Los derechos de las personas enfermas

Dr. Víctor Hernán Aguiar A

L OS ECUATORIANOS SOMO PERSONAS QUE CONFIAMOS demasiado, abrazamos la esperanza, como una bandera de lucha y depositamos la fe sin ningún interrogante, como que la vida no vale nada, así vamos dispuestos a la consulta de un Médico o un Quirófano, y lo hacemos decididamente porque en el Ecuador la Medicina y sus médicos han sido siempre excepcionales.
Es hora de sentarnos a reflexionar sobre la decadencia de valores, estamos en una era , en que la vida parece que importa poco. El individuo sólo no refleja nada en el planeta, parece ser la filosofía de la gran colectividad.
Qué esta sucediendo hoy, estamos sentando las bases de la decadencia, a nadie le importa el dolor ajeno, se muere y se muere, no hay que esforzarse si no te agradecen ese es el decir popular.

Signos de desconfianza

La Universidad Central en forma por demás responsable formó y sigue formando médicos de gran talento y capacidad. Pero que pasa en los últimos años, están apareciendo signos de desconfianza, por acontecimientos extremadamente graves, y nos llevan a reflexionar en un graffiti «Los Médicos operan enmascarados para que no sepan de quien es la culpa».
Miren ustedes cuanta filosofía popular, cuanta profundidad tiene este graffiti especialmente cuando nos ponemos frente, al caso de los enfermos de SIDA en Guayaquil, adquirido este letal mal en un Laboratorio. De ahí que surge el gran Debate Nacional; Quién responde por las vidas de estas personas infectadas ?; quizás seas tú mañana que quedes infectado y a quién reclamas ?.

Terrible callejón sin salida

Es hora de sentarnos a reflexionar sobre la decadencia de valores, estamos en una era , en que la vida parece que importa poco. El individuo sólo no refleja nada en el planeta, parece ser la filosofía de la gran colectividad.
Qué esta sucediendo hoy, estamos sentando las bases de la decadencia, a nadie le importa el dolor ajeno, se muere y se muere, no hay que esforzarse si no te agradecen ese es el decir popular.

Crisis de valores

Cuando hay un cambio de mando, todos hablamos de salud, de entregar presupuesto, nadie piensa en el hombre, de su formación moral, cívica e intelectual, estamos cayendo en forma vertiginosa en la gran pendiente de la Decadencia.
Ecuador es una Isla en que la decadencia ha tomado ribetes alarmantes.

Por qué se produce ?

Porque todos estamos fallando desde la estructura estatal hasta las familias, éste es un país desmoralizado, duele decir pero esa es la verdad no nos importa un «comino» lo que suceda en la Patria, este problema en Guayaquil del contagio masivo es terrible, grave, no es un hecho casual, son situaciones que vienen dándose periódicamente. Y quién responde por la mala práctica médica o por errores tan graves ?.
La clase Médica del país tan respetada, tan querida no puede ser señalada por casos como éstos, deben ser ellos los que contribuyan a satisfacer la inquietud periodística y social, para reforzar la confianza en los servicios que prestan.
Lo que sucede con esas familias caídas en desgracia puede sucedernos mañana a quien quiera de nosotros, entonces es preciso luchar para que los graves acontecimientos como los que refleja la Prensa no queden en el olvido.

Actuemos con civismo

Vamos compatriotas llenémonos de civismo, para enfrentar los duros días de la crisis de valores que se están dando. Ustedes son testigos de como la fe ciudadana se quebranta, ante la importancia de personas que se creen dueños de la Patria.
Los Derechos a la Vida, están consagrados fecundamente en cuanto al libro de Derechos Humanos, declaraciones, manifiestos, y resumen de convenciones, pero nada se dice de estos graves atentados a la vida y a la salud del prójimo.
Es obligación de legislar en favor de las mayorías, no podemos transar con Proyectos de Ley que benefician a unos y marginan a muchos, la Ley debe nacer de la necesidad social, y no de la necesidad de un Glasé, no dice mucho el Código Penal en referencia a estos acontecimientos, dice muy poco, y castiga levemente, nada de bufonadas, es hora de predicar para una mejor orientación.