo de Acceso a la Justicia por parte de la Sociedad Civil.

Rumbo al futuro: Estrategias de Acción

Si menoscabo de los indudables avances de las actuaciones emprendidas por Projusticia en el mejoramiento y reforma del sistema de administración de justicia, es incuestionable la necesidad de seguir avanzando.
Queda mucho por hacer, y debe abrirse nuevas áreas de atención y trabajo en este proceso de cambio.
Con una vocación clara de futuro y una concreta planificación de objetivos, la propuesta de mejoramiento continuo de Projusticia se plasma en las siguientes estrategias de acción.

1. Consolidación de la Carrera Judicial.- Mediante la reforma de la LOFJ, el establecimiento de un Plan Maestro de Capacitación y la implementación de un sistema disciplinario óptimo que fortalezca la actuación de los funcionarios judiciales sobre la base conceptual de la ética judicial y la equidad de la justicia «de todos y para todos».

2. Ampliar el sistema de Gestión de Despacho.- Tanto en personal como en mejoramiento técnico e infraestructura (informatización) para la Primera y Segunda Instancia en todo el territorio nacional.

3. Mediación y Conciliación.- Seguir desarrollando los Métodos Alternativos de Solución de conflictos.

4. Defensoría Pública.- Puesta en marcha de un verdadero sistema de Defensoría Pública, que permita el acceso gratuito a la Justicia para aquellos colectivos sin recursos y sin información puntual sobre sus derechos y garantías.

5. Estructuración y reconocimiento de la Justicia Indígena. – Bajo iniciativa de la Función Judicial.

6. Implementación de la Justicia de Paz.- Como un mecanismo de acceso a la justicia por parte de los ciudadanos de todos los rincones del país.

7. Reformas legales.- Emprender una serie de reformas legales, depurando e impulsando el desarrollo legislativo, auspiciadas desde dentro del sistema, en materias que van desde el derecho penal al familiar, la unidad jurisdiccional o la reforma del Código de Procedimiento Civil.

8. Fortalecer la participación de la Sociedad Civil en la reforma judicial, integrando la participación de los sectores de escasos recursos: mujeres, niños o campesinos en el necesario proceso de cambio.

9. Trabajar firmemente por una cultura de la Paz y la Ética previniendo, por una parte, el conflicto, y por otra ahondando en la necesidad de un cambio de mentalidad en la sociedad, que apueste por la ética y la verdadera justicia en todos los ámbitos

La Educación y Formación para la Ética, así como la divulgación de los derechos y deberes de los ciudadanos y de las líneas de acción emprendidas por Projusticia, debe permear el proceso de cambio.