Dr. Clemente Orellana Sáenz

E N LOS ÚLTIMOS MESES, el valor de los medicamentos, han subido, considerablemente, de tal suerte, que los médicos ya no sabemos que hacer, para poder curar las enfermedades de nuestros pacientes. El problema se complica aún más, cuando se trata de personas con enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión arterial; las dislipidemias, el asma, la insuficiencia cardiaca y muchas más que necesitan fármacos caros, muchas veces de marca y de uso especializado.

Condicionamiento de los precios

El precio de los medicamentos están condicionados por varios factores, entre ellos el costo del principio activo, que por lo general es importado de las casas matrices, especialmente de Europa y EE.UU, además de Chile, Brazil, Argentina y algo de México, por supuesto estas importaciones se pagan en dólares, el margen de ganancia que debe tener el laboratorio, un 20%; la ganancia que tienen los dueños de las farmacias y boticas, que están en un 20 a 25%, para finalmente el pobre consumidor pagar los valores recargados en los precios finales.

Los laboratorios farmacéuticos

Tienen otros precios para las instituciones como el Seguro Social, Sanidad Militar, Policía, Junta de Beneficencia, Ministerio de Salud Pública, en donde se descuenta el 25% de ganancias de las boticas y se hacen descuentos mayores, abaratando los costos en un gran porcentaje, para poder ganar las felicitaciones receptivas.

Elevados costos

Existen en el mercado medicamentos que llegan a costar medio millón de sucres y otros más de dos millones, algunos que han tenido elevaciones que superan el 5.000%. ¿Por qué? esta respuesta la tiene que dar las propias farmacéuticas a las autoridades de salud correspondientes y éstas a la ciudadanía en general.

La economía de los pacientes

Hasta que la lenta burocracia del Ministerio de Salud Pública ponga orden en este espinoso tema, con la ley, la razón, el consenso entre los consumidores y los dueños de laboratorios, a fin de que se llegue a un acuerdo nacional y se tome las medidas necesarias, para la elevación permanente de los precios, los médicos estamos recetando los fármacos que mantienen los valores anteriores, que son buenos, si es posible genéricos, pero estamos conscientes de que tenemos que cuidar la economía de nuestros queridos pacientes.
Es importante reconocer que determinados laboratorios, han incrementado pequeños porcentages, que van desde un 10 a 30% de acuerdo a la depreciación del sucre y han estructurado programas a los pacientes, con descuentos excelentes, como por la compra de dos cajas, le regalan la tercera; pero también hay laboratorios, que no han demostrado sensibilidad, ante la grave crisis que nos azota a los ecuatorianos.