Era del reencuentro

Dr. Bayardo Moreno Piedrahita

A L FINAL DEL SEGUNDO MILENIO , los paises más desarrollados han emprendido la era del reencuentro y de la integración política, económica y social, como lo demuestra la Comunidad Económica Europea.

En América Latina

América Latina, si quiere avanzar hacia el progreso, debe seguir el ejemplo de los paises Europeos, porque ya no es hora de seguir envueltos en una lucha propia de la época de los Estados Nacionales y por sumergirse en un proceso de «Africanización», como se puede percibir en la política de algunos paises Sudamericanos.
Si se toma en cuenta la corriente de integración que predomina en el ambiente mundial, desde el punto de vista diplomático, la visita de Abdalá Bucaram al Perú podría considerarse como un paso adelante en la solución de los problemas de nuestros pueblos, porque en verdad, es el fiel reflejo de un sentimiento de integración latinoamericana.

El Problema territorial con el Perú

Sin embargo, en el contexto general del pensamiento de analistas y políticos, es muy difícil creer que con el encuentro de dos presidentes; se de soluciones a un problema limítrofe ansestral; pero nadie puede negar que la visita del Ab. Abdalá Bucaram al país del sur, empañada por sus declaraciones irreflexivas, sí logrará por lo menos la distensión de las candentes y tensas relaciones de los dos paises.
Sin ser pesimista, hablar de una solución definitiva del problema territorial con el Perú, es una utopía, porque los intereses económicos extranjeros que mueven a este conflicto son eternos y constituyen una herida abierta sin remedio, por donde se romperá la paz artificiosa y aparente de estos pueblos.,

Pensamiento comprometedor

Entonces, si se toma en cuenta los antecedentes históricos, el señor Ab. Abdalá Bucaram al pronunciar su discurso principal en Lima, hizo muy mal en hablar en nombre de su pueblo, de «un perdón para lograr la paz», porque ese pensamiento, compromete y rompe la historia, en perjuicio del Ecuador.
No se podría hablar de reconciliación, si no existiese discordia; y, no se podría hablar de perdón, si no existiese la ofensa; pero en este caso, ha sido el Ecuador la víctima constante de la agresión y el asalto territorial, que ha dejado como consecuencia el holocausto de tantos hermanos ecuatorianos.

¿ Pedir perdón ?

Por esta razón, resulta increíble que el señor Bucaram haya ido a pedir perdón al Perú, de lo que el Ecuador no ha hecho; este criterio también lo comparten el ex-Presidente Dr. Rodrigo Borja y el ex-Vicepresidente Dr. Blasco Peñaherrera Padilla.
El Ab. Abdalá Bucaram al no haber aclarado en su discurso algunos puntos trascendentales de la historia y haber pedido perdón sin utilizar con precisión el idioma, lamentablemente, puso en evidencia ante las Naciones del Mundo, que él no entiende lo que significa perdón, por más que el canciller Dr. Galo Leoro, pretenda confundir a esta noble virtud, de esencia eminentemente cristiana.
El pueblo del Ecuador no puede practicar el perdón del señor Abdalá Bucaram, porque en pura semántica, equivaldría a entregar el resto de nuestro territorio al Perú, para que se cumpla, «su intención cristiana», esto es, «si te hacen un mal, paga con un bien».
En este caso, esa sentencia no funciona. No existe razón que justifique el perdón mutuo o recíproco, peor que el Ecuador pida perdón. No podemos pedir perdón a un país que nos ha crucificado obligándonos a inmolarnos, para defender nuestra soberanía.
La prudencia habría sido la mejor consejera para que el señor Bucaram en el Perú, no pida disculpas, ni perdón, por culpa, que nunca tuvimos los ecuatorianos.