Autora: Dra. María Meyboth Hernández Loza

Antecedentes

La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en su preámbulo, considerando segundo, que el desconocimiento y menosprecio de los derechos inherentes a la condición del ser, originan actos de barbarie que ultrajan la conciencia y la dignidad.

El derecho al trabajo nace de un principio universal irrenunciable e irreductible de las personas, el mismo que ha costado por más de nueve siglos la inmolación de vidas que fueron importantes para conseguir el entendimiento de que los Estados tienen la obligación de generar y exigir que en el ejercicio del trabajo se respete el derecho a conseguir el sustento para su vida con dignidad , con la comprensión de que el trabajador desgasta sus fuerzas no renovables en el desempeño de labores como recurso humano participe en la producción que genera riqueza.

Pasar de la esclavitud, etapa oscurantista, no fue fácil en la trayectoria histórica de la humanidad en la que los monarcas tiranos en general y clases privilegiadas en especial, olvidaron que el ser humano tiene derechos que nacen y mueren con él, sin embargo por sus conciencias obnubiladas por su posición de poder sometieron a grupos humanos utilizando su fuerza laboral a la condición inaceptable de la esclavitud , lo que significa el desprecio de los Derechos Humanos, siendo el momento que da lugar a la división internacional del trabajo.

Con el advenimiento de la edad media puedo indicar y sin duda alguna, que la humanidad camino apenas unos incipientes pasos hacia el respeto de la dignidad, en la que no siendo esclava la persona, se le redujo a servidumbre, es decir a una aparente libertad laboral, sin embargo las condiciones de trabajo en los castillos feudales hicieron que los trabajadores sigan sometidos a condiciones casi de la misma circunstancia esclavista bajo la hipócrita fachada de la iglesia que mentalizo la sumisión y que junto al señor feudal , usaron y abusaron de la clase trabajadora, creándose inclusive el inmoral derecho de pernada, sin comprender que provenían de una madre y que tenían además, hermanas esposas e hijas, a mas de instituir este mal llamado derecho de pernada, inicia en el siglo XII la santa inquisición que persiguió con carácter de exterminio a mujeres trabajadoras y de toda clase social culpándolas de brujería, sin embargo más tarde se incluye en la matanza también al género masculino culpándolo de hereje , cuando en el fondo era ir tras la captación de los bienes de las víctimas de la hoguera santa y llegaron a exterminar inclusive a científicos que no coincidían con criterios medievales del dogma que somete con la fe a la aceptación de principios universales que en esos tiempos, aun no tenían respuestas.

Con el advenimiento de un Estado que comenzó a gestar principios democráticos, trajo al mundo conceptos del laicismo, por lo cual la clase trabajadora comienza a exigir el respeto a sus derechos, sin embargo entrando ya al siglo XXI en cuanto a las actividades obreras por la condición social y económica en la que se desenvuelve la mayoría del mundo, todavía debe seguir reclamando justicia laboral que dignifique su condición de ser y su esencia humana.

Es así que trabajadores en rango de población económicamente activa, a nivel planetario están sufriendo en los 5 continentes el desempleo y desplazamientos humanos por la injustificada carrera armamentista sin importar a los gobernantes el exterminio de humanos ni el sometimiento de los pueblos, no obstante que los recursos económicos labrados también por las fuerzas laborales deberían servir para ir sistemáticamente elevando el nivel de vida de los trabajadores con mejor educación y salud.

La desidia en gobiernos de turno y con populismos delirantes usan la esperanza de los trabajadores a mayores y mejores empleos, sin embargo poco o nada hacen dentro de la legislación laboral que deben impulsar la generación de fuentes de trabajo, y no curse la explotación laboral , consecuentemente se desincentive la migración que habla del dolor humano, de exposición a guerrillas, y efectos del narcotráfico ,por la falta de oportunidades laborales que dejan en indefensión social y económica.

Dentro de las políticas sociales-económicas corresponde a los gobernantes cambiar las condiciones infrahumanas en las que sobreviven las clases trabajadoras que cada vez aumentan los cordones de miseria que se van formando en los sectores urbano-marginales y rurales por la ambición desmedida y voraz de los grandes capitales financieros que se han acumulado en imperios billonarios que han dado pauta a la formación de los grandes mercados del mundo: fondo monetario internacional FMI, comunidad económica europea CEE y mercado asiático, mientras se multiplican sus ganancias, los mercados, van acreciendo su riqueza, mientras que en la aldea global se provoca el descalabro y la desregulación de los derechos inherentes a la condición del ser, cuyo mayor sacrificio social es reflejado en los asalariados, que en teorías económicas y en esquemas de crisis son números en las estadísticas de los esquemas de fenómenos cíclicos y contra cíclicos del mercado bajo la complicidad de legislaciones aparentes a los intereses politicos-economicos del mundo.

Trabajadores de mi patria y del mundo, por la conquista de los espacios de igualdad que corresponde a los verdaderos gestores de la riqueza que paradójicamente no la disfrutan, es hora de buscar otros mecanismos de mayor exigibilidad y cumplimiento del derecho humano: el trabajo con dignidad.

Remuneración Básica Unificada

En el caso de Ecuador la remuneración unificada básica que hoy recibe un asalariado, no representa ni el 15 por ciento del costo de la canasta básica, sin que las respectivas autoridades puedan controlar el alza de los precios de las mercancías. Hasta en actuales tiempos la clase trabajadora debe seguir luchando por un salario justo dejando muchas veces de lado las condiciones de seguridad en su ambiente laboral y debe seguir todavía luchando contra la marginación económica que le impide capacitarse para poder acceder a mejores salarios, y lo paradójico es que también debe luchar ante el discrimen provocado por el propio Estado al crear diferencias de salarios en empresas elite del sector público.

Por la integridad que mujeres y hombres se merecen al constituir las manos tejedoras de un universo productivo, expreso mi ideal de mujer trabajadora y Abogada para que en el nuevo Código Orgánico Laboral que se viene construyendo en la Asamblea Nacional se proteja e impulse los derechos de los trabajadores, considerando el avance del pensamiento, ciencia , tecnología y desarrollo como elementos integradores para cumplir al derecho humano del trabajo con dignidad, lo que incidirá positivamente también en el cumplimiento de otros derechos humanos como los de alimentación, salud, seguridad social, pues con una genuina e integral instrumentación normativa podremos bregar hacia la luz de la Verdadera Justicia Laboral

Dra. María Meyboth Hernández Loza

PRESIDENTA DE MUJERES HACIA EL DESARROLLO

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