Jugadores sancionados

Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
EXPERTO EN DERECHO DEPORTIVO

CUANDO EL CAMPEONATO NACIONAL entra en la zona de candela, en el área de definiciones, es cuando más pesan, las decisiones buenas o malas de los dirigentes, de los clubes, ya que sin duda estas influirán en el desempeño de los trabajadores y protagonistas del espectáculo: Los profesionales Jugadores de Fútbol.

Estamos justo en el ecuador de la segunda etapa. Cuatro equipos denodadamente luchan por las tres plazas vacantes, de las seis, que el Reglamento tiene reservadas para que los mejores se disputen en una liguilla la posibilidad de lograr el honroso título de Campeón del Fútbol Ecuatoriano.

No por casualidad, sino por causalidad se llega a la cima y será campeón aquel que no solo en la cancha haya hecho mejor y bien las cosas, sino el que haya cumplido coordinadamente en todos los terrenos: en el técnico, el físico, el económico, el disciplinario, el estadístico, el reglamentario, el logístico y en el humano, por sobre todo. Campos en los que debe estar pendiente siempre el dirigente.

Las sanciones

A estas alturas de la competencia los resultados o las presentaciones de los equipos inquietan a la dirigencia, la vuelve más sensible y es lógico; pero se requiere de madurez y tino para llegar con éxito al final. Hay ocasiones en que los jugadores no mantienen una regularidad individual y colectiva que apunte a la obtención de los objetivos trazados,- ha sucedido en ocasiones anteriores- y se los conmina a mejor cumplimiento o caso contrario, se cierne sobre ellos la amenaza de una sanción económica, que al parecer sería «donde más duele.

Creemos que esta practica, ya resulta antigua, sobrepasada y es más bien equivocada y linda muy de cerca con la ilegalidad y hasta con la arbitrariedad en algunos casos. Lejos de lograr el efecto reparador, la baja de remuneraciones, o no pago de premios previamente pactados, crea resistencias en el colectivo del equipo y el remedio, puede ser peor que la enfermedad. Estas medidas pueden traer como consecuencia fracasos estrepitosos, como los descensos o la no clasificación.

Los jugadores de fútbol, como todos los trabajadores, requieren de ingresos para la manutención familiar y la merma de ellos, por multas imprevistas, que pueden tener origen en la sobredimensión que se haya hecho el directivo de su equipo de fútbol, traerá casi de seguro la baja del rendimiento y la concentración del futbolista.

Deben los jugadores rendir al máximo de sus posibilidades físico técnicas en beneficio de la entidad para la que trabajan y si no cumplen sujetos estarán a las sanciones previstas en la Ley y los reglamentos correspondientes, que no dejan el hecho a la voluntad de la autoridad del club.

Obligaciones

Corresponde al Club cumplir con las obligaciones adquiridas con cada trabajador. Aquel que más equilibrada mantenga esta relación logrará el título de campeón, ya que la causalidad, norma universal se estará cumpliendo. Como es arriba es abajo.

Las sanciones a los jugadores de fútbol como a cualquier otro trabajador deben tener fundamento legal y reglamentario, no puede suspender el empleador el pago de las obligaciones adquiridas y pactadas y menos disponer el paro en la practica profesional de un jugador sin haberse dado las causales previstas previamente para esos graves efectos. En todo caso cabrá el legítimo derecho a la defensa del jugador o la de sus representantes legales, si es menor de edad. Actualmente la FIFA, ha dispuesto importantes y severas normas para proteger los intereses y manejo de este tipo de trabajadores especiales que son los menores.

La ruptura unilateral de los términos contractuales siempre será peligrosa en lo estrictamente laboral y en lo futbolístico. No caben los abusos y la negligencia por parte de los trabajadores, ni la prepotencia de parte de los empleadores, ese proceder, tarde o temprano, los enfrentara en los organismos deportivos o ante la justicia laboral.