El nuevo rol de los sindicatos, asociaciones y roganizaciones de funcionarios del Sector Público y servidores del IESS

Dr. Manuel Posso Zumárraga

¿Quienes somos los causantes de la crisis del sistema actual?

¡Todos! Administradores y Administrados. Es muy común escuchar sobre la crisis de gobernabilidad, de credibilidad, de moralidad del sistema de justicia etc., Y, en el caso del Sector Público y en especial del IESS, para nadie es un secreto que la falta de credibilidad en la dirigencia de clase (104 ramas de actividad, asociaciones de funcionarios, colegios y federaciones profesionales, etc.) Tienen parte en esta crisis, producto de varios vicios o errores históricos, concurrentes por falta de visión de los procesos de cambio y/o transformación social. entendidos como cambios de camisetas, cambios de ideologías, oportunismo, continuismo, defensa de estatus equivocados y de estructuras político administrativas válidas para el siglo pasado.
Por lo anterior, precisamos encontrar formas que motiven la participación de los dirigentes, bases, militantes y servidores en la lucha correcta de su reivindicación social, procurando correlacionar el presente con el futuro institucional para que salga de sus fueros y recupere la credibilidad perdida.

Un claro ejemplo

La dirigencia clasista no tuvo la clara visión de que el cambio esta sobre nosotros, como sucede en el siguiente ejemplo:
Las últimas reformas a la Constitución Política del Estado, R.O. 863 del 16 de enero de 1996 (cambio necesario pero impuesto), a la Sección VII del del Código de Trabajo, Art. 31, obligan para todos los efectos de las relaciones laborales en las entidades del sector público, que el sector laboral estará representado por una sola organización , con la ilegal y oscura intencionalidad (porque así expresa su texto) de paulatinamente ir eliminando derechos adquiridos de los trabajadores (jubilación patronal, el aporte para las organizaciones de clase, etc., que traerá como consecuencia el enfrentamiento entre la clase laboral del país, servidores sujetos al Código de Trabajo y a las leyes que gobiernan la administración Pública).
Este proceso de cambio de régimen jurídico en forma disfrazada se venía fraguando desde Gobiernos y Administraciones anteriores; y, las Organizaciones Clasistas, poco o nada hicieron para su defensa, estuvieron enchufados en conseguir reformas coyunturales dejando a un lado las necesidades sentidas de los usuarios (asegurados).
¿ Cuándo planificaron para el usuario; cuándo le consultaron que quiere el usuario, asegurado o militante clasista, del dirigente o de la institución en la que laboran ?. Creo que nunca!. Pues empecemos ahora, o el cambio impuesto te vence, te sustituye y te quita credibilidad así seas buen dirigente, militante, servidor o vocal.

¿ Cuales son los vicios históricos en las actitudes de un mal dirigente o servidor ?

El individualismo .

El individualismo se da en dirigentes que no obstante trabajan en grupo colectivo, continúan actuando en forma individual:
– Quiere que todo le beneficie.
– Busca defender intereses personales antes que de clase.
– Le gusta la ley del menor esfuerzo.
– Se expresa mal de otros.
– Quiere resolver sus problemas fuera de su organización.
– No respeta comisiones ni estructura organizacional alguna.

Es Personalista

– Desea avanzar solo.
– Quiere para sí el mérito.
– Cuando se siente amenazado, se desespera por formar otro grupo.
– Cuida más de su persona que del trabajo que tienen que hacer.

Es espontaneista

– No le interesa la planificación.
– Quiere hacer todo apelando a la coyuntura.
– Realiza las tareas que sólo son de su agrado.
– Piensa que sabe todo.
– Pretende aplazar todo para tener más tiempo para sus asuntos personales.
– Esta en todo y no resuelve nada.

Es anarquista
– No le gusta ver nada organizado.
– No controla ni contabiliza nada.
– No le gusta los planes organizados, porque nunca los cumple.

Es Cómodo

– Quiere estar bien con todos.
– Elude situaciones conflictivas.
– Evita afirmar o negar, por miedo a perjudicar sus intereses.

Es sectario
– Quiere hacer todo de prisa.
– Siempre quiere hacer algo que satisfaga su ego.
– Cuando propone cambios, lo hace con miras a sus intereses.
– Trabaja en conjunto sólo cuando los otros benefician su posición.

Es divisionista
– Sino triunfa sus propuestas, trata de acabar con todo.
– Si sus intereses están amenazados, critica a los otros.
– Si pierde en una votación, termina boicoteándola.
– Lo que los otros hacen no tiene ningún valor para él.

Es aventurero

– Nunca consulta ni se fija en la realidad.
– No piensa en los resultados ni en las consecuencias (crisis).
– Siembra sin importarle el fruto que cosechará.

Es auto-suficiente

– Tiene respuestas para todo, no hace preguntas, solo quiere responder.
– Aun sin tener conocimiento o especialización dice entender de todo.
– Quiere estar en el frente y pasa por encima de las decisiones tomadas por el colectivo.
– Cree que su opinión es infalible.

Formas de superar estos vicios

Los vicios de los dirigentes o servidores aparecen frecuentemente en forma disfrazada y su combate amerita enfrentarlos utilizando varias formas participativas diferentes a las comunes (huelgas, paros, injurias, manipulaciones de bases, de informes; ofrecimientos o promesas incumplidas, etc.).

Capacitarse para enfrentar los procesos de cambio

El buen dirigente debe tener una cosmovisión futurista de los procesos de transformación, crecimiento, desarrollo que la ciencia y de la tecnología están imponiendo en todos los órdenes y objetivos de los Estados, de las instituciones y en las actitudes personales. El temor al cambio se lo combate asumiendo la existencia de vicios en las actitudes personales, con educación y capacitación masiva de las bases, militares o servidores, utilizando las herramientas básicas de una tecnología humanizada (Reingeniería de Procesos, Gerencia de Calidad Total en el servicio al Usuario, Control por fuera en los servicios más deficitarios, Automatización Integral, Control de Gestión Técnico Actuarial, Programas anti-corrupción sin encubrimientos, despolitización de la gestión gerencial regional, implementando un nuevo modelo de atención al público usuario, etc.).

Practicar la Crítica y la Autocrítica constructiva al interior de la Organización

Desterrando la denuncia infundada, estableciendo un sistema de crítica y autocrítica al interior de la Organización clasista, fundamentándose en el diálogo permanente con las bases y militancia y con la activa participación del usuario del servicio público, planificando la organización, trabajando en equipo con fines globales y comunes a todos los administrados, estableciendo regímenes de funciones y de sanciones para casos de inmoralidades internas y lo que es más importante, volviendo a establecer mística de trabajo en tu Institución.

¿Qué es la mística de Servicio al Usuario?

La mística es un conjunto de motivaciones que impulsan al avance en la organización en que tu laboras, es la lucha de reivindicaciones, es el trabajo productivo, es la investigación científica, es la creatividad artística y todas las actividades y funciones técnico operativas que tienes que realizar en tu diaria labor social con eficiencia, oportunidad y buen talante.
Todos somos los responsables de acortar las distancias entre el presente y el futuro, la mística es todo aquello que nos hace sentir bien, nos hace brillar llenándonos de voluntad para participar activamente en el destino y desarrollo institucional.

La Fuente de la Mística

La mística, para que esté siempre latente en todos nuestros actos, precisa de la aplicación de varios elementos que sólo pueden emanar de vuestra convicción y práctica política en:

A) La Manifestación de las Bases y Servidores

Las bases aprecian las movilizaciones reivindicatorias pero también la tranquilidad social.

B) Encuentros con Militantes

La militancia tienen fundamentalmente un sueño económico y político, es decir, buscar mejoras económicas concretas para el bienestar de él y de su familia, pero además presiente que ahí no termina todo. Por eso, generalmente, a veces con oportunismo y sin visión se embarcan en la esfera política en la perspectiva de un cambio radical o coyuntural justificable por sus frutos, que pueda conseguir para sus administrados.

C) En reunión con Dirigentes

Para los dirigentes la mística debe desarrollarse básicamente en torno a definir la estrategia que aproxime el futuro en la práctica diaria. El sueño revolucionario debe ser construir, sobre los escombros del capitalismo, una sociedad o institución más sólida y solidaria.
La Organización o Entidad que no tiene una definición estratégica, mantendrá a sus dirigidos por mucho tiempo, como en verdad está sucediendo en tu institución, defendiendo estatus equivocados, personas, estructuras caducas y, obviamente, la mística en el trabajo que se ha convertido en un asunto incomprensible, y luego deviene la crisis que vence cualquier iniciativa de desarrollo y crecimiento por ese temor infundado al cambio social y te pregonan que es imposible administrar esta desadministración después de haber lucrado de ella (doble discurso o moral).

El Sustento de la Mística

La claridad política, la definición estratégica y la voluntad permanente, son elementos fundamentales para que los militantes y bases puedan desarrollar una mística revolucionaria en forma continua.
La organización clasista o de cualquier carácter social, que no tiene programas, estratégicos y tácticas definidas, no tendrá condiciones para enfrentar el cambio y su gestión se diluirá en intereses coyunturales ajenos a los intereses de la institución y del usuario del servicio, que son sus legítimos empleadores.

Elementos Fundamentales de la Mística Institucional

La Confianza

Solamente quien tienen confianza en la Organización (Sindicato AFEDIESS, Federación Médica y de profesionales afines, en el caso del IESS) en las bases y en el cambio estructural, tendrá condiciones para desarrollar e implementar la mística en el trabajo. Quien no tiene seguridad solamente está sobreviniendo y sirviéndose de su institución y de su organización de clase.
«Esta verdad trasparente es aplicable a los nuevos dirigentes (Sindicato Unico, AFEDIESS, Federación Médica) que tratan de captar posiciones de poder sin visión de servicio, peor de cambio» (con rarísimas excepciones).

Convicción

Quien está convencido de su rol tendrá seguridad de que está en el camino correcto. La convicción, en este sentido, se transforma en responsabilidad concreta de :

– Organizar cada vez más a los administrados (trabajadores, funcionarios) en sus diferentes niveles.

– Luchar por intereses comunes.

Perseverancia

Para quien tiene claridad en lo que quiere alcanzar, los fracasos son apenas pequeñas derrotas que atrasan la conquista inmediata. Para quien se aferra al pasado y no tiene perspectivas futuras, los pequeños fracasos son derrotas definitivas.

Combatividad

Es la característica que el militante (servidor) debe demostrar cuando se cometen injusticias, violaciones al orden constituido, inmoralidades no sancionadas como son los casos más comunes de los Gobiernos y Administraciones presentes.

Honestidad

No basta el conocimiento teórico o la buena fe, es preciso ser dirigente, militante o servidor honesto con la clase trabajadora.
Tener honestidad de asumir sus errores históricos, exigir sanción sin encubrimiento en caso de inmoralidades de sus cuadros, es la cualidad más digna que debe caracterizar al servidor público (desde el mensajero hasta el representante ante los organismos.

Responsabilidad

No debemos cumplir nuestras obligaciones por cumplir, por imposición o mecánicamente; «Las cosas se hacen bien o no se hacen». El verdadero dirigente, militante o servidor debe formar parte del proyecto de liberación social, contemplar, admirar y proyectar la organización o la entidad social para el crecimiento, para la productividad, para la transformación, siempre con visión de cambio radical (no parches coyunturales).

Gratuidad

Hay que reconocer que tratamos de construir un nuevo Estado, un nuevo Seguro Social, y todo trabajo desarrollado en pro de la liberación de todos los trabajadores (obreros-funcionarios) debe ser entendido como una acción voluntaria (sin pretender favores, recompensas o recibir coimas). No hay pago para quien lucha y sueña en construir un nuevo Estado y un nuevo Seguro Social modernizado y solidario.

Valoración

Valorar siempre la acción de quien ejecuta el cambio, estimula y engrandece la gestión siempre incomprendida del sector público.
«Recuerden señores dirigentes y dirigidos, obreros y funcionarios, no es más inteligente quien se sirve del Estado y del Seguro Social, sino quien sirve al Estado y a tu Institución pensando que nada en la vida es permanente excepto el cambio».