El pago de la deuda social

Por: Dr. Manuel Posso Zumárraga
CONSULTOR PRIVADO EN CALIDAD,
PRODUCTIVIDAD Y SEGUROS SOCIALES

T ODOS LOS PAÍSES QUE ENTRARON en la Modernización de sus Gobiernos, concluyen en sus estudios, que el combate a la pobreza, sin crecimiento económico es muy difícil o casi imposible, estructurar una política social sostenible. La razón es muy clara, si hay crecimiento económico habrá aumento en el empleo, si hay crecimiento económico habrá aumento en los ingresos y en los salarios. Si hay crecimiento económico hay aumento en los impuestos. Si hay control fiscal y manejo técnico de la seguridad social, habrá ahorro interno y esto permite a los Gobiernos, invertir en infraestructura, proveer servicios públicos de calidad, que contribuyan al mejoramiento de las condiciones de vida de los ecuatorianos.
No esta por demás afirmar que el crecimiento económico contribuye a la paz social. Sin paz social y meridiana gobernabilidad, ningún Gobierno podrá tomar medidas significativas para reducir la pobreza.

La inversión en el capital humano

La política equivocada y constante de los Gobiernos en vías de desarrollo como el nuestro, siempre ha sido la inversión en capital físico (máquinas) o en infraestructura, olvidando y relegando la inversión en el capital humano

En la actualidad, se ha demostrado hasta la saciedad, que es mucho más rentable invertir en el capital humano, que en máquinas, porque lo que se invierte en la mente humana relacionada con educación, salud, y entrenamiento, entra en el camino de la re ducción significativa de la pobreza.

Por ejemplo, un país como el nuestro, con altos porcentajes de desnutrición, con ca pacidad mental disminuida, es un país que tiene poco futuro en términos de crecimiento económico y de aprovechamiento de ese potencial subutilizado.

Una sociedad sin una red de protección social, relacionada con líneas o programas asistenciales y/o productivos, sin una focalización selectiva, es Gobierno de coyuntura, no es Gobierno de cambio con visión de futuro.

En conclusión, los instrumentos que tenemos para combatir la pobreza, son el desarrollo económico, la inversión en el capital humano y una red de protección social debidamente focalizada, Es decir, la denomina da «política económica», que tiene que ver con aspectos macroeconómicos y de crecimiento, y la denominada «política social», que tiene que ver con la distribución, asignación y control del gasto público, deben estar íntimamente ligadas, empujando en una misma dirección.

Esto usualmente en el Ecuador no sucede, por la presión de ciertos grupos de interés o por razones políticas, que tienden a lograr conquistas que contribuyen al incremento desmesurado del gasto social, obligando al país a entrar en endeudamientos agresivos de deuda pública y privada externa, que a la postre postergan el pago de la deuda social.

¿Cómo contabilizar el crecimiento
económico y la Política Social?

La clave para el desarrollo económico y social, son la inversión privada selectiva, redefinir el rol del Estado, liberar los mercados, introducir competencia en los mercados internos y externos (competitividad), crecimiento de las exportaciones, etc., con un marco económico estable, (Protección Jurídica) con un déficit fiscal reducido o superávit si es posible.

Con una inflación controlable, un apalancamiento del modelo cambiario de la dolarización y la creación del capital humano, con equipos de Gobierno no tradicionales (Representantes de la Banca, Partidos políticos en decadencia moral, gremios o celdas de interés corporativo) que conjuntamente con las políticas fondo monetaristas, han desgobernado el Ecuador en los últimos 20 años, de incipiente democracia.

¿Cómo invertir en el capital humano?

Aquí, es donde surgen las principales dificultades, invertir en las personas es uno de los pasos más complejos que existen. El capital humano calificado no es posible comprarlo en el mercado abierto, como tampoco está en los representantes de las élites que conforman el poder político. Es decir, el cómo construir una persona productiva que cree valor agregado en todos sus actos públicos y privados, que tenga gran impacto en la economía, es el quid del asunto. Ese es el verdadero pago de la deuda social.

Por ejemplo, la inversión en educación comparándola con Estados Unidos, Corea del Sur, Japón o Singapur es impresionante.
El número de años promedio que completa una persona en la fuerza de trabajo en estos países es de 12 años, en cambio, en el Ecuador, es de apenas 4 años. Con ese capital humano es muy difícil desarrollar o convertir a un país en competitivo.

El problema de la deficiencia de la educación ecuatoriana, también es otro indicador grave. El número de días que asisten a la escuela en el año lectivo es alrededor de 160, si a esta cantidad, restamos los feriados, los paros legales o ilegales del MPD y los consabidos puentes vacacionales, la mitad del año nos pasamos de agache. Países como Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, la asistencia escolar es hasta de 250 días por año.

La nula inversión en el capital humano, esta dada principalmente por la baja eficiencia del gasto en educación, salud y la mala focalización del gasto en subsidios.

En el caso de la salud por ejemplo, en el Ecuador, se han gastado cuantiosos recursos en Hospitales de alta especialización, donde la frecuencia de enfermedades o de casos es muy baja.

En cambio, que se invierte muy poco en otros programas que tienen una cobertura muy amplia, como lo es el caso de la atención primaria de la salud (desnutrición).

¿Qué cambios necesita el Ecuador?

Reforma del Estado.- Con la misma Constitución o con una nueva, se debe, cambiar los roles del Estado, e introducir la participación efectiva del sector privado, incluyendo a los ONG y a los gobiernos locales, en la prestación y provisión de servicios sociales, (No privatización) con una verdadera descentralización, a fin de ir paulatinamente eliminando el monopolio del Estado centralizador e ineficiente.

Para Reformar el Estado entre otros principios que debemos centrarnos son:

1. Separar las funciones de financiamiento, de las funciones de operación

2. El financiamiento debe ser proporcionado a la demanda y no a la oferta, porque usualmente el Estado financia los gastos de salud y educación, entregando el dinero a los establecimientos públicos para que estos paguen sus nóminas. Es decir, se debe financiar a los beneficiarios directos, a las personas que solicitan los servicios

3. La prestación del servicio tiene que ser hecha por entidades privadas con o sin ánimo de lucro, incluso mixtas, lo más cercanas al usuario o asegurado.

4. La libertad de elección del prestatario, sin perder el principio de la solidaridad intergeneracional y la capacidad de pago del asegurado o cliente.

5. El principio de evaluación y control de resultados o lo que comúnmente se esta llamando «contraloría social». Es decir, el Estado no debe perder o ceder la capacidad de evaluación, supervisión y control.

Usualmente lo que pasa en el país es que este control que genera actos de corrupción, se hace sobre insumos y es un control ex-ante en vez de ex-post de resultados. Esto hace muy difícil la ejecución del presupuesto, porque ejecutar y legalizar un contrato es tarea titánica de meses de gestión burocrática, entre el Ministerio de Economía y sus intermediarios.

6. Descentralización de los servicios sociales.- Lo que usualmente ocurre cuando un Estado decide descentralizar sus servicios sociales, es repartir ciertas funciones, sin afectar en nada la estructura del Estado, es decir, traspasar funciones o responsabilidades del ente central a entes locales no preparados, es un fracaso

Por ejemplo, en ciertos Municipios que recibieron funciones del nivel central, éstos al hacer cosas, al volverse operativos, al ser constructores, etc., muchas veces pierden su capacidad de gerencia, o su capacidad de administrar independientemente.

El perfil del equipo de Gobierno

En conclusión, sin política económica sostenible, no existe política social efectiva, y para que ésta pueda ser exitosa, además de la transparencia en la selección de beneficiarios y transparencia y eficiencia en la asignación de beneficios, es necesario que el equipo de trabajo o de gestión pública que rodea al nuevo Gobernante, (Capital Humanos) sea capaz de convertir el sueño del Líder, que apueste por el cambio, no de Presidente, sino de actitudes proactivas en función de país con perfiles técnicos y rostro humano, que guarden el necesario equilibrio entre la experiencia, el valor agregado y la profesionalización que requiera cada función pública o privada, en la solución de los múltiples problemas que aquejan al país sobre:

– Seguridad Social

– Seguridad Jurídica

– Seguridad ciudadana

– Politización de la justicia

– Relaciones Internacionales

– Gobernabilidad

– Reforma política

– Reforma económica, y.

– Pago de la deuda social