Por: Abg. Maria Belén Rivadeneira R.

Estudio Jurídico VIVANCO & VIVANCO

Introducción:

Luego de la Primera Guerra Mundial y especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, la tecnología alcanza un desarrollo nunca antes visto. Es allí donde se empieza a apreciar la importancia económica de los Secretos Industriales, particularmente en aquellas ramas de la industria con un rápido nivel de obsolescencia en la tecnología empleada.

En la actualidad, el “boom” tecnológico reafirma esta tendencia de proteger los conocimientos técnicos mediante la figura del secreto en mayores niveles aun. Es así que ahora la tecnología secreta es la inevitable consecuencia del crecimiento acelerado de la industria y el comercio, lo cual se ve reflejado en la conducta de las personas naturales como jurídicas de toda índole, que dedican sus esfuerzos a la consecución de nuevas técnicas, procedimientos y productos secretos que puedan posicionarlas en una escala superior a la de sus competidores.

Características del Secreto Industrial:

Si bien es cierto que quien posee esta información secreta tiene la lotería en sus manos, es muy cierto también que más complicado que desarrollar la tecnología como tal, es poder mantenerla oculta frente a terceros, y por ende, sacar provecho de ésta por el mayor tiempo posible. Por esta razón resulta preciso tomar en cuenta ciertas consideraciones previo a decidir si se protegerá cierta tecnología mediante la modalidad del secreto:

1. Para que la tecnología desarrollada sea considerada secreta, de hecho como de Derecho, debe cumplir con tres requisitos recurrentes: a) carácter oculto de la tecnología; b) voluntad de conservar el secreto por parte de quien tenga el legítimo control de la tecnología mediante la adopción de precauciones razonables, y; c) el interés de mantener el secreto, es decir, que su revelación importe un aumento de la competencia de los rivales o una disminución de la propia capacidad competitiva de la empresa afectada.

2. Si la tecnología recae sobre un producto, al ser comercializado perderá su carácter secreto, ya sea por inspección, desarmado o ingeniería inversa (a no ser que el producto no sea utilizado públicamente o comercializado); situación que muy difícil se dará en el caso de los procedimientos, ya que resulta casi imposible deducir, por cualquier método, el orden exacto de los pasos que se han de disponer para llegar a determinado resultado.

Si el conocimiento técnico que se pretende proteger es acorde con las consideraciones arriba señaladas, entonces nos encontramos frente a un Secreto Industrial, el cual es protegible fáctica (medidas razonables para mantenerlo en secreto) como jurídicamente (Art. 193 de la Ley de Propiedad Intelectual, en concordancia con el Art. 260 de la Decisión Acuerdo de Cartagena No. 486).

La tendencia del Secreto Industrial en el mundo de la industria y el comercio de hoy en día, resulta muy ambiciosa y de gran riesgo, ya que poseerlo importa a la empresa beneficios muy altos, pero su divulgación significaría la pérdida del tiempo, dinero y esfuerzo invertido en el desarrollo y mantenimiento del mismo, esto sin tomar en cuenta todos los beneficios que se dejarían de percibir por su difusión.

Sin embargo, existen ciertas compañías que no se dejaron atemorizar por este riesgo y llevaron a cabo proyectos exhaustivos para desarrollar, mantener y proteger sus tecnologías en secreto frente a sus competidores, llegando a convertirse en la actualidad en colosales de la industria y el comercio a nivel mundial.

Casos exitosos de Secreto Industrial:

Claro ejemplo es la afamada fórmula de la COCA-COLA® que entre sus ingredientes se halla el “7X”, el más misterioso de todos y que nunca ha podido ser descifrado por los analistas. Esta fórmula se encuentra depositada bajo llave en un banco de Atlanta – Estados Unidos y, según la leyenda, sólo tienen acceso a ella dos altos directivos que no están permitidos viajar juntos por si ocurriera un accidente. Este secreto ha sido considerado como el mejor guardado del mundo.

Otra empresa que ha protegido su tecnología como Secreto Industrial es KENTUCKY FRIED CHICKEN – KFC®, la que ha conservado oculto el contenido de la Receta Original del Coronel Sanders® para preparar pollo brosterizado por más de 70 años. Esta receta está protegida por medidas de seguridad bastante complejas: una compañía se encarga de la preparación de una parte de la mezcla, mientras que otra compañía prepara la parte restante, luego se utiliza un sistema de procesamiento por computadora para estandarizar la mezcla de los productos y asegurar así que ninguna de estas compañías tenga la receta completa.

Como ejemplo final, debemos obligatoriamente mencionar a la firma de automotores FERRARI®, la cual posee distintos Secretos Industriales para los dos tipos de automóviles que fabrica:

Monoplazas: Estos automóviles de carreras son fabricados únicamente para utilizarlos en competencias, como lo es la Fórmula Uno, para ser corridos en representación de la popular marca, es decir, no existe interés alguno en comercializarlo para que las otras casas competidoras puedan adquirirlo. Es así que toda la ingeniería y tecnología que poseen estos automóviles son secretas. He ahí la ventaja de no ponerlos a la venta, ya que al no tener acceso a éstos, no se pueden revelar los secretos que contienen ni por ingeniería inversa.

Automóviles fabricados en serie: El secreto recae sobre su pintura, la que es aplicada mediante un baño especial que hace que estos bólidos adquieran un color y brillo distintivos que solamente se los puede apreciar en un genuino Ferrari®. Además, esta secreta pintura inhibe la oxidación y protege al automóvil, como ninguna otra marca, de rayones y maltratos leves debido a su contextura más espesa.

Estas compañías respetaron los parámetros básicos que se requieren para proteger sus tecnologías como Secretos Industriales y hasta la presente fecha han demostrado que vale la pena tomar el riesgo, siempre y cuando se tenga la cautela y prudencia suficiente para mantenerlos reservados por el mayor tiempo posible.

Es por empresas como éstas que queda demostrado que la figura del secreto es totalmente viable para proteger determinada tecnología si se la sabe manejar inteligentemente, imponiendo así una marcada tendencia alrededor del mundo para optar por esta modalidad.