Manejo energético en el país

Por: Fundación Hacia La Seguridad
Imperio de la Ley

L A RIQUEZA NATURAL DEL PAIS en materia energética y el mal manejo que realizan los gobiernos y grupos interesados en petróleo y electricidad fueron los temas discutidos en Justicia para Todos, el domingo pasado. Al programa fueron invitados Blasco Peñaherrera Solah, presidente de la Federación Cámaras de Comercio y Alejandro Ribadeneira, ex Gerente del Fondo de Solidaridad. Como todas las semanas se contó con el aporte jurídico del doctor Edgar Terán Terán, presidente de Hacia la Seguridad ­ Imperio de la Ley.

En primera instancia, Terán aseguró que los ecuatorianos poseemos probadas y cuantiosas reservas de petróleo. Además tenemos una capacidad de generar energía hidroeléctrica casi ilimitada y todo esto es obra de la naturaleza. Lamentablemente los gobiernos y grupos burocráticos y sindicalistas son tan poco acertados en el manejo de este sector, que los ecuatorianos somos un pueblo realmente pobre. La acción en este sector ha sido tan desacertada hasta el punto que ahora estamos amenazados por apagones y ya se comenta que sistema productivo del Ecuador puede derrumbarse por el colapso de la producción eléctrica. No hay que olvidar la afectación a la imagen internacional que ha sufrido el país por su manejo en la política petrolera.

Sobre el tema, Blasco Peñaherrera Solah, indicó que la decisión del Procurador General del Estado, de notificar a Petroecuador y al Ministro de Energía sobre los elementos que a su criterio obligaría a la caducidad del contrato con Oxy, es parte de un mal manejo en el sector energético. «Esta decisión se la toma con demasiada proximidad a la declaración de no aceptación del laudo arbitral internacional. Por lo tanto se percibe en el ambiente una retaliación», dijo.

Para Peñaherrera Solah, lo aconsejable sería que el Procurador General del Estado y la compañía Occidental lleguen a un acuerdo, porque de lo contrario todas las partes pierden. Pierde el Estado ecuatoriano, manchando su imagen, además los mercados internacionales reaccionan contra la compañía y contra el Ecuador en general. Ecuador pierde a uno de sus principales socios comerciales, a uno de los inversionistas que con mayor fe ha apostado al Ecuador. De acuerdo con Peñaherrera, Occidental ha trabajado en Ecuador cerca de 20 años, y ha sido una gran contribuyente de impuestos, y generadora de empleo.

De su parte, Alejandro Ribadeneira, experto en el tema eléctrico recordó que cuando estuvo en CONELEC y en el Fondo de Solidaridad, el denominador común de la mayoría de los posibles inversionistas era la búsqueda de la seguridad jurídica.

Ribadeneira comentó que la inseguridad jurídica en el país es una realidad y ello abona a que el país deje de contar con inversión extranjera y también nacional. Para Ribadeneira, el Ecuador debe fomentar la seguridad jurídica.

Edgar Terán coincidió plenamente con la propuesta de reforzar la seguridad jurídica. Y en este sentido explicó que la seguridad jurídica consiste en que se cumplan las leyes y el primero que debe cumplirlas es el Estado. Lo peor que le puede pasar a la seguridad jurídica es que el Estado haga trampas. «El Estado incumplido, el Estado tramposo es la plaga para la seguridad jurídica», comentó.

Un segundo requisito para que exista seguridad jurídica, según Terán, es que se cumplan los contratos. Es decir, que haya de parte del inversionista, nacional o extranjero, de parte del ciudadano común, la certeza de que si se firma un contrato es para cumplirlo, no para escapar del contrato. Y lo tercero, dijo Terán, es que haya un sistema judicial confiable, sea el sistema ordinario de las Cortes, sean los sistemas arbitrales. Para Terán esos tres puntos representan un tesoro, eso es para los países un capital incomparable.

Adicionalmente comentó el jurista, que cuando las relaciones se desarrollan con inversionistas o personas extranjeras, entra otro elemento adicional al valor de la seguridad jurídica: el manejo de las relaciones internacionales. Terán explicó que cuando se le identifica a un país como riguroso cumplidor de compromisos, con una judicatura confiable, las relaciones internacionales se hacen mucho más fáciles y los ingredientes para el mejoramiento económico aumentan y se multiplican.

En este sentido, la Constitución indica que el presidente de la República, es quien maneja las relaciones internacionales. El jefe de la diplomacia y el que le ayuda al presidente en el manejo de las relaciones internacionales es el canciller. Terán acotó que cuando existen problemas de inseguridad jurídica y se comprometen las relaciones internacionales, como lo ocurrido en este caso del petróleo, la tarea de arreglar estos conflictos no es de la cobradora de impuestos, ni del abogado del Estado, sino del presidente de la República.

El jurista indicó que en el caso de la devolución del IVA petrolero, está de por medio el incumplimiento a un tratado internacional bilateral con Estados Unidos, el tratado de garantía de inversiones que establece el arbitraje y que dice que el arbitraje no es apelable. También está de por medio el incumplimiento de las normas del acuerdo de Cartagena, del Pacto Andino, la resolución 3 – 88 y la resolución 5 ­ 99. Y también un delito: la falsificación de un documento cuando se publicó en el registro oficial, un texto distinto al texto que aprobó el Congreso.

Crisis estructural en el sector eléctrico

Dentro del tema eléctrico, Ecuador no ha podido atraer inversión importante en el sector de generación eléctrica, peor en el de distribución.

Y es que el de distribución es un sector muy castigado porque recibe un bien a un precio que no controla y tiene que vender ese bien a un precio controlado, que en general ha sido más bajo que el precio de compra, aseguró Alejandro Ribadeneira.

Las raíces de este problema estructural, se encuentra en la concentración de poder que existió en el INECEL, que manejaba los proyectos, hacía las construcciones, se controlaba y regulaba a sí mismo. Sin embargo, la ley que está en vigencia actualmente tiene una virtualidad, la de haber conformado unos entes de control que permiten o que deberían permitir que se vayan regularizando las situaciones de los distintos actores del sector eléctrico, explicó el experto.
De otro lado, explicó Blasco Peñaherrera que el país depende, generalmente de un 40% de energía térmica, lo cual es muy costoso, por sus propias características y por los altísimos precios de los combustibles. Cuando hay estiaje dependemos en un 60% de la energía térmica. «Esto hace que el Ecuador tenga que pagar las tarifas más altas de Latinoamérica. En promedio pagamos el doble de tarifa que Colombia y que Perú, países que son nuestros socios comerciales pero nuestros primeros competidores. En estas condiciones vemos que tenemos una energía eléctrica que es cara, que es mala y que es absolutamente impredecible», aseguró Peñaherrera.

Para Edgar Terán, un problema adicional que existe en este campo es que si antes se llenaba de pipones la aduana, el estanco de los fósforos, ahora se llena de pipones el sector eléctrico, las empresas telefónicas, todo ese conjunto de empresas que mal maneja el Estado.

Entre tanto, Blasco Peñaherrera Solah, comentó que los ecuatorianos hemos sido engañados al decirnos que entramos a un costosísimo proceso de modernización y que las empresas eléctricas y las telefónicas ya son privadas. La verdad es que son empresas estatales que no tienen control de nadie, que son simplemente reductos de corrupción y que son justamente los principales opositoras a que las empresas serias, vengan al país a invertir.

Adicionalmente, se conoce que estas empresas estatales funcionan de manera ineficiente. Existen empresas distribuidoras que llegan a tener hasta el 42% o 45% de pérdidas. Y sobre lo que logran recuperar solo logran facturar un 40% o un 60%.

Peñaherrera citó un informe de la Corporación de Centros de Estudios y Análisis del Consejo de Cámaras realizado en julio de este año, en el que están desagregados datos de cada una de las empresas distribuidoras de energía y el porcentaje de pérdida sobre las empresas distribuidoras y lo que logran recaudar. La de Quito tiene un porcentaje de pérdidas del 15%, que es una barbaridad y logra facturar el 99%. Sin embargo, existen empresas como la de Milagro que tiene pérdidas de 40% y recauda el 60% de lo que factura.

Las posibles soluciones

Para Blasco Peñaherrera, ese problema estructural solamente puede ser resuelto con una gran inversión en los proyectos hidroeléctricos. Ecuador tiene una capacidad hídrica gigantesca de la cual solamente aprovechamos el 7%. El problema, dijo Peñaherrera es que hay un sector de ecuatorianos que penosamente atacan a la inversión privada, atacan al imperio de la ley y atacan a las posibilidades de desarrollo de nuestro país.

Entre tanto, Alejandro Rivadeneira dijo que deben existir también pequeños proyectos de generación que puedan ser promovidos por el sector privado ecuatoriano.

El experto dijo estar convencido de que la única forma de poder salvar a las empresas eléctricas y de telecomunicaciones es que el Estado deje de tener injerencia en su administración, ya que siempre estará presente el interés político en esas administraciones estatales. Aseguró que deberían contratarse administraciones independientes, pueden ser nacionales o extranjeras.

De su parte Blasco Peñaherrera Solah manifestó que el Ecuador debe buscar un aumento en el sector eléctrico de fuentes privadas, debe procurar el respeto a la ley y generar un ambiente para que puedan venir pequeños, medianos y grandes inversionistas.

Finalmente, Rivadeneira hizo un llamado para que se tomen decisiones técnicas en el sector eléctrico, y no por una conveniencia de tipo político.

Barcazas vs apagones

Alejandro Ribadeneira comentó que frente a la posibilidad de que existan apagones en los próximos meses y debido a que una solución estructural puede demorar mucho tiempo, al país le tocará acudir a soluciones parche, para mermar un tanto la crisis productiva que podría llegar a ocurrir.

«El Ecuador está acostumbrado a vivir a muy corto plazo, a perder de vista aquello que es importante, el Ecuador podrá tener seguridad en el abastecimiento de energía eléctrica solamente cuando se incentive la inversión en generación, mientras tanto todo será solución parche». Dijo Rivadeneira. El costo de los apagones será para la economía ecuatoriana muchísimo más alto que el que podría eventualmente suponer la contratación de las barcazas.